España - Cantabria
Festival de SantanderTosca multimedia
Roberto Blanco
De todas maneras, firmó un espectáculo interesante, elegante, y yo creo que convincente. Con el fondo permanente de la guerra, los bellos decorados y la hábil utilización de la luz y el color, de Ana viste también elegantemente a sus protagonistas, especialmente a ‘Tosca’ y a ‘Scarpia’.
Imponente y estremecedora resultó la escena del ‘Te Deum’: la yuxtaposición del cortejo eclesiástico filmado rodeando al ‘Scarpia’ real en el centro de la escena, y concluyendo con un primer plano de éste como pantócrator y dueño absoluto del poder, dio la medida exacta del bilioso, temible y repulsivo personaje pucciniano.
Alberto Gazale y Annalisa Raspagliosi
Fotografía © 2007 by Alberto Aja
Fotografía © 2007 by Alberto Aja
Destacó también la constante presencia del ‘angelote’ del Castel Sant’Angelo en variadas posiciones, pero terminando con la enorme espada abatiéndose amenazadora sobre los protagonistas, como sugiriéndonos que en esta ópera mueren todos, o al menos, nadie resulta vencedor, todos son derrotados.
‘Scarpia’ fue interpretado por el barítono Alberto Gazale, que dibujó un personaje torvo, lascivo, maligno y casi demoníaco en la citada escena del ‘Te Deum’, gracias a una vocalidad incisiva y buena presencia escénica. Su interpretación, basada sobre todo en el declamato, delineó convincentemente la codicia y la venalidad en el segundo acto, con voz de notable volumen y bello color baritonil, aunque irremediablemente siempre veremos a este villano con las facciones de Vittorio Gassman en la versión cinematográfica de Luigi Magni, y vocalmente con las inigualables prestaciones de Tito Gobbi.
El papel de ‘Floria Tosca’ fue bien defendido por la soprano Annalisa Raspagliosi en buena forma. La cantante construyó un personaje celoso en el primer acto, dubitativo y reafirmado en el segundo, y seguro de sí en el tercero. Muy dulce en su aria ‘Vissi d’arte’, pero acompañada por una concertación de tempo muy dilatado, le permitió a la soprano lucir su control vocal en los pianissimi, aunque terminara el fragmento con ligeras dificultades de fiato. Su timbre de voz es bello, cálido y dotado de notable uniformidad vocal, y su seguridad en el agudo le permitió también resaltar la vertiente interpretativa. En suma, una buena intérprete de 'Tosca'.
La parte de ‘Mario Cavaradossi’ fue interpretada por Valter Borin. Este tenor posee una discreta voz de lírico, canta con buen gusto y matiza bien, aunque no se le note muy seguro en el agudo. Así, su ‘Cavaradossi’ parece estar un poco fuera de su cuerda, pues no demuestra poseer ese espesor vocal que requiere el papel, que pide un lírico un poco más pleno, y más teniendo en cuenta que debe satisfacer la expectativas del público en el celebérrimo 'E lucevan le stelle'. Bien en los dúos con Raspagliosi, la fatiga se notó en el registro agudo, y aunque estén todas las notas, resultó un tanto engolado y desgarrado.
Valter Borin y Annalisa Raspagliosi
Fotografía © 2007 by Alberto Aja
Fotografía © 2007 by Alberto Aja
Nicolò Ceriani, en el papel de ‘Cesare Angelotti’ resultó correcto escénica y vocalmente, pero Domenico Colaianni hizo un ‘Sacristán’ excesivamente caricaturesco para la línea estética planteada por Hugo de Ana. Buena también la prestación del ‘Spoletta’ de Cristiano Oliveri y destacar la óptima impresión de la breve intervención de Xavier de la Fuente en el papel del ‘pastor’. Citemos finalmente el ‘Sciarrone’ de Elier Ernesto Muñoz y el ‘Carcelero’ de Juan Bautista Rocher.
Y magnífica la labor directiva y concertadora de Günther Neuhold al frente de la Orquesta del Teatro Nacional de Opera y Ballet de Lituania, de esas que consiguen que el espectador se sumerja inmediatamente en la historia. Con los tempi apropiados y el volumen orquestal proporcionado, no faltaron los abandonos líricos y la búsqueda de soluciones refinadas, demostrándonos que Tosca es una de sus obras favoritas, y como muestra, la estupenda resolución del siempre difícil segundo acto.
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