Artes visuales y exposiciones

El maestro del autobombo

Juan Carlos Tellechea
viernes, 29 de septiembre de 2017
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Soy el más alto, el más fuerte, el más valiente y temerario, el más guapo y el hijo predilecto de mi mamá. Así podríamos resumir el narcisismo de un legendario rey de Inglaterra: Ricardo I, más conocido por su bravura como Ricardo Corazón de León, hijo de Leonor de Aquitania, de la casa de Poitiers, y de Enrique II Plantagenet, al que la ciudad alemana de Speyer (o Espira) dedica una suntuosa y muy interesante exposición, primera sobre este tema en tierra firme europea, en su palaciego Historisches Museum der Pfalz (Museo Histórico del Palatinado).

La exhibición, titulada Richard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener (Ricardo Corazón de León – rey, caballero, prisionero), catálogo publicado por la editorial Schneller und Steiner de Regensburg, presenta hasta el 15 de abril del año próximo 180 obras de arte y objetos de siete países europeos. Entre ellos, se exhiben manuscritos de 1.000 años de antigüedad (verbigracia, un ejemplar original de la Carta Magna de 1217), valiosos crucifijos, armas y relicarios (como la arqueta que contenía el corazón del monarca).

Richard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener Richard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

Estos testimonios relatan la historia de un hombre que durante toda su vida y como ningún otro soberano de la Edad Media, polarizó a la sociedad de su tiempo. Era -lo que se dice hoy- un maestro en el arte de darse bombo con puestas en escena propagandísticas en su propio beneficio, afirma el director del museo, Alexander Schubert, cuyo equipo necesitó cuatro años para preparar la muestra.

Esta misma institución profundizará en el mundo de las sagas y presentará desde el 12 de noviembre próximo al 3 de junio de 2018 otra exhibición alusiva a un personaje absolutamente mítico, Robin Hood, al que pretendidamente se quiere víncular (sin pruebas fehacientes) con Ricardo Corazón de León y con su hermano menor (sucesor en el trono), Juan sin Tierra, si bien las baladas del folclore inglés medieval lo mencionan por primera vez en el siglo XV.

Richard Löwenherz – König, Ritter, GefangenerRichard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

Ricardo Corazón de León, sobre cuyos detalles biográficos persisten las controversias en los círculos académicos, nació en el palacio de Beaumont, Oxford, el 8 de septiembre de 1157 y murió víctima de un atentado en Châlus, Limousin, Francia, el 6 de abril de 1199.

Descendiente, por linaje paterno, del normando Guillermo I (el Conquistador), fue rey de Inglaterra desde 1189 hasta su muerte y prometido (desde su infancia) de Adela de Francia (hija del rey Luis VII y su segunda mujer, Constanza de Castilla), a la que finalmente repudió por haber sido violada por su padre, Enrique II de Inglaterra, quien la convirtió en su concubina. Por línea materna fue conde de Poitiers y duque de Aquitania.

Afirman los expertos, como el profesor Stefan Weinfurter, de la Universidad de Heidelberg, integrante del consejo de científicos que avala a la exposición, que Ricardo Corazón de León fue un hombre con una buena educación, que compuso poesía en francés y en occitano. Se decía que era muy atractivo, con un cabello entre pelirrojo y rubio, ojos claros y tez pálida; al parecer de estatura superior a la media, según las leyendas entre 1,80 y 1,96 metros, dato imposible de confirmar. Sus restos ya estaban perdidos en tiempos de la Revolución francesa.

Richard Löwenherz – König, Ritter, GefangenerRichard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

El carácter de Ricardo Corazón de León parece más cercano al de su madre, Leonor de Aquitania, que al de su padre, sostiene Weinfurter. Censurado y celebrado a la vez por los trovadores más notables de su época, desde su muerte varias leyendas (algunas, por instancias de su madre, pretenden relacionarlo con las míticas gestas del rey Arturo y su espada Excalibur), poemas escritos por él (dos al menos han llegado hasta nuestros días) y obras basadas en su persona han contribuido a engrandecer su figura hasta límites inimaginables.

Una bella estatuilla de bronce que reproduce el monumento ecuestre de Ricardo I, espada en alto, emplazado ante el parlamento británico en Londres, fue cedida especialmente para la muestra por la reina Isabel II de Inglaterra. Desde temprana edad Ricardo pareció tener habilidades políticas y militares destacadas y se hizo notorio por su valentía y disposición al combate, librando duras campañas para controlar las rebeliones de los nobles en su propio territorio. Al igual que sus hermanos, Ricardo desafiaba constantemente la autoridad de su padre y su sentido de la responsabilidad se tornaba cuestionable.

Richard Löwenherz – König, Ritter, GefangenerRichard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

Berenguela de Navarra (hija de Sancho VI de Navarra y de Sancha de Castilla) también le fue prometida, aunque en secreto y por intercesión de Leonor de Aquitania. Cuando Ricardo iba camino de Palestina en la tercera Cruzada, se unió con Berenguela en la ciudad siciliana de Mesina, y se casaron el 12 de mayo de 1191 en la capilla de San Jorge de Limassol, en Chipre. Este matrimonio no engendró hijos. Algunos historiadores ponen en duda su consumación, entre otras cuestiones por la presunta homosexualidad de Ricardo; inclinación que no habría sido muy estricta, según otras fuentes que dan cuenta de la existencia de un hijo bastardo y de su costumbre de violar a las mujeres de aquellos pueblos que se resistían a su vasallaje.

