Argentina
Una propuesta razonable
Gustavo Gabriel Otero

El Teatro Argentino de la ciudad de La Plata -capital de la provincia de Buenos Aires- presenta una Temporada 2015 de reconocida popularidad para intentar, luego de casi dos años de crisis, recuperar a su público. La fórmula es sencilla y clara: títulos muy conocidos y precios de las localidades muy económicos. A lo que se suma una muy loable iniciativa denominada "ópera abierta" que da oportunidades a nuevos elencos y directores de orquesta seleccionados por medio de audiciones a preparar la ópera completa y presentarse ante el público en una de las funciones.
Este año inició su Temporada con la reposición de la puesta escénica del año anterior de La Traviata con un elenco similar [leer reseña], ahora fue el turno de Carmen, a la que seguirán Otello -una apuesta complicada en un mundo lírico casi sin protagonistas para este rol-, la zarzuela La corte del faraón y la inoxidable La Bohème.
El muy buen nivel vocal del elenco nacional convocado, la puesta en escena adecuada y el entusiasta apoyo del público que colmó la capacidad del teatro y disfrutó a pleno de la función ratifican una etapa de recuperación y esperanzado crecimiento.
En cuanto a la versión ofrecida de esta Carmen de Georges Bizet se prefirió la original de 1873 con diálogos hablados aunque con algunos cortes. Para hacer esta versión se necesitan artistas con un excelente francés y que tengan pleno dominio de las inflexiones del idioma galo. No fue el caso.
Momento de la representación de 'Carmen' de Bizet. Dirección musical, Tulio Gagliardo. Dirección escénica, Valeria Ambrosio. La Plata, Teatro Argentino, junio de 2015 © Teatro Argentino de La Plata, 2015
Valeria Ambrosio trazó una puesta escénica sin sorpresas, tradicional en líneas generales, que no aportó nada nuevo pero que no opacó la obra, con una locación vagamente contemporánea. Ecléctico, poco feliz y sin un anclaje temporal determinado el vestuario diseñado también por Valeria Ambrosio, con mixtura de estilos y épocas. Los soldados son casi contemporáneos vestidos de fajina, el pueblo parece salir de entreguerras, Carmen está caracterizada vagamente como una gitana, los contrabandistas son de algún momento del siglo XX, lo que parece corresponder con la estética de Ambrosio de superponer estilos sin optar por ninguno.
El planteo escenográfico de René Diviú fue muy acertado pero poco funcional ya que los cambios de escena necesitaron de tres intervalos, que determinaron un espectáculo de casi cuatro horas de duración. Correcta la iluminación de Willy Landín y prescindible la coreografía de Alejandro Ibarra con la presencia de alter egos de los tres protagonistas principales.
Momento de la representación de 'Carmen' de Bizet. Dirección musical, Tulio Gagliardo. Dirección escénica, Valeria Ambrosio. La Plata, Teatro Argentino, junio de 2015 © Teatro Argentino de La Plata, 2015
Tulio Gagliardo condujo con pericia y sin sobresaltos a la orquesta Estable logrando una razonable versión musical.
Adriana Mastrangelo se lució como Carmen. Tiene la vocalidad para la parte, su canto es seguro y su voz es pareja en toda la extensión del registro. Compenetrada actoralmente con el rol, aunque su belleza y porte aristocráticos no sean muy ajustados a la figura de la gitana, logra convencer y conmover a lo largo de la representación.
Enrique Folger fue un Don José varonil y vehemente. Su voz se escucha con notable volumen y conoce la parte a la perfección. Sólo se le podría pedir menos vehemencia y más sutileza en algunos momentos. Es uno de los mejores tenores locales del momento y debe cuidarse -y ser cuidado por los programadores- para seguir en el lugar de privilegio artístico que tiene.
Momento de la representación de 'Carmen' de Bizet. Dirección musical, Tulio Gagliardo. Dirección escénica, Valeria Ambrosio. La Plata, Teatro Argentino, junio de 2015 © Teatro Argentino de La Plata, 2015
El barítono Leonardo Estévez como Escamillo volvió a demostrar todo su nivel profesional encarnando un rol para el cual tiene la estampa perfecta y que pule cada vez que vuelve a él, aunque aún le falta seguridad en un par de agudos.
La soprano María Bugallo fue una correcta Micaela, la dupla Frasquita - Mercedes está bien servida por Victoria Gaeta y Rocío Arbizu mientras que Sebastián Sorarrain repite su impecable Dancairo. Adecuados Patricio Oliveira (Remendado) y Walter Schwartz (Zúñiga). Irregular Sebastián Angulegui como Morales e impecable Fernando Álvar Núñez como Lilas Pastia. Preciso el Coro Estable y de buen desempeño el de niños.
En suma: una propuesta razonable para una Carmen de muy buen nivel local.
Comentarios