Discos

Tribulaciones de un goliardo en China

Raúl González Arévalo
martes, 2 de abril de 2019
Carl Orff. Carmina Burana, Live from the Forbidden City. Tianhua Liu: Enchanted Night. Chinese Traditional: Jasmine Flower. Aida Garifullina (soprano), Toby Spence (tenor), Ludovic Tézier (barítono). Shangai Spring Children’s Choir. Wiener Singakademie. Shangai Symphony Orchestra. Long Yu, director. Un CD (DDD) de 67 minutos de duración. Grabado en el Templo Imperial Ancestral de la Ciudad Prohibida de Beijing (China) el 10 de octubre de 2018. DEUTSCHE GRAMMOPHON 483 6594. Distribuidor en España: Universal.
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Los Carmina Burana de Orff conocen grabaciones para todos los gustos. La mía de cabecera es la de James Levine con la Sinfónica de Chicago (DG 1984). De otras me interesan aspectos concretos, como las prestaciones de Fisher-Diskau con Jochum (DG 1967) o de Natalie Dessay con Plasson (Emi/Erato 2002). En esta ocasión el reclamo ha sido la Sinfónica de Shanghai, que acaba de firmar un contrato de exclusividad con el sello amarillo, y el barítono francés Ludovic Tézier. El resultado es francamente bueno.

Probablemente el DVD resulte más atractivo por el lugar de la grabación, el Templo Imperial Ancestral de la Ciudad Prohibida de Pekín, un marco imponente para cualquier representación y que fue aprovechado para celebrar los 120 años de Deutsche Grammophon. De ahí ciertos ecos de la toma captada al aire libre, nada molesto, aunque sí presente. El CD no tiene ni las letras ni unas tristes notas introductorias, apenas dos páginas insustanciales del diario del tenor, Toby Spence, relatando el traslado de Shangai a Beijin y el desarrollo de los ensayos.

Para ir al grano, la versión musical me ha sorprendido, especialmente por la excelente calidad de la Sinfónica de Shangai, de una claridad y transparencia sonora contundentes. Hay que tener presente que se trata de una única toma en vivo y no de la mezcla de varias sesiones, por lo que el mérito es mayor, aunque imagino que si no hubiera salido tan redondo la discográfica no se habría arriesgado a publicar el registro. Los metales y la percusión, tan demandados, expuestos y difíciles en la partitura, están soberbios. El coro suena matizado, empastado como una sola voz (“In taberna quando sumus” está particularmente conseguido). La dirección de Long Yu sorprende al acentuar el contraste entre dinámicas, con las secciones más rápidas sonando muy veloces, y las lentas, bastante lentas, entre números y dentro del mismo.

Los solistas, todos de fama internacional, están muy bien. El mejor sin discusión es el magnífico Tézier, soberbio en sus intervenciones, lírico en “Omnia sol temperat”, irónico y sarcástico en “Ego sum abbas”, expresivo siempre. Muy bien el falsete en “Dies, nox et omnia”; sólido, dominando el conjunto en “Circa mea pectora”.

Toby Spence, a quien solo había escuchado en Vert-Vert de Offenbch, presta su voz cálida de tenor a “Olim lacus colueram”, alternando con igual fortuna el registro de pecho con el falsete en el agudo. El contraste es importante, aunque no exagerado.

Por su parte, Aida Garifullina luce una voz más carnosa y de mayor anchura en el centro que las sopranos ligeras que suelen asumir la parte. La belleza de la voz, que ya me había seducido en su debut discográfico (Aida), es un añadido, realzado por los matices (medias voces, piani) de su canto. “In trutina” es de una ensoñación encantadora. Apenas se puede señalar que, siendo una lírica con un buen agudo, el sobreagudo es menos desahogado que en otras ligeras, de modo que no mantiene flotando en pianissimo el complicado Re5 del “Dulcissime”, único momento en el que suena algo esforzada.

La composición de Liu y el canto tradicional chino –“Molihua”, Flor de jazmín– nada tienen que ver con la cantata de Orff, pero supongo que era obligado incluir música de los anfitriones y el segundo en particular se hizo popular en Occidente tras emplearlo Puccini en Turandot. Comercialmente se podían justificar en la función que da origen a la grabación, pero artísticamente son un pegote en la publicación, aunque solo se trate de fragmentos que han sido íntegramente incluidos en el DVD, donde tienen otro sentido, el del espectáculo original en sí mismo.

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