Discos

Fin de ciclo

Paco Yáñez
lunes, 20 de septiembre de 2010
Karlheinz Stockhausen: Mittwoch aus Licht. Michael Vetter, bajo. Suzanne Stephens, basetto. Kathinka Pasveer, flauta y voz de soprano. Marco Blaauw, trompeta. Andrew Digby, trombón. Antonio Pérez Abellán, sintetizador. Karheinz Stockhausen, electrónica y proyección sonora. Arditti String Quartet. The Grasshoppers. Südfunk-Chor Stuttgart. Asko Ensemble. Rupert Huber y Karheinz Stockhausen, directores. Joep Fruman, Günther Kasper, Rainer Kühl, Volker Müller, Guido Tichelman y Werner Walravens, ingenieros de sonido. 6 CDs y 1 DVD DDD de 352:13 minutos de duración grabados en el Steim Studio y en la Westergasfabriek de Ámsterdam (Holanda), en el Sound Studio N y en la WDR de Colonia (Alemania), entre junio de 1995 y enero de 2003. Stockhausen Verlag CDs 51, 52, 53 A-B, 55, 66; DVD 109/1
0,0617375 Transcurridos casi tres años desde el fallecimiento del compositor alemán Karlheinz Stockhausen (Mödrath, 1928-Kürten-Kettenberg, 2007), llegamos al final del amplio recorrido que en Mundoclasico.com hemos venido realizando por las versiones discográficas de su vasta heptalogía operística Licht (1977-2003), sin lugar a dudas el más ambicioso de sus ciclos musicales.

Integrada por Donnerstag aus Licht (1978-80), Samstag aus Licht (1981-83), Montag aus Licht (1984-88), Dienstag aus Licht (1977/1987-91), Freitag aus Licht (1991-94), Mittwoch aus Licht (1992-97) y Sonntag aus Licht (1998-2003), estos siete días de la semana conforman una summa artis de muchos de sus logros no sólo musicales, sino artísticos, dado el carácter de gesamtkunstwerk que el teutón quería imprimir a cada uno de sus capítulos (no digamos ya a su conjunto, para el cual Stockhausen soñaba con la construcción de una red de siete teatros de ópera interconectados entre los cuales se podría desplazar el público para asistir a estas representaciones simultáneamente).

De entre todas las óperas que constituyen Licht, la única que teníamos pendiente de reseñar en nuestro diario era la inmensa Mittwoch aus Licht, debido a la carencia de registros discográficos para varias de sus escenas; vacío este que, por fin, ha cubierto la Stockhausen Stiftung, que nos ofrece desde ahora no sólo 352 minutos de material grabado de este Miércoles de Luz en formato CD más DVD, sino toda la heptalogía al completo, conformando así unos de los capítulos más monumentales de la Stockhausen Verlag y de la música contemporánea grabada en disco.

Como en el caso de las óperas hasta ahora reseñadas, Mittwoch aus Licht se abre con un saludo musical, con el ‘Mittwochs-Gruss’, compuesto a partir de la música electrónica de ‘Michaelion’, cuarta escena de Mittwoch. Con una duración de 54 minutos, en este saludo el intérprete de sintetizador, el español Antonio Pérez Abellán, ejecuta en vivo los tonos y timbres provenientes de las fórmulas musicales de Eva, Michael y Lucifer, que se unirán en este nuevo día de la semana. Supervisado por el propio Stockhausen, Abellán, un auténtico referente en la interpretación del compositor alemán, dibuja toda una trama acústica en la que los sonidos de cada uno de los personajes se van volcando a escena a través de diferentes canales. Junto a éstos, todo un conjunto de apariciones van complejizando el topos musical, con recitados, sonidos de animales, voces, campanas, etc. El conjunto, con sus modulaciones y oscilaciones, en una escultura sonora que enseguida identificamos como parte del inconfundible estilo de Stockhausen, tiene uno de sus elementos más sólidos en la espacialización sonora, con una serie de 29 patrones de movimiento minuciosamente detallados en la partitura. Estos harán fluctuar las masas sonoras entre los cuatro altavoces por los que se proyecta la pieza. Es una pena, por ello, que esta grabación no se haya presentado en formato multicanal, para dar una presencia más verídica de sus condiciones en vivo. Para ‘solventar’ tal déficit, una buena solución es escuchar el ‘Mittwochs-Gruss’ con cascos y a ser posible en total oscuridad, tal como pedía Stockhausen.

Uno de los puntos culminantes de este saludo se produce en el minuto 37, en el que escuchamos la voz mayestática y ceremonial del propio Stockhausen anunciándonos, primero en alemán y después en inglés, este ‘Mittwochs-Gruss’, convocándonos así a entrar en el teatro para la representación de esta nueva jornada, pues recordemos que estos saludos estaban pensados para su ejecución en el foyer del teatro, antes de la entrada a sala del público.

