Reportajes

Iñaki Estrada y Musikagileak en el Festival ISCM2017

Daniel Martínez Babiloni
lunes, 27 de noviembre de 2017
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Durante la primera semana de noviembre la Sociedad Internacional de Música Contemporánea (ISCM en sus siglas en inglés) ha celebrado las jornadas conocidas como World New Music Days (WMD) en Vancouver (Canadá). Dicho evento está organizado conjuntamente por la Canadian League of Composers, en calidad de sección de la sociedad internacional, y la promotora de conciertos de música actual, Music on Main (miembro asociado), domiciliada en aquella ciudad costera del Pacífico. Al mismo tiempo la ISCM realiza su asamblea anual.

Esta es la segunda vez que el país norteamericano acoge este festival desde la fundación de la ISCM en 1922. Aquel año, en paralelo al Festival de Salzburgo transcurrió una sección dedicada a la música de cámara vanguardista organizada por Rudolf Réti. En ella participaron compositores como Anton Webern, Paul Hindemith, Béla Bartók, Zoltán Kodály, Arthur Honegger y Darius Milhaud, entre otros. Este fue el embrión de un encuentro anual en el que un centenar de autores de todo el mundo presentan sus propuestas. Entre los principios fundacionales de la sociedad destaca su interés por superar fronteras nacionales e intereses particulares, así como difundir y promover la música contemporánea “independientemente de las tendencias estéticas o la nacionalidad, raza, religión o puntos de vista políticos del compositor”.

Al vaivén de la política

Sin embargo, a pesar de estos buenos propósitos, la ISCM no ha sido ajena al devenir político mundial. En Alemania, Richard Strauss presidió una contra-organización creada en 1934 al ser prohibida la sección germánica. También en Italia, Japón, URSS, Suecia y Checoslovaquia se vivieron situaciones similares. Durante la Guerra Fría la asociación favoreció el contacto entre bloques.

En España, Manuel de Falla tuvo la inquietud de organizar una sección propia poco después de que la sociedad internacional echara a andar. Enrique Fernández Arbós fue su primer presidente y Adolfo Salazar su secretario. El décimo quinto festival internacional se celebró en Barcelona tres meses antes del golpe de estado del 18 de julio de 1936. Las gestiones de Joan Lamote de Grignon, Roberto Gerhard y Joan Llongueras hicieron posible que se estrenara el Concierto para violín de Alban Berg. Simultáneamente, Higini Anglés fue el anfitrión del III Congreso Internacional de Musicología. La Guerra Civil llevó a muchos músicos al exilio y con ellos sus actividades en el seno de la sección española (SIMC).

Con la institución dividida y fuera del amparo internacional, durante los años cuarenta las tensiones entre Gerhard y Óscar Esplá marcaron su sino. El primero pretendía mantenerla con el marchamo de institución republicana en el exilio, al tiempo que intentó configurar la sección catalana, y el segundó actuó en favor de refundarla al calor del nuevo régimen, como así sucedió. En 1955 la SIMC-España fue readmitida en la ISCM. El mismo Esplá fue su presidente (ya había ostentado otros cargos con anterioridad a la Guerra) y le acompañaron Joaquín Rodrigo, Frederic Mompou, Manuel Palau, Xavier Monsalvatge, Enrique Franco y Antonio Iglesias. Los de Esplá y Falla son los únicos nombres españoles que constan como miembros de honor de la ISCM en un listado impresionante.

El 20 de mayo de 1965 el auditorio del Ministerio de Información y Turismo albergó el concierto inaugural de la cuadragésimo cuarta edición del festival cuyo programa fue interpretado por la orquesta de RTVE, dirigida por Odón Alonso. Los sucesores de Esplá en la presidencia han sido Cristóbal Halffter, Luis de Pablo y Alfredo Aracil. Según comentaba Jesús Villa-Rojo, quien participó en los WMD de Estocolmo en 1978, bajo la presidencia de Halffter y la secretaría de Tomás Marco hubo un intento de convocar de nuevo el festival en nuestro país en 1982, pero finalmente no se llevó a cabo. Actualmente España no cuenta con sección propia.

