Alemania
Memorias danzadas
Juan Carlos Tellechea

Con las piezas del coreógrafo estadounidense Robert North ocurre que uno se siente como transportado a otra galaxia, a miles de millones años luz de la Tierra, y cuesta mucho realmente volver a la realidad. Son momentos irrepetibles de gran inspiración que generan sentimientos ignotos, ocultos, postergados o tal vez desdeñados. Son sensaciones perdurables que van más allá de la representación que acaba de presenciarse y que convierten en inolvidable la velada. Todo esto ha sido reunido por North este sábado 22 de septiembre en el Theater Mönchengladbach con el estreno de Nachtvariationen* (música de André Parfenov inspirada en Goldvariationen de Johann Sebastian Bach), con decorados y vestuario de Udo Hesse, así como con los ballets Für meine Tochter* (Leoš Janáček), de 1983 (escenografía, vestuario e iluminación Andrew Storer), y Boléro* (Maurice Ravel), de 1996 (figurines Luisa Spinatelli).
La memoria, el recuerdo es el único paraíso del que nadie puede expulsarnos y otro tanto pasa también con nuestros sueños que muchas veces desearíamos con agrado reiterar. Nachtvariationen (Variaciones nocturnas) aborda precisamente las vivencias oníricas, deseos, anhelos, temores y fantasías de un joven (excelente el bailarín solista Alessandro Borghesani) con notable elegancia, delicadeza y sensibilidad. Son experiencias emocionales que acompañan con calidez, causan regocijo y permiten ver la materialidad con otra luz, con otro color, más conciliante. Al muchacho se le presenta la mujer (brillante Irene van Dijk) de sus sueños quiere retenerla, pero se esfuma, es inútil tratar de aprisionarla, el amor sigue sin consumarse y él se siente solo. Los bailarines relatan estas historias en perfecta sincronización con la dificil música de Parfenov (al piano). El compositor y solista ruso parece formar un solo cuerpo con su instrumento. No solo digita velozmente las teclas; se levanta de la banqueta para incorporarse sore la caja de resonancia, puntea las cuerdas con sus dedos y extrae de ellas sonidos increíbles. Todo parece muy sencillo, no demandar gran esfuerzo, los saltos son muy suaves, los intérpretes levitan en el aire, hay gran actividad y disciplina sobre las tablas y ante ellas. Los espectadores no logran advertir la fuerza y energía impresionantes que demandan esos atléticos movimientos y piruetas al son de esas notas. Es un espectáculo mayúsculo que cubre la primera parte de la tarde y que concluye con efusivos aplausos y ovaciones.
La historia de Für meine Tochter (Para mi hija) es por demás triste. Leoš Janáček compuso en 1903 esta personalísima Elegía a la muerte de su hija (Olga), quien falleció tras una grave enfermedad cuando contaba tan solo 20 años de edad. El compositor checo fue brillantemente encarnado por Borghesani que hace suyo íntimamente el dolor y la desesperación del padre. La escena en que Janáček sostiene en sus brazos a su hija (Elisa Rossignoli), ya moribunda, es acalambrante, impacta hasta el llanto a la platea. El coreógrafo y su asistente, Sheri Cook, prepararon con gran entrega la presentación. Pero la pieza de North contiene también pasajes felices, como cuando Janáček evoca los días en que disfrutaba de la alegría de vivir de Olga y cómo ésta iba creciendo, sin preocupaciones. El consuelo viene de dos golondrinas que vuelan sobre el escenario como hadas del bosque. Parfenov ejecuta con gran virtuosismo al piano la obra repartida en nueve segmentos (Unsere Abende – Ein verwehtes Blatt – Komm mit! - Die Friedecker Mutter Gottes – Sie schwatzten wie die Schwalben – Es stockt das Wort! - In Tränen – Das Käuzchen ist nicht fortgeflogen! - Gute Nacht!) e inspirada en la música tradicional de Moravia y de otras culturas eslavas en ese estilo musical tan original y moderno creado por Janáček.
Boléro (o Bolero, en nuestra gramatica), el clásico de Ravel, favorito del público, cerró esta maravillosa velada. La música, es tan fuerte, pese a ser reiterativa (o tal vez por eso mismo) que extasía por igual, tanto a quien la escucha como a quien la baila. La compañía de Robert North danza con gran dramatismo y consagración ese palpitante crescendo hasta el brusco final. La energía, el vigor desplegados recorre a cada uno de los bailarines y a los asistentes. El estallido de los aplausos, las ovaciones, los silbidos y gritos de aprobación fue tan incontenible que se extendió por casi 20 minutos en la sala. ¡Memorable!!! ¡Enhorabuena Robert North por este excelente trabajo!!!
Notas
1. Nachtvariationen (estreno mundial). Música André Parfenov (New Goldberg Variations). Coreografía Robert Norht. Escenografía y vestuario Udo Hesse. Intérpretes: Alessandro Borghesani (el soñador), Irene van Dijk (la nostalgia), Victoria Hay, Teresa Levrini, Yasuko Mogi, Amelia Seth, Yoko Takahashi / Flávia Harada, Illya Gorobets / Marco A. Caarlucci, Giuseppe Lazzara, Takashi Kondo, Luca Ponti / Radoslaw Rusiecki, Francesco Rovea. André Parfenov (piano).
2. Für meine Tochter. (estrenada en 1983 en una producción para la televisión Dinamarca/Alemania). Música Leoš Janáček. Coreografía Robert North. Escenografía, vestuario e iluminación Andrew Storer. Intérpretes: Alessandro Borghesani (Leoš Janáček), Elisa Rossignoli (Olga, su hija), Raphael Peter (su amigo), Irene van Dijk, Yoko Takahashi, Victoria Hay (golondrinas), Teresa Levrini, Victoria Hay (niñas del pueblo)Giuseppe Lazzara / Marco A. Carlucci, Illya Gorobets, Radoslaw Rusiecki (muchachos). André Parfenov (piano).
3. Boléro (estrenada en 1996 en el Teatro Nuovo Torino, de Turín). Música Maurice Ravel. Coreografía Robert North. Vestuario Luisa Spinatelli. Intépretes: Elisa Rossignoli, Yasuko Mogi, Irene van Dijk, Amerlia Seth, Victoria Hay (damas); Alessandro Rorghesani, Takashi Kondo, Raphael Peter, Radoslaw Rusiecki, Illya Gorobets (señores).
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