Reportajes

Karl Marx, de sospechante a sospechoso

Juan Carlos Tellechea
jueves, 31 de agosto de 2017
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Sin mucha alharaca y todavía bajo los embriagadores efectos del V Centenario de la Reforma Protestante (1517) de Martín Lutero (1483-1546), Alemania ha comenzado muy silenciosamente a evocar el 200º aniversario del filosófo, economista, periodista, intelectual y militante comunista Karl Marx (Tréveris, 5 de mayo de 1818–Londres, 14 de marzo de 1883), más conocido como Carlos Marx o simplemente como Marx en el mundo de habla hispana.

El Estado federado de Renania-Palatinado -donde se encuentra Tréveris- realizará el próximo año -entre el 5 de mayo y el 21 de octubre- una gran exposición titulada Karl Marx, 1818-1883. Leben.Werk.Zeit [Karl Marx, 1818–1883. Vida, obra, época), patrocinada por el presidente federal de Alemania, Frank-Walter Steinmeier. La muestra tendrá lugar en dos museos: el Rhenisches Landesmuseum y en el Stadtmuseum Simeonstift de la ciudad natal del autor de El Capital, El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte y (en coautoría con Friedrich Engels, 1820–1895) del Manifiesto del Partido Comunista. Los guías turísticos de Tréveris ya tienen preparados sus itinerarios para mostrar a los visitantes los sitios más destacados en la biografía del pensador alemán, entre otros su casa natal, hoy convertida en museo (perteneciente a la Fundación Friedrich Ebert, próxima al Partido Socialdemócrata Alemán, SPD).

Pero no todo ha transcurrido tan plácidamente allí. Durante meses el municipio ha mantenido un acalorado debate sobre si debía aceptar o no una enorme estatua de Karl Marx obsequiada a Tréveris por la República Popular de China. El monumento de más de seis metros de altura (pedestal incluido), esculpido por el artista Wu Weishan, fue finalmente aceptado por mayoría de 42 concejales (frente a siete en contra y cuatro abstenciones) y será emplazado puntualmente para la conmemoración cerca de la histórica y emblemática Porta Nigra (de la época romana). Anualmente acuden a Treveris más de 150.000 turistas chinos para peregrinar en especial a los lugares más relevantes  relacionados con Marx y se espera un número muy superior de ellos para 2018. 

 Karl Marx, 1818-1883. Leben.Werk.Zeit Karl Marx, 1818-1883. Leben.Werk.Zeit © 2017 by Karl-Marx-Ausstellung

Marx, junto con Engels, padre del socialismo científico, del comunismo moderno, del marxismo y del materialismo histórico, pasó más de la mitad de su vida como exiliado apátrida (y no exento de dificultades económicas) hasta su fallecimiento en Londres (entonces, la ciudad más grande del mundo) en 1883. Está enterrado en el Highgate Cemetery de la capital británica, donde, entre otros, se encuentran sepultados los restos del pintor Lucian Freud, del filósofo Herbert Spencer (tumba enfrente a la de Marx) y, paradójicamente, del ex agente secreto del KGB soviético Alexander Litvinenko, muerto en 2006 en misteriosas circunstancias por intoxicación con polonio (radiactivo), tras pasarse al servicio secreto británico MI6 y convertirse en duro crítico del presidente de Rusia, Vladimir Putin.

Heinrich Rosbach, Retrato de Karl Marx en su época de estudiante en Bonn, 1835/36Heinrich Rosbach, Retrato de Karl Marx en su época de estudiante en Bonn, 1835/36 © Stadtmuseum Simeonstift, Schenkung aus Familienbesitz (Constantin Knyrim).