Iñaki Estrada representa a Musikagileak

Musikagileak es la sociedad de compositores de Euskal Herria. Se trata de una asociación sin ánimo de lucro que promueve y promociona la música vasca, con especial interés por la creación actual. Su junta directiva está presidida por Gabriel Erkoreka y formada por Iñaki Estrada, Pascal Gaigne, Jagoba Astiazaran, Ramón Lazkano y Mikel Chamizo. Desde 2015 está asociada a la ISCM. Para ello tuvo que presentarse en la asamblea celebrada en Eslovenia y ser admitida por el resto de miembros. Esta entidad pertenece a la categoría “Full Associate Member”, lo que significa, según la normativa, que representa la vida musical contemporánea en una región geográfica o cultural de un país que o bien posee una sección o bien no puede mantener una sección. No obstante, podría conformar una sección como sucede en el Reino Unido: lo son por separado Gales y el resto de Gran Bretaña.

Entre los derechos que otorga esta membresía está el de presentar una obra compuesta por uno de los asociados en representación del conjunto. Para ello, el país anfitrión expone con antelación de qué medios dispone y establece una serie de categorías. En esta ocasión: cuarteto de cuerda, orquesta de cuerdas, orquesta, solistas, ensemble de percusión, ensemble instrumental, instalación, electroacústica, coro-conjunto vocal, compositor-intérprete o instrumentos asiáticos. Con esta información la sección o socio correspondiente envía su propuesta. Musikagileak, tras realizar un llamamiento a sus miembros, envió seis composiciones para cubrir cuatro de las categorías posibles. Posteriormente, la organización de los WMD eligió Astiro (lentamente en euskera) de Iñaki Estrada. Una obra para conjunto de cámara que conjuga un sutil juego de velocidades que condiciona una serie de procesos rítmicos y armónicos.

Mikel Chamizo destaca de este proceso de selección su carácter democrático, abierto y transparente, posibilita la presencia de músicos poco conocidos y evita injerencias de editoriales o instancias oficialistas. Helga Arias y su obra Cellolar synthesis, para violonchelo y electrónica en vivo, fue la representante de la asociación vasca en la pasada edición celebrada en Tongyeong (Corea del Sur). En 2015 Infall de Héctor Parra cerró un festival en el que Luis Serrano Alarcón presentó Duende, four preludes para banda. En Suecia (2009) los representantes españoles fueron Eduardo Soutullo y Abel Paúl. En el catálogo de la ISCM se pueden encontrar obras de Ana Barrio, Xavier Adrien, Zuriñe Gerenabarrena, Pascal Gaigne, Ramón Lazkano, Javier Quislant, María de la Luz Romero, Lula Romero, José Miguel Alfaro, Mikel Urkiza e Isabel Urrutia.

Astiro será interpretada por el Ensemble Contemporain de Montréal (ECM+) dirigido por Véronique Lacroix el lunes 6 de noviembre. Completarán el programa obras de Grzegorz Pieniek (Polonia/Austria), Martin Rane Bauck (Noruega) y Ana Sokolović (Canadá), y una segunda pate interpretada por el Turning Point Ensemble con piezas de Sanda Majurec (Croacia), Alejandro Guarello (Chile), Farangis Nurulla-Khoja (Tajikstan/Suecia/Canadá) e Isidora Žebeljan (Serbia).

Presencia femenina y colectivos no heteronormativos

En la información que el festival proporciona aparece un considerable número de compositoras y la intención de hacer presente a colectivos no heteronormativos. Las obras escritas por jóvenes músicos son conjugadas por las de otros veteranos: Sept Papillons de la finlandesa Kaija Saariaho y una pieza para coro de R. Murray Schafer, The Star Princess and the Waterlilies. A ello hay que añadir conciertos con instrumentos reciclados, varios paseos sonoros organizados por el Vancouver Soundwalk Collective y charlas con algunos de los autores en un intenso y heterogéneo programa.

Parte del Festival será retransmitido por streaming en el apartado titulado ISCM2017 Across Canada.

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