Bajo la alfombra de Enrique Granados

36] El teniente coronel José Junceda, un flautista sin nada que ocultar

José María Rebés
viernes, 13 de julio de 2018
Rambla de Catalunya 82 © 2018 by Josep Maria Rebés Rambla de Catalunya 82 © 2018 by Josep Maria Rebés
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El compositor y pianista (y competente dibujante) Enrique Granados Campiña dejó unas pocas líneas biográficas en un manuscrito que la familia conservó hasta su donación al Museu de la Música de Barcelona. Se trata de un volumen encuadernado en tapas rojas, que en esta serie hemos denominado Cuaderno de memorias. En él explicó cómo se inició en el estudio de la música:

Como dije al principio de esta historia, había empezado a estudiar el piano: Don Francisco Javier Jurnet [sic], fue mi primer maestro, pero antes había sido iniciado en música por D. José Junceda; militar zaparo a la antigua, castellano viejo y flautista, aunque con algún trabajo, pues le faltaban dientes y estos son muy necesarios para soplar bien, o tañer, según los sabios.

Así dejó por escrito Enrique Granados sus inicios musicales, en un manuscrito al que la familia llama “el cuaderno rojo”, por el color de sus tapas de cartón. Fue en Barcelona donde inició Enrique Granados sus estudios musicales, aunque Pau Casals afirmaba que el compositor leridano había comenzado sus estudios con el director de la banda local de Lleida1, lo cual no es creíble, puesto que la familia marchó de la ciudad cuando Enrique no tenía cumplidos todavía los tres años. El musicólogo Antonio Fernández-Cid también lo decía así: el capitán José Junquera le ha brindado en Lérida las primeras lecciones2.

En un diario catalán de 1935 se indicaba que:

una grave dolencia le privó de toda clase de estudios obligatorios y, habiendo demostrado una gran afición i disposición por la música, su padre le confió a José Junceda, militar como él, quien le enseñó los primeros elementos del solfeo y de la técnica del piano. Después, en Barcelona...

Está claro que si Granados se acordaba del aspecto físico de su primer profesor éste no podía haberle dado clases en Lleida y difícilmente en Tenerife, de donde volvió la familia cuando él tenía 4 años y medio. Las biografías más relevantes del compositor han pasado sistemáticamente por alto la búsqueda de información acerca de este militar flautista, indicando, a lo sumo, que el apellido podría ser Junquera, Junceda o quizás Junqueda.

Va siendo hora de poner luz en la oscuridad de esta referencia biográfica del compositor Granados. No se trata de un dato esencialmente nuevo, hace 60 años que se publicó quién era Junceda, pero al parecer ningún biógrafo del compositor había recogido el dato. La búsqueda no ha sido sencilla: el apellido Junceda no se encuentra como tal en el Archivo General Militar español, ni las variantes indicadas. Hubo pues que echar algo de imaginación, la de suponer que se podría tratar de un segundo apellido, de más peso sonoro que el primero. Surgió así, como primera opción, la de García Junceda, que resultó ser la buena, aunque, para nuestra sorpresa, se trataba de un apellido compuesto. En realidad, no se apellidaba Junceda sino García-Junceda, apellido compuesto ante el cual lo más fácil es simplificarlo quitando lo más común, el García, quedándose en Junceda. Una vez confirmado en el Archivo General Militar de Segovia, y obtenido la “Hoja de Servicios del Comandante D. José García Junceda4, el resto de la información se pudo rescatar a partir de la búsqueda de una identidad ya confirmada.