Berenguela nunca llegaría a conocer Inglaterra, ya que desde 1191 hasta 1192 vivió en San Juan de Acre, Palestina, mientras su marido estaba en plena campaña contra los sarracenos liderados por el sultán Saladino. Más tarde volverían a Europa, por separado, y desde el 20 de diciembre de 1192 al 4 de febrero de 1194, período en el que Ricardo estuvo cautiverio en diversas prisiones de Austria y de Alemania (durante un año, un mes y 16 días), ella vivió en Poitiers, Francia, colaborando con Leonor de Aquitania en la consecución del cuantioso rescate exigido por Leopoldo V, duque de Austria, 100.000 marcos (o el equivalente a 23 toneladas de plata) para liberar al rey de Inglaterra.

Richard Löwenherz – König, Ritter, GefangenerRichard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

La diplomacia no era su fuerte, y la arrogancia frente sus aliados en la tercera cruzado lo llevaron a esa comprometida situación. No se sabe por qué prefirió pasar por territorio austríaco, junto con sus criados, para regresar a Inglaterra, sabiendo que el duque de Austria lo acusaba de haber arreglado el asesinato de su primo Conrado de Montferrato, rey de Jerusalén. Imprudente como era, lo delataron sus propias actitudes cuando se encontraba cerca de Viena. Cometió la necedad de hacerse pasar por un humilde peregrino, pero sin quitarse el anillo real que llevaba ni disimular el voraz apetito que sentía por comerse un pollo asado (costumbre de la aristocracia de entonces) que él mismo se había preparado.

El duque de Austria lo entregó más tarde, bajo ciertas condiciones, a Enrique VI Hohenstaufen, del Sacro Imperio Romano Germánico (sucesor de su padre, Federico I Barbarroja). Ricardo compareció ante el emperador y su corte en Speyer el miércoles 24 de marzo de 1193. Enrique VI lo acusó además de haber insultado a Leopoldo V y de haberse quedado con su botín (nada poco habitual en la época); haber pactado un vergonzoso acuerdo de paz con Saladino, haber derrocado y detenido al déspota de Chipre Isaac Comneno (pariente de la madre del duque de Austria, la emperatriz bizantina Teodora Conmena) y de haber vendido la isla a un protegido suyo y vasallo de Poitiers, Guido de Lusignan, a cambio de cederle éste el reino de Jerusalén. Eleonora de Aquitania movió cielo y tierra para conseguir el dinero y pagó el inmenso rescate reclamado, parte del cual sirvió al emperador para conquistar el reino de Sicilia en 1194.

Castillo de Ricardo Corazón de LeónCastillo de Ricardo Corazón de León © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

Durante la presentación a la prensa, los organizadores de la muestra realizaron una excursión para mostrar el castillo de Trifels (a unos 45 minutos en autobus por autopista y por carretera federal desde Speyer y tras atravesar dos túneles bautizados como Hohenstaufen y Enrique Corazón de León), edificado sobre un escarpado promontorio en el bosque del Palatinado (que limita al sur con el macizo de los Vosgos, Francia), donde el rey de Inglaterra estuvo prisionero en 1193. La construcción militar, la más moderna de la época, estaba vigilada desde otros seis castillos vecinos (le hubiera sido imposible huir) y en su torre principal se encontraban los aposentos (entre ellos una capilla) donde estaba recluido el monarca.

Visto hoy a la distancia, el recinto, muy lejos de ser un lúgubre calabozo, representaba para la época una especie de suite, comparable a la de un hotel de cinco estrellas de nuestros días. Sin embargo, mucho frío debió haber pasado allí Ricardo, quien en una carta a su madre le pedía que le enviará un manto para abrigarse.

Aunque se asegura que Berenguela y su marido nunca volvieron a reunirse, lo cierto es que entre 1195 y 1996 se reconciliaron y reiniciaron su convivencia. Proyectaron incluso la construcción de una residencia en Thorée, en el condado de Anjou, Francia, pero las contínuas disputas territoriales entre Ricardo y el rey Felipe II de Francia (llamado Augusto), séptimo de la dinastía de los capetos, volvieron a separar al matrimonio, esta vez definitivamente.

Richard Löwenherz – König, Ritter, GefangenerRichard Löwenherz – König, Ritter, Gefangener © 2017 by Historisches Museum der Pfalz

Ricardo murió en brazos de su madre el 6 de abril de 1199. Pocos días antes, al atardecer del 26 de marzo, incauto, había dado un paseo sin su cota de malla por los alrededores del castillo de Châlus-Chabrol, en Limousin, donde había sofocado la revuelta del vizconde Aimar V de Limoges. Un joven ballestero (resultó ser un niño) apostado sobre la muralla le disparó un saetazo que lo hirió en el hombro izquierdo cerca del cuello.

Intervenido quirúrgicamente de urgencia, el médico pudo extraer el virote, pero la herida fue mal curada y se gangrenó. Ante la complicada situación y la perspectiva de una muerte inminente, Ricardo arregló rápidamente todos sus asuntos. Legó sus territorios a su hermano Juan y sus joyas a su sobrino Oton (hijo de su hermana Matilde y de Enrique el León, duque de Sajonia y de Baviera, miembro de la dinastía de los güelfos). Ricardo perdonó al niño, pero un infame mercenario suyo lo desolló vivo y lo colgó, contrariando la voluntad real.

Las vísceras del rey de Inglaterra fueron enterradas en el lugar de su muerte, su cuerpo fue sepultado a los pies del de su padre en la abadía de Fontevraud, en Anjou, y su corazón fue guardado en el cofre de plomo antes mencionado en la catedral de Ruan, capital de la región de Normandía y del hoy departamento de Sena Marítimo. En la exposición se exhiben asimismo las copias en yeso de los monumentos funerios de Leonor de Aquitania y de Ricardo Corazón de León en Fontevraud.

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