La primera escena de la ópera es el ‘Welt-Parlament’ (1994-95), escrita para coro a capella, sonidos ad hoc de martillo y campanas, y proyección sonora. Como en el caso del saludo, ‘Welt-Parlament’ ahonda en el proceso de depuración que preside las últimas entregas de Licht. Como todo parlamento que se precie, esta cámara del mundo que convoca Stockhausen se caracteriza por las desavenencias, que tienen su vía de expresión más idónea en lo musical a través de tempi dispares que cohabitan un mismo espacio: los escaños dispuestos en escena para una mayor complejidad y expresión como verdadero trasunto de nuestros respectivos parlamentos. Organizados en 12 grupos, que intenta moderar un presidente de sala, los vocalistas cantan por momentos en idiomas desconocidos e ininteligibles, basados en las notaciones fonéticas tan afines a Stockhausen, aunque la depuración de esta pieza hace que estemos lejos del virtuosismo, inventiva y visceralidad de piezas como Stimmung (1968). A pesar de cierto murmullo continuo e indescifrable, se suceden una serie de alocuciones de cantantes que se dirigen al presidente para exponer discursos relacionados, fundamentalmente, con el amor como explicitación de la presencia de Dios -aspecto éste recurrente en la obra de Stockhausen-. Otro tema es cómo se entiende este ‘amor’ y sus múltiples formas de manifestación como vía para acceder a la divinidad a través de cierta confraternización del ser humano...

A pesar de su título, ‘Orchester-Finalisten’ (1995-96), segunda escena de Mittwoch aus Licht, no está compuesta para orquesta, sino para ensemble instrumental con electrónica. Como en el caso de la primera escena, ¡y qué decir de la tercera!, la sensación que genera es la de extrañeza al respecto de que constituya parte de una ópera, drama, teatro musical o como queramos denominar a Mittwoch aus Licht. Quizás de entre todas las óperas que conforman la heptalogía Licht, sea ésta la más desestructurada e incoherente en términos dramáticos; tanto, que por momentos parece más un pastiche de piezas autónomas, un cierto collage de obras, que una propuesta unitaria de tipo operístico. Sin que uno pueda trazar rutas de unión que ensamblen la propuesta de Stockhausen, y sin apenas presencia de sus personajes fundamentales -más allá de motivos derivados de sus fórmulas musicales-, en ‘Orchester-Finalisten’ una serie de instrumentistas van a tomar parte en una suerte de audición musical en la que expondrán 11 solos sobre un fondo de música electrónica. El discurso musical, invirtiendo lo habitual en una orquesta, prima los solos, apareciendo compases a tutti de ensemble de forma muy esporádica. Lo que escuchamos, de este modo, son pasajes virtuosísticos no exentos de aromas provenientes de otras culturas, ya que de hecho Stockhausen pide para su ejecución escenificada que los músicos vistan ropas típicas de diferentes partes del mundo, algo que, al menos, sí participa de la lógica llamémosle ‘panteísta’ que sustenta parte del credo de estas óperas, aquí en estado de verdadera ‘dispersión ontológica’.

La tercera escena de Mittwoch aus Licht está íntegramente compuesta por el sorprendente, polémico y ya archiconocido Helikopter-Streichquartett (1992-93). Arroyos de tinta (lo de los ríos lo dejaremos para obras con más solera) se han escrito sobre este Cuarteto de los helicópteros: desde que es producto de una alucinación (o de un alucinado), de que se trata de una provocación de un compositor que ya no daba más de sí, de que responde a toda una serie de tentativas por buscar rutas para oxigenar los ‘ahogados’ estertores de la avantgarde postserial, etc, etc, etc. Visto lo visto, tanto en el magnífico DVD de Frank Scheffer sobre esta obra (Medici Arts 3077508) como en el detalladísimo libreto de esta edición, no cabe duda de que Stockhausen se tomaba su único cuarteto profundamente en serio. Surgido de un sueño del compositor, en esta revelación onírica se trazaban ya las líneas maestras del Helikopter-Streichquartett: cuatro intérpretes y cuatro helicópteros que vuelan al tiempo con cada instrumentista tocando su parte en una cabina, una coordinación en base a recitados numéricos que se comunican entre los músicos, un material musical derivado de la súper fórmula de Licht, un uso extensivo del tremolado como correlación sonora de las cuerdas con el movimiento rotativo de las aspas de los helicópteros -ellos mismos parte constituyente del entramado sonoro junto a cuerdas y voz-, su estreno con el público en una sala donde seguía las evolución del cuarteto a través de grandes monitores y altavoces, etc.

En esta edición, la Stockhausen Verlag presenta un doble compacto con la versión del estreno -26 de junio de 1995-, comentada en inglés por el propio Stockhausen como maestro de ceremonias en todas sus acciones previas a comenzar la ejecución, y la versión que en estudio grabó al año siguiente el Arditti Quartet para el sello Montaigne (MO 782097). Por supuesto, el sonido de la segunda es mucho mejor (supera incluso la prestación sonora del compacto de Montaigne, además de estar dividida en 80 cortes que permiten acceder a cada compás del cuarteto), si bien la primera conserva toda la emoción del nacimiento de esta obra, algo a lo que contribuye la voz de Stockhausen narrando cada pequeño detalle del proceso artístico, junto con una posterior puesta en común con los Arditti en la que éstos analizan el desarrollo del estreno, la correlación con las intenciones originales del cuarteto, y responden a las preguntas del público.