No era viejo en absoluto, había nacido en 1843, y en lo que respecta a los dientes poco o nada podemos saber de ello, pero sí que podemos observar que el lenguaje del compositor leridano en sus memorias es, cuando menos, irónico y punzante con diferentes personas de su infancia. Tenemos varios testimonios acerca de la identidad del militar Junceda, como el del escritor Rossend Llates, según el cual:

con motivo del reciente homenaje a nuestro gran dibujante [Juan García] Junceda [Supervia], pensé, por asociación de ideas, en Granados. Quizás ignoren algunos de mis lectores que entre ambos artistas existió, a más de una gran amistad, un parentesco espiritual. Granados, 14 años mayor que Junceda, era padrino de éste. Y el padre de Junceda, un militar como el padre de Granados, fue el primer maestro de música del pequeño "Chito"5 -que así llamaban familiarmente a Enrique en su casa-. Las dos familias, los García-Junceda y los Granados, vivían en el mismo inmueble, el que hoy lleva el 82, y antes el 80, de la Rambla de Cataluña6. Tanto el uno como el otro comandante, asturiano el padre de Junceda y cubano el de Granados, cultivaban la poesía a ratos perdidos y García-Junceda era, además, un estimable flautista aficionado7.

José García-Junceda y Mesanza era pues un militar vecino de los Granados en la vivienda de la Rambla de Cataluña, entre las calles de Valencia y Mallorca. No era un flautista militar, como se ha querido hacer ver, sino un aficionado a la música con suficientes conocimientos como para iniciar al joven Enrique en el solfeo. Pere Prat i Ubach lo explicaba de esta manera:

en esta casa vivía el comandante del ejército José García-Junceda y Mesanza, con su mujer Pilar Supervia i Ribera, a los cuales el día 1 de febrero de 1881 les nació su primer hijo8.En otro piso de la misma casa vivía la familia Granados, gran amiga de los García-Junceda. […] Los dos cabezas de familia se habían conocido en Lleida, años atrás. […] Los Granados tenían un hijo que consideraban como mentalmente retrasado, soso, nada apto para los estudios, al que llamaban Chito. El comandante García-Junceda […] pudo advertir cómo el hijo de su amigo ponía un gran interés en escuchar sus ejecuciones musicales. […] Pidió permiso al padre para darle unas lecciones elementales de solfeo y piano. El padre le dejó hacer, convencido de que todo esfuerzo sería inútil en un chico sin disposición para nada. Pero el hijo Granados demostró de inmediato excelentes dotes para la música9

Sin duda la relación profesional de ambos militares tuvo un peso importante en su amistad. Calixto Granados Armenteros sirvió en el Tercio de la Guardia Civil en Cuba, entre los años 1856 y 186610,y casualmente el padre de la mujer de García-Junceda, Mariano Supervia y Mostalac, había sido comandante del cuerpo en su última refundación, la de 184411.

Así pues, los estudios de Enrique Granados no comenzaron inmediatamente al llegar a Barcelona, sino algún tiempo después, ya establecidos en la Rambla de Cataluña. Como dato curioso, la mujer del militar García-Junceda era tía de la famosa mezzosoprano Concepción “Conchita” Supervia i Pascual. El año 1881 nació, efectivamente, el dibujante e ilustrador Juan García-Junceda y Supervia, uno de los más reputados de la primera mitad del siglo XX español, colaborador en numerosos revistas ilustradas de la época, como Picarol, Cu-Cut! y Papitu, entre otras, cuyo padrino fue un joven que todavía no había cumplido los 14 años: Enrique Granados12.

Lo que el expediente militar de Junceda nos dice es que nació en Barcelona el 27 de julio de 1843, a las siete y media de la mañana, hijo del capitán de Infantería Juan García-Junceda Fernández, natural de Parlero (Asturias) y de Patricia Mesanza Ugalde, natural de Vitoria, que habían contraído matrimonio el 15 de enero de 1840 en esta última ciudad. El contrayente era en el momento de su boda sargento del Regimiento de Granaderos de Infantería de la Guardia Real. Al hijo José García-Junceda se le impusieron los nombres de José María Pantaleón13. Entró en el ejército como cadete el 3 de julio de 1858, pocos días antes de cumplir los quince años, siendo su madre ya viuda desde 185514. Dado que la edad habitual, incluso mínima, para poder entrar de cadete eran los dieciséis años, tuvo que recibir un permiso de ingreso, indicado como “gracia” en su expediente. Por carta, había solicitado formalmente a la reina Isabel II, meses antes, el consentimiento para entrar en el ejército:

18 de enero de 1857

Señora

D. José García-Junceda y Mesanza, hijo de D. Juan García-Junceda (difunto) capitán de Infantería y de Doña Patricia Mesanza, ambos residentes en la ciudad de Oviedo, con el mayor respecto tiene el honor de hacer a V. M. presente: que deseoso de seguir la carrera de las armas en la Infantería […] y creyéndose con derecho a ser admitido con pensión entera, como hijo de militar muerto en servicio activo, toda vez que el dicho su padre falleció del cólera en el año de 1855 […] suplica a V. M. que se digne concederle plaza de cadete en el expresado Colegio, gracia que espera merecer del benigno y magnánimo corazón de V. M. cuya vida guarde el Cielo para felicidad de los españoles.