Marx se formó primeramente en la Universidad de Bonn (1835) y después (1836) en la Friedrich-Wilhelm, hoy Humboldt, de Berlín, donde confrontó el influjo intelectual del idealismo filosófico de Georg Wilhelm Friedrich Hegel, 1770–1831, revolucionario de la dialéctica con profundo impacto en el materialismo histórico marxista. Uno de los apartados de la muestra de Tréveris se titula Toda una vida huyendo. Cuando Marx y su mujer, Jenny, llegaron exiliados a Londres en 1849, fugándose de las persecuciones y de la censura de los prusianos, arribaban a diario a esa capital y a París miles de migrantes, entre ellos su primo en tercer grado, el escritor Heinrich Heine (Düsseldorf, 1797 – París, 1856), también de origen judío. Tal vez menos conocido sea el parentesco en primer grado de Marx con su primo Frederik Philips (1830–1900), banquero e industrial neerlandés, uno de los fundadores, junto con sus hijos Gerard, (1858–1942) y Anton (1874–1951) de la Compañía Philips (1891, en Eindhoven), hoy una de las empresas de tecnología más importantes del mundo.

En febrero pasado fue estrenado el filme El joven Marx del director haitiano Raoul Peck (Lumumba, la muerte del profeta, 1992), con August Diehl en el papel protagonista y Stefan Konarske en el de Engels. La cinta, lamentablemente, fue tibiamente recibida por la crítica y el público que la consideraban algo floja y exageradamente apologética del radicalismo marxista.

El periódico económico Handelsblatt ha comenzado a publicar una serie divulgativa sobre Cómo evalúan destacados economistas la teoría de Karl Marx, con opiniones, entre otros, del Premio Nobel Robert Shiller, del ex ministro griego de finanzas Yanis Varoufakis, del investigador estadounidense Robert Gordon y de académicos como Reiner Eichenberger (Universidad de Friburgo), Ernst Fehr (Universidad de Zurich) y Michael Graff (Escuela Politécnica Federal de Zurich).

Karl Marx y Friedrich Engels con Jenny, Eleanor y Laura Marx en 1864Karl Marx y Friedrich Engels con Jenny, Eleanor y Laura Marx en 1864 © International Institute of Social History (Amsterdam)

Das Kapital – Kritik der politischen Ökonomie (El Capital. Crítica de la economía política), una obra en tres tomos (concluida por Engels, tras la muerte de Marx y a partir de notas dejadas por éste), por muchos invocada, pero por muy pocos a fondo estudiada, y que vió la luz pública hace 150 años (1867), enuncia muchos pronósticos que no se han confirmado en los hechos (al menos hasta ahora), pero también algunos que son impresionantemente certeros. Sin ir más lejos, la tendencia del capitalismo hacia la búsqueda del crecimiento económico infinito, creando falsas necesidades: la extensión de los productos y las necesidades se vuelve una especie de calculada y confabulatoria servidumbre a sofisticados apetitos imaginarios, inhumanos e innaturales. O dicho de otra manera aún más esclarecedora por el propio pensador alemán: la desvalorización del mundo humano crece en razón directa a la valorización del mundo de las cosas.

Como la rueda de la historia sigue girando y los acontecimientos políticos, económicos y sociales que nos incumben en estas décadas de ninguna manera están resueltos, hay quienes piensan que Marx ha subestimado la capacidad del capitalismo de transformarse y de afrontar sus propias crisis, del mismo modo que no faltan quienes entienden que acertó a pronosticar el triunfo de la socialdemocracia europea. Lo cierto es que sus teorías, que han marcado la historia del siglo XIX y del XX, siguen siendo controvertidas hasta hoy. Si bien a Marx se le ha exigido la imposible proeza de ser profeta infalible además de espléndido economista e historiador, está fuera de toda duda que con sus trabajos ha contribuido a una mejor  comprensión de la economía mundial, mucho más allá de los límites del espectro político de izquierda. 

Retrato fotográfico de Karl MarxRetrato fotográfico de Karl Marx © International Institute of Social History, Amsterdam

Más aún si consideramos la evolución desde el colapso de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín, pasando por las sucesivas intervenciones de Estados Unidos que han abierto la caja de Pandora (terrorismo islamista, engendrado por la rivalidad entre Arabia Saudita, los Emiratos Árabes e Irán por el dominio) de Oriente Medio, y el imparable ascenso de China como potencia mundial de primer orden, enfrentada a un presidente norteamericano del tamaño de Donald Trump, creador de caos en su propio hogar.

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