‘Michaelion’ (1997), cuarta escena de la ópera, es la que más efectivo musical concita, con bajo, coro, solistas instrumentales y electrónica. En ella nos encontramos con el Stockhausen más humorístico, por momentos rozando lo grotesco, por momentos en clave de parodia de las liturgias musicales al uso. Pieza de ópera camerística, presenta ciertos ecos de influencias schönbergianas en el coro, si bien el sonido, a medida que avanza la escena, se vuelve cada más típico de la estética Stockhausen. La edición en DVD permite ver el desarrollo de la escena, algo que es de agradecer, pero con una muy pobre realización en una sola toma frontal y de peor sonido que los restantes discos, grabados todos ellos en estudio. En el último compacto se incluye, junto a la despedida musical, el ‘Bassetsu-Trio’ (1997), una versión de la sección conclusiva de ‘Michaelion’, interpretada por Suzanne Stephens, Marco Blaauw y Andrew Digby.

Especialmente sorprendente resulta la audición de ‘Mittwochs-Abschied’ (1996), una pieza de música concreta y electrónica que habíamos escuchado, en un segundo plano, en ‘Orchester-Finalisten’. El aire es el elemento axial de Mittwoch, y en la electrónica éste se expande ocupando el espacio de diversos modos, en 11 espacios fantásticos que portan ecos de realidades dispares. Conformados por sonidos grabados y síntesis de estudio, sus ritmos, melodías y armonías se derivan de las fórmulas de Eva, Michael y Luzifer. Para Stockhausen se trata de un espacio que trasciende la realidad humana, que nos conduce fuera de la Tierra, y al que debemos volar cada uno de nosotros en solitario. De hecho, sonidos de la naturaleza, corales de órgano, voces infantiles, etc., se van desgajando de la banda magnética, como también sonidos que nos recuerdan el horror, la violencia, el caos..., esos múltiples rostros que habitan el ser humano, ese yo que también somos otros. De lo mejor de la ópera, sin duda, esta rotundísima despedida.

Las interpretaciones son, como siempre, excelentes, en buena medida por el extremo cuidado con que Stockhausen supervisó estos registros, así como por la selección de los músicos involucrados en estas liturgias musicales, todos ellos pertenecientes al más estrecho círculo del compositor alemán, además de firmes defensores y creyentes en su obra (a lo que añadimos una solvencia técnica y una capacidad expresiva de verdadera altura). Todo ello exhala un aroma de autenticidad en cada escena de Mittwoch. Las presencias de los responsables de sus diversos estrenos mundiales, como Suzanne Stephens, Kathinka Pasveer, Antonio Pérez Abellán, Marco Blaauw o Rupert Huber, además del propio Stockhausen, ayudan a compactar el ciclo operístico, pues ya habían tomado parte en anteriores entregas de Licht, que de este modo afianza un elenco que crece a medida que se desarrolla la heptalogía. Se añaden ahora intérpretes de primer nivel mundial, algo habitual entre los colaboradores de Stockhausen, como el Arditti Quartet, con lo que las garantías de interpretación nos hablan de unas versiones para perdurar como referenciales, ¡e históricas!, durante muchos años (por no hablar de que se antoja harto difícil pensar en grabaciones alternativas a día de hoy).

Como en anteriores entregas, las tomas sonoras y la presentación de esta edición discográfica son ejemplares, aunque -igual que en Sonntag aus Licht- no dispongamos de un cofre con la ópera completa, sino que debemos ir comprando escena por escena: un total de 6 discos compactos y un DVD que encarecen notablemente la adquisición de la ópera. En todo caso, la calidad general del producto y lo exhaustivo de los libretos, completamente detallados en alemán e inglés, repletos de textos explicativos y gráficos de las óperas, recomiendan por sí solas estas ediciones. Sólo queda recordar a quienes que deseen hacerse con estos discos compactos que deben realizarlo a través de la web de la propia Stockhausen Verlag -a la que pueden acceder en esta misma reseña-.

Concluye, de este modo, nuestro viaje por las rutas de Licht, un camino que a medida que avanzaba se iba depurando, quizás con demasiados asomos autorreferenciales aún a sus espaldas, pero con la filtración entre algunas de sus últimas partituras de un estilo ya nuevo; un nuevo modo concebir su música que después de estos siete días de la semana iba a abordar Karlheinz Stockhausen en Klang, un ciclo que aborda las 24 horas del día y del que iremos dando cuenta en Mundoclasico.com a medida que sus diversos capítulos constituyentes vayan apareciendo en el catálogo de la Stockhausen Verlag.

Estos discos han sido enviados para su recensión por la Stockhausen Stiftung
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