Entrevistas
“Estamos frente al estreno de una obra magistral"
Julián Carrillo

Pregunta. ¿Cómo es la JORCAM?
Respuesta. Es una excelente orquesta joven, con unas condiciones de trabajo que me parecen ideales y los chavales tienen un compromiso y una seriedad envidiable ¡hemos estado ensayando 8 horas al día! Su autonomía les permite incluso hacer giras o actividades fuera de España, como un reciente viaje a Vietnam.
P. Háblenos de los paralelismos y diferencias artísticas o técnicas entre la OJSG y la JORCAM.
R. En cuanto a nivel de los alumnos, yo diría que en metales y percusión las dos están al mismo nivel; en maderas lleva una ligera ventaja la JORCAM -a lo mejor los alumnos son un poco mayores- sobre la OJSG. Pero la diferencia mayor se encuentra en la cuerda, especialmente en primeros violines, donde el nivel del conjunto madrileño es mejor. En cualquier caso, las dos formaciones son muy similares y el ambiente que se respira en los ensayos y fuera de ellos es casi idéntico, aparte de ciertos rasgos propios de cada región. Y en las dos hay que sudar mucho la camiseta, pero al final he gozado mucho del trabajo y creo que el concierto fue un gran evento.
P. Háblenos, pues de este trabajo con la JORCAM.
R. Bueno, en realidad son dos programas: el primero es el del concierto que se celebró el sábado 18 de septiembre en Festival Internacional de Música de Alicante, con obras de Carlos Cruz de Castro, (Hueheutl), José Luis Turina (Hércules y Cronos, encargo de la OSG para el octavo centenario de la ciudad de A Coruña en 2008), David del Puerto (Cap de Quers) y el estreno mundial de Evocación de Miguel Hernández, de Jesús Torres. Y un segundo para dos conciertos en la Comunidad de Madrid (Leganés y Madrid), los días 24 y 25 de septiembre, con la obra de Torres y la Tercera sinfonía de Schumann, que ya estaba en la primera proposición que mandé a la JORCAM. El programa de trabajo previsto inicialmente se tuvo que cambiar porque surgió esa invitación de Alicante para realizar la creación de la obra de Jesús Torres.
P. ¿Cómo se ha sentido ante el reto de dirigir un estreno mundial en un festival internacional?
R. Al principio “acojonado” (sic), pero cuando pude empezar a estudiar la partitura mis miedos dieron paso a mi entusiasmo. Solo tenía que guiarme por la increíble energía que surge de la partitura para organizar su estudio y posteriormente el trabajo con los músicos.
P. ¿Cómo es Evocación de Miguel Hernández?
R. Para mí, estamos frente al estreno de una obra magistral. Desde que empecé a estudiarla me he quedado estupefacto por su intensidad y profundidad; está estructurada en cinco movimientos, de los cuales el segundo y cuarto son con coro mixto y el último con soprano solista. Los textos para las partes cantadas son de poemas de Miguel Hernández: Vientos del Pueblo me llevan (segundo movimiento), Madre España (cuarto) y Guerra (quinto). Los dos movimientos instrumentales son inspirados en lecturas de Un carnívoro cuchillo y El tren de los heridos.
P. ¿Qué le ha impresionado más en este trabajo?
R. Aunque mi conocimiento de la obra de Hernández es reciente, puedo decir que me parece imposible presentar esos poemas de mejor manera, tan potente y emocional; tan verídica. Los poemas son absolutamente extraordinarios y la música ideal. La obra presenta dificultades endiabladas al mismo tiempo que un discurso perfectamente comprensible. Para los jóvenes músicos ¡y para mí! es un reto tremendo ajustar todo manteniendo la claridad y la expresividad.
P. ¿Cómo ha vivido el concierto?
R. En la primera parte estaba especialmente contento de la increíble concentración de los chavales, creo que lo han tocado todo a la perfección, o casi. Obviamente no habíamos dedicado tanto tiempo a esa primera parte como a la obra de estreno, pero lo suficiente para que todos estuviéramos confortables en el escenario, y el resultado me ha impresionado. En cuanto a Evocación... me es bastante díficil comentar el concierto porque estaba tan dentro de la música que apenas empezamos ya había acabado, y eso que dura unos 40 minutos, pero estaba tan concentrado que el tiempo se detuvo completamente, ¡y sólo los aplausos me permitieron regresar a la tierra! En pocas ocasiones me ha pasado eso, o más bien nunca, fue increíble.
P. ¿Y su acogida por el público?
R. En cuanto a la respuesta del público, creo que fue muy positiva. Ya la calidad del silencio después de las ultimas sílabas de Celia [Alcedo, la soprano dramática que cantó en la obra] en el último movimiento fue para mí el verdadero homenaje a la calidad de la obra. Después los numerosos aplausos y salidas al escenario sólo confirmaron lo que ese silencio proclamó con tanta claridad. Me siento muy orgulloso de poder haber sido un artífice del nacimiento de esa fantástica obra y deseo poder presentarla lo antes posible en otros escenarios, más allá de los conciertos de Leganés y Madrid.
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