A. L. R. P. de V. M.15

Tras una carrera que se prolongó hasta su muerte, en 1893, la valoración recogida en su expediente muestra el gran aprecio militar que causó en sus superiores: “Valor – Acreditado”, “Aplicación – Mucha”, “Capacidad – Mucha”, “Conducta – Buena”, “Puntualidad en el servicio – Mucha” y muchas otras excelentes cualidades (Táctica, Ordenanza, Procedimientos Arte militar…). El expediente indica también que tuvo tres hijos y que su estatura era de 1.680 mm en su incorporación como cadete.

En enero de 1861 pasó a ser alférez por promoción y teniente por antigüedad en septiembre de 1867. Un año más tarde sería ascendido al grado de capitán, “por gracia general”. En enero de 1873 se confirmó su empleo de capitán por méritos de guerra, una guerra que en aquella época pertenecía a las llamadas Guerras Carlistas. La última de estas guerras tuvo lugar entre 1872 y 1876, y en ellas participó también el joven Calixto Granados Campiña, hermano del compositor leridano, quien ingresó como cadete en 1874 al cumplir los dieciséis años. José García-Junceda recibió el empleo de comandante en marzo de 1874, igualmente por méritos de guerra, recibiendo el empleo de teniente coronel, por sus servicios durante la campaña de las guerras carlistas, en marzo de 1876. Por último, en julio de 1888 ascendió por antigüedad a teniente coronel.

En cuanto a los destinos, tras sus inicios de cadete fue destinado al Regimiento Navarra 25, el Triunfante, en octubre de 1860, en el que permaneció, en diversas ciudades, hasta octubre de 1867. En una de ellas coincidió en Lleida con el entonces capitán Calixto Granados Armenteros, cuyo hijo compositor nació en la ciudad catalana el 27 de julio de 1867. Calixto Granados había llegado a Lleida en junio de 1867, destinado a la Península tras haber vivido toda su vida en Cuba. Tras el ascenso a teniente, García-Junceda recibió un nuevo destino acorde a su nuevo grado. Después de un paso breve por el Regimiento de Cazadores de Talavera, hasta finales de diciembre de ese mismo año, estuvo en el Batallón Provincial de Castilla La Vieja número 2 hasta finales de septiembre de 1874. Ya con empleo de comandante, estuvo en situación de remplazo en Cataluña hasta finales de año. Debió ser entonces cuando regresó a Barcelona, lo que daría una primera fecha de inicio de los estudios musicales de Enrique Granados: en 1875. Una vez en Barcelona, García-Junceda fue destinado al Regimiento de Infantería de Sevilla (residente en la ciudad condal) hasta finales de enero de 1875. Pasó a comisión activa de servicio hasta finales de julio de 1882, una época que pasó en la misma ciudad y que abarcó bastante más tiempo que la fase de estudios iniciales musicales de Granados. El 16 de diciembre de 1875 contrajo matrimonio con María del Pilar Supervía y Ribera. Por Orden Ministerial del 29 de octubre de 1876, recibió la placa de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, con fecha efectiva del 3 de abril del mismo año.

Fue más tarde destinado al Batallón Depósito de Tremp (Lleida) hasta finales de enero de 1884, al Batallón de Reserva de Tortosa (Tarragona) hasta finales de enero de 1887, al de Denia hasta finales de febrero de 1888, y tras un breve paso por el Batallón número 21 acabó su carrera militar en el Regimiento de Infantería de Almansa número 18, residente en Barcelona y posteriormente en Lleida16. Falleció en esta ciudad el 1 de noviembre de 1893, según su expediente militar a causa de un “catarro bronquial crónico enfisematoso”, indicado en la partida de defunción.

