Discos
Voces nuevas, viejas partituras
Alfredo López-Vivié Palencia
Opera New Generation. Wolfgang Amadè Mozart: Die Zauberflöte, Der Hölle Rache (Natalie Dessay, soprano; Orchestra of the Age of Enlightenment; Louis Langrée), Ach, ich fül’s (Dawn Upshaw, soprano; London Classical Players; Roger Norrington); Don Giovanni, Deh vieni alla finestra, Finch’han dal vino (Peter Mattei, barítono; Mahler Chamber Orchestra; Daniel Harding); Le nozze di Figaro, Porgi Amor (Véronique Gens, soprano; Orchestra of the Age of Enlightenment; Ivor Bolton); Così fan tutte, Temerari… Come scoglio (Elina Garanca, mezzosoprano; Camerata Salzburg; Louis Langrée). Christoph Willibald von Gluck: Orfeo ed Euridice, Ahimè! Dove trascorsi, Che farò senza Euridice (David Daniels, contratenor; Orchestra of the Age of Enlightenment; Harry Bicket). Claudio Monteverdi: L’Orfeo, Possento Spirto (Ian Bostridge, tenor; Le Concert d’Astrée; Emmanuelle Haïm). Henry Purcell: Dido and Aeneas, Try hand Belinda, When I am laid in earth (Susan Graham, mezzosoprano; Le Concert d’Astrée; Emmanuelle Haïm). Georg Friedrich Händel: Aci, Galatea e Polifemo, Fra l’ombre e gl’orrori (Laurent Naouri, bajo; Le Concert d’Astrée; Emmanuelle Haïm); Rodrigo, Empio fato e fiera sorte (Sandrine Piau, soprano; Il Complesso Barocco; Alan Curtis); Serse, Frondi tenere, Ombra mai fù (Anne-Sofie von Otter, contralto; Les Arts Florissants; William Christie); Semele, Awake Saturnia (Stephanie Blythe, mezzosoprano; Ensemble Orchestral de Paris; John Nelson). Antonio Vivaldi: Bajazet, Dov’è mia figlia (Ildebrando d’Arcangelo, bajo; Europa Galante; Fabio Biondi), Anche il mar par che sommerga (Patrizia Ciofi, soprano; Europa Galante; Fabio Biondi); Giustino, Vedrò con mio diletto (Philippe Jaroussky, contratenor; Ensemble Matheus; Jean-Christophe Spinosi). Jean-Philippe Rameau: Castor et Pollux, Tristes apprêts (Véronique Gens, soprano; Les Talens Lyriques; Christophe Rousset); Platée, Formons les plus brillants concerts… Aux langueurs d’Apollon (Patricia Petibon, soprano; Les Folies Françoises; Patrick Cohën-Akenine). Gaetano Donizetti: L’elisir d’amore, Una furtiva lagrima (Rolando Villazón, tenor; Münchner Rundfunkorchester; Marcello Viotti); Lucie de Lammermoor, Tombe de mes aïeux (Roberto Alagna, tenor; Orchestre de l’Opéra National de Lyon; Evelino Pidò). Gioacchino Rossini: La Cenerentola, Naqui all’affanno (Vivica Genaux, mezzosoprano; Ensemble Orchestral de Paris; John Nelson); Guglielmo Tell, S’allontanano alfin, Selva opaca (Katia Ricciarelli, soprano; Orchestre de l’Opéra de Lyon; Gabriele Ferro). Hector Berlioz: Benvenuto Cellini, Mais qu’ai-je donc? (Joyce DiDonato, mezzosoprano; Orchestre National de France; John Nelson). Charles Gounod: Roméo et Juliette, Je veux vivre dans le rêve (Natalie Dessay, soprano; Orchestre du Capitole de Toulouse; Michel Plasson). Giuseppe Verdi: Don Carlos, Elle ne m’aime pas (José van Dam, barítono; Orchestre de Paris; Antonio Pappano). Giacomo Puccini: Tosca, E lucevan le stelle (Rolando Villazón, tenor; Münchner Rundfunkorchester; Marcello Viotti). Jacques Offenbach: La Grande Duchesse de Gérolstein: Vous aimez le danger… Ah! Que j’aime les militaires (Felicity Lott, soprano; Choeur des Musiciens du Louvre; Les Musiciens du Louvre-Grenoble; Marc Minkowski); La Belle Hélène, Au mont Ida (Yann Beuron, tenor; Les Musiciens du Louvre-Grenoble; Marc Minkowski). Richard Heuberger: Der Opernball, Im chambre séparée (Felicity Lott, soprano; Orchestre de la Suisse Romande; Armin Jordan). Richard Strauss: Ariadne auf Naxos, Seien wir wieder gut! (Sophie Koch, mezzosoprano; Orchestra of the Royal Opera House, Covent Garden; Antonio Pappano), Grossmächtige Prinzessin (Sumi Jo, soprano; Orchestre de l’Opéra National de Lyon; Kent Nagano). Dos discos compactos DDD de 150 minutos de duración, procedentes de grabaciones en diversos lugares entre 1991 y 2006. Virgin Classics 385755 2
