España - Andalucía
¡Carajo con el telonero!
Xoán M. Carreira

Compuesta en Barcelona entre el 20 de julio y el 20 de septiembre de 1938, con destino a un importante concurso de composición que se celebraba en Bruselas bajo los auspicios de la Reina Elizabeth -y que Bautista ganó-, esta Sonata padeció la doble maldición de la Guerra Civil española y de la 2ª Guerra Mundial y permaneció olvidada tras un fugaz episodio de gloria hasta la reciente restauración de su partitura, instigada por Juan Carlos Garvayo, y su reciente reestreno por el Trío Arbós y el viola Sergio Sáez (se tocó en Buenos Aires en 1953, en una única oportunidad). Si alguien tiene dudas sobre la relevancia del Concours International de Composition Musicale de 1939, el tribunal acredita suficientemente la valía de la obra: Presidente: Joseph Jongen (Bélgica); Arthur Bliss (Inglaterra); Alfredo Casella (Italia); Jacques Ibert (Francia); Tibor Harsanyi (Hungría); Arthur Honegger (Suiza); Willem Pijper (Holanda); Alexander Taansman (Polonia) y Heinz Tiessen (Alemania). El estreno, a cargo del Quatour Belge a Clavier (Guillaume Mombaerts, Edmond Harvant, Charles Foidart y Joseph Wetzels) que organizaba el concurso, se realizó el 8 de febrero de 1939, en el Palacio de Bellas Artes de Bruselas. Por motivos de protocolo la obra está dedicada a la Reina Elizabeth de Bélgica.

Foto © 2010 by Xavi Miró
A continuación, el Cuarteto Diotima interpretó una versión sencillamente sensacional del Cuarteto en Fa Mayor de Maurice Ravel, una 'especialidad de la casa' para dejar boquiabiertos a tirios y troyanos. Los andaluces diciendo cosas lindas son únicos, y lamento no haber tenido una grabadora a mano para poder reproducir aquí algunos de los piropos dedicados al Diotima que escuché durante el intermedio en la placita frente al Teatro Calderón.

Foto © 2010 by Xavi Miró
Como muchos lectores saben, uno de mis grandes amores es la música de la época napoleónica, no sólo la de Beethoven pero también la de él, claro está. Por eso esperaba como agua de mayo la reunión del clarinetista José Luis Estellés con el Cuarteto Diotima para interpretar el Cuarteto op. 34 de Carl Maria von Weber, que fue introducido por Estellés con un breve comentario salpicado de sabrosas anécdotas sobre la historia del clarinete y los clarinetistas de Weber. Esta segunda parte dedicada al elegante y siempre lúcido Weber, tras haber escuchado la música de Bautista y Ravel, fue todo un acierto de programación en un festival que se caracteriza precisamente por el meticuloso diseño de sus programas. Y la interpretación, como era previsible, brilló a la altura. Personalmente disfruté del 'Adagio ma non troppo' que proporciona a Estellés tantas oportunidades de lucir su cantabile, pero evidentemente no pude resistirme a la fiesta del 'Rondo' que acabó de entusiasmar al público que a la salida hizo cola para que el Cuarteto Diotima les firmase discos y programas.
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