La amistad de los Granados y los García-Junceda tuvo un curioso corolario para Calixto Granados y Armenteros, el padre del compositor: tras su muerte, ocurrida el 26 de junio de 1882, la familia García-Junceda cedió un nicho, propiedad de Patricia Mesanza, para el enterramiento del teniente coronel Granados17. Walter A. Clark, con un toque de humor, comenta en Poet of the Piano que ese nicho está hoy en día vacío y solo lo visitan palomas y gatos, junto con algún musicólogo extraviado18.

 
Notas

1. Albert Eugene KAHN, “Reflexions de Pau Casals”, traducción al catalán de Rosa Queralt, Barcelona: Antoni Bosch Editor, 2011 (edición original 1970), p. 73. ISBN 978-84-95348-81-4

2. Antonio FERNÁNDEZ-CID, “Granados”, Madrid: Samara Ediciones, Madrid, 1956, p. 43.

3. Recorte de diario del Fons Granados de la Biblioteca de Catalunya, en el que no se ve el encabezado del diario ni la fecha, pero el articulo indica que hacía 19 años de la muerte del compositor, lo que da una fecha aproximada de marzo de 1935.

4. Archivo General Militar de Segovia, AGMS/1ª/G-1211

5. No especularé sobre el origen del apelativo familiar, podría tratarse de un diminutivo de Pantaleón, de Enriquito o de cualquier nombre con el que le llamaran los hermanos. En mi caso, sin que nadie sepa por qué, a lo largo de mi infancia en casa me llamaban Mille, tanto mi madre como mis hermanos.

6. El Registro de Nacimientos de Barcelona de 1881 contiene la inscripción de Juan José Enrique Benigno García-Junceda y Supervia, con el número 928, pero el domicilio de nacimiento no es el número 80, sino el 126 de la Rambla de Cataluña.

7. Recorte de diario que se encuentra en la Biblioteca de Catalunya, “Granados 1958/1965”. El artículo se titula “El correo de la música – Anécdotas de Enrique Granados”.

8. García-Junceda y Pilar Supervia se habían casado el 16 de diciembre de 1875, según el expediente militar de él.

9. “Junceda: home exemplar”, Pere Prat i Ubach, Editorial AEDOS, Barcelona, 1958, pp. 15-16. sin ISBN, depósito legal B.4046-1958

10. Expediente militar de Calixto Granados Armenteros de la 4ª Subdivisión del Ejército. Archivo General Militar de Segovia, AGMS/1ª/G-3864/EXP.01

11. “Junceda: home exemplar”, Pere Prat i Ubach, Editorial AEDOS, Barcelona, 1958, p23. sin ISBN, depósito legal B.4046-1958

12. Muchos años después, en 1912, Joan García-Junceda se casó con una alumna de la Academia Granados, Rosa Portas i Dotra.

13. ¿Se trata de una coincidencia anecdótica con el primer nombre del compositor Enrique Granados, o se deriva éste primer nombre del tercero del militar José García-Junceda? Cuando nació el compositor, el militar García-Junceda residía ya en Lleida, donde sin duda trabó amistad con Calixto Granados.

14. Falleció en la epidemia de cólera cuyo foco más virulento causó miles de fallecidos entre noviembre de 1854 y la primavera de 1855. Juan García-Junceda Fernández falleció dejando viuda y cuatro hijos menores de edad.

15. “A los reales pies de Vuestra Majestad”. Se trata de una fórmula habitual para terminar las instancias dirigidas a los reyes de España.

16. Los diferentes destinos supusieron bastantes traslados de ciudad a ciudad a lo largo de su carrera militar, muchos más que los indicados en este trabajo. Los regimientos tenían en aquella época una gran movilidad, debida a las necesidades operativas de las guerras carlistas, en muchos casos.

17. Registro de Defunciones de Barcelona, 1882, 24:131, 5.047.

18. Walter Aaron CLARK, “Enrique Granados: Poet of the piano”, New York: Oxford University Press, 2006, p

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