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Vaya por de pronto mi reconocimiento al anónimo autor de las notas de la carpetilla de este álbum, quien en sólo cinco párrafos despacha -muy bien despachada- la historia de la ópera desde Jacopo Peri hasta Richard Strauss: eso es capacidad de síntesis y capacidad de informar. Pero no me despeja el enigma que surge al ver el título que consta en la carátula del disco: Opera – New Generation. El subtítulo -Greatest Arias- parece más fácil de descifrar, pues, en efecto, basta darle la vuelta al estuche -sin desprecintarlo- para saber que ésta es una colección de 35 arias de ópera (si son las más grandes o no tan grandes, eso ya queda a la opinión de cada cual).Pero volvamos al título: New Generation. Está claro que esto no va de la nueva generación de compositores operísticos (Saariaho, Adès, etc.), porque la cosa -ya se ha dicho- se para en Richard Strauss. Sin embargo, el repaso de la lista de autores cuyas obras constan en el primer disco sí da una pista muy clara de por dónde va esa ‘nueva generación’: la ópera antigua (de Monteverdi hasta antes de Mozart, para entendernos, y que nadie se moleste) vive de unos años a esta parte una verdadera eclosión interpretativa que no podía obviar el disco. De modo que sí, la ‘nueva’ generación es en realidad la ‘vieja’.
Y, lo que son las cosas, resulta que quienes protagonizan la exhumación de esos palimpsestos musicales son mayormente cantantes jóvenes de voces bien educadas y a veces pequeñitas (aunque como en estos casos las orquestas son raquíticas, se les oye), a quienes no les importa plegarse a los gustos de los ‘especialistas’ con tal de empezar a hacer carrera y, un día, poder dar el salto a la ópera moderna. La lectura de los nombres de estos cantantes, sin embargo, revela algunos que ya están en el estrellato, junto con otros que empiezan a tener un pie en él.
Me han llamado la atención, por ejemplo, el bajo Laurent Nouri -de no mucho fuelle, pero con los extremos de la tesitura trabajados-, la soprano Patricia Ciofi -con una voz ya bastante hecha-, y la mezzo Elina Garanca -espléndida desde cualquier punto de vista-. Y no me creo que el pobre Peter Mattei, con ese vozarrón que tiene, cante por gusto la serenata de Don Giovanni como un autómata, ni que Mozart quisiera que su invitación al bebercio fuera ametrallada en apenas 70 segundos (pero ahí la responsabilidad es del director, Harding, quien -afortunadamente- desde el momento de esa grabación (1999) hasta hoy parece haber sentado la cabeza). De todos modos, es de los pocos fragmentos que no me han gustado de la colección.
El segundo disco -de Donizetti para acá- presenta un repertorio más convencional (aunque no dejo de preguntarme qué pintan en la ‘nueva generación’ gente como Katia Ricciarelli, José van Dam o Felicity Lott, salvo para recordar a los demás que no todo es voz en este asunto), si bien es chocante la ausencia de Wagner -posiblemente porque Virgin no lo tenga en nómina-. De su escucha se desprende porqué, por ejemplo, Joyce DiDonato o Natalie Dessay se están haciendo un hueco en el negocio (no tanto el porqué de Vivica Genaux, que me ha parecido muy poquita cosa).
Por su parte, Roberto Alagna y Rolando Villazón gustarán más o menos, pero, como suele decirse, ‘es lo que hay’ (y junto a quienes echen de menos las voces del pasado, habrá otros que -como un servidor- se acordarán antes del estupendísimo director que fue Marcello Viotti). Tampoco es que Sumi Jo sea una recién llegada, si bien parece que sus tiempos de gloria ya pasaron; aunque aquí está su aria de ‘Zerbinetta’ -la peor pesadilla para cualquier soprano coloratura-, cantada como si tal cosa, para demostrar que una vez estuvo en lo más alto.
Este disco ha sido enviado para su recensión por EMI Classics
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