Alemania
Villancicos nuevos para tiempos nuevos
Juan Carlos Tellechea
Los hay...aunque no por todos conocidos, pero los hay...villancicos del siglo XXI como contrapeso a la alarmante e irrefrenable comercialización de la Navidad y a la desvirtuación de su verdadero significado, el amor y la paz sobre la Tierra.
El célebre barítono alemán Dietrich Henschel (Berlín, 1967), formado en Nuremberg y en Múnich, y destacado intérprete de obras líricas de Hans Werner Henze y de Ferruccio Busoni, así como de Lieder de Ludwig van Beethoven, Fran z Schubert, Hugo Wolf, Gustav Mahler y Erich Wolfgang Korngold, llamó el año pasado a 12 compositores contemporáneos de ocho países, entre ellos al español José María Sánchez-Verdú (Algeciras, 1968) para que escribieran nuevas canciones navideñas.
Esas composiciones tuvieron su estreno mundial en la Konzerthaus de Berlín el pasado 7 de diciembre con el ensemble unitedBerlin bajo el título de X-mas Contemporary. Das Weihnachtslied des 21. Jahrhundert y la batuta de Vladímir Yúrovski (Moscú, 1972) director musical del festival de Glyndebourne y sucesor del legendario Kurt Masur al frente de la London Philharmonic Orchestra.
El resultado también pudo escucharse entre aclamaciones del público diez días después, este martes 17 de diciembre, en la gran sala auditorio de la Tonhalle de Düsseldorf, en la oportunidad bajo la precisa dirección de la británico-argentina Gabriella Teychenné (Londres, 1993), apadrinada por Yúrovski, su mentor, y admirador de la Neue Musik desde sus tiempos más juveniles en la Komische Oper de Berlín, donde conoció a algunos de los músicos del conjunto. Cinco compositores estuvieron personalmente presentes en este recital.
La mayoría de las personas no religiosas perciben un sentimiento muy especial en estos días, tal vez una nostalgia o una calidez interior, probablemente derivada de los recuerdos de la infancia. La música es en tal sentido un medio importante que genera e inspira esos afectos y los villancicos, conocidos por todos, apoyan ese estado de ánimo especial. Los individuos más religiosos y cultivados escuchan oratorios como El Mesías o composiciones festivas del Barroco con devoción.
Es imposible escapar a ese implacable y tan trillado sistema de sonidos navideños, ubicuo hasta el hartazgo y responsable de muchas reacciones airadas de individuos que reclaman poner fin a la creciente alucinacion mercantilista y consumista de estas fechas. El proyecto se ha fijado el objetivo de combinar el tema de la Navidad, tal como se vive hoy, con la música de nuestro tiempo; y para ello ha grabado un álbum (dos discos compactos) con villancicos de hogaño y de antaño.
Las contribuciones hacen más referencia a las costumbres tradicionales de la Navidad del hemisferio norte, directamente relacionadas con la ancestral Fiesta de las Luces (Janucá, en hebreo), que debido al cambio climático y el ascenso de las temperaturas echan hoy de menos la nieve y el verdor del muérdago o de los abetos (falsos o no) decorados con luces y coloridos chirimbolos.
Los hábitos no están necesariamente apegados a la realidad del sur, estival en estos meses. La luz diurna más prolongada allí entre septiembre y marzo no hace tanto al romanticismo y al recogimiento de las velas encendidas en los hogares. Menos aún con las altas temperaturas e incendios forestales derivados de los referidos trastornos atmosféricos globales. Para muchos allá es tiempo de ir a la playa y de disfrutar del aire del mar.
Verbigracia, White Silence, para barítono y gran ensemble, del compositor y director de orquesta de música clásica Sánchez-Verdú, es un precioso homenaje al sosiego, a la paz, al encuentro consigo mismo que uno percibe cuando camina por la nieve fresca (cuando la hay), recién precipitada sobre la tierra, inspirado en un paisaje invernal del pintor flamenco Pieter Breughel el viejo (Breda, 1525 – Brusela, 1569).
El fragmentado texto (una canción popular en bajo alemán del siglo XV) no está directamente referido al cuadro de Breughel, pero sí la música, muy susurrada por todo los instrumentistas, que cita a escondidas una canción del compositor, cantante y clérigo renacentista franco-flamenco Pierre de la Rue (Tournai, entre 1460 y 1470 – Courtrai, 1518).
Nun fall, du Reif, du kalter Schnee,/ Fall mir auf meinem Fuß!/ Das Mägdlein ist nit über hundert Meil,/ Und das mir werden muss./ Es ist ein Schnee gefallen,/ Wann es ist noh nit Zeit,/ Ich wollt zu meinem Bulen gan,/Der Weg ist mir verschneit., reza este testimonio ya histórico que recoge en su obra Sánchez-Verdú, profesor de composición del Real Conservatorio Superior de Música de Madrid y de la Robert-Schumann Hochschule de Düsseldorf.
El laureado barítono Dietrich Henschel, quien viene trabajando desde hace décadas con la música contemporánea, es una luminaria, física, intelectual, musical e histriónicamente hablando. Su talento interpretativo es extraordinario, embelesa al público, penetra con intensidad en el contenido de las canciones y alcanza directamente su médula en cuestión de segundos.
El conjunto ensemble unitedBerlin responde de inmediato, con naturalidad y entrega a la puntillosa y equlibrada dirección de Teychenné, celosamente apegada a la partitura de cada pieza. Por supuesto, la música nueva y contemporánea de la vanguardia europea siempre ha absorbido las costumbres, pero principalmente en la medida en que los compositores atacaran activamente esas tradiciones.
Esta labor contracorriente suena en tono humorístico e invita a la danza en CHRISTMAS, para barítono y ocho instrumentistas (predominantemente cuerdas y maderas), del compositor, director de orquesta y pedagogo hamburgués Jobst Liebrecht (hijo de una pastora protestante), reposada como la música góspel, y en estilo collage (desde la Folk Music hasta la Chanson vodevilesca).
A coro, los chasquidos de los dedos emitidos por los músicos marcan el ritmo mientras el barítono canta los versos escritos en alemán e inglés. Una verdadera fiesta a la que se suman los sonidos de los golpes dados por los instrumentistas con las palmas de las manos sobre sus muslos, como en el zapateado irlandés y tirolés.
Ebene von Bethlehem/ Plain of Bethlehem/ Shepherds/ Hirten/ des nachts bei den Schafen/ At Night/ Poor people lonely without no hope/ die hüteten des nachts/ Looking after the Sheep/ des nachts bei den Hürden/des nachts bei den Hürden/At the hurdles/ Nobody cared for them nobody saw them/ sie waren ganz draußen sie waren weg con allem/ sie galten nichts/ They were lost in the Night// Als der Engel des Herrn/The Angel of the Lord/ die Klarheit des Herrn/ The clarity of the Lord/ um sie herum/ All around them all of it/ Don't be afraid/ fürchtet euch nicht/ Don't be afraid/ ich bin gekommen/ He said I came he said/ ich bin gekommen/All around/ sie waren umgeben/ He said I came He said/ ich bin gekommen/ All around/ sie wargen umgeben/ Dont be afraid/ um sie leuchtete/ der Stern/ The Star – das habt zum zeichen/ Take that as a sign.
Sobre un texto en eslavo eclesiástico, escrito en caracteres cirílicos, la rusa Olga Rayeva (Moscú, 1971) amplía en Sotto Voce, para voces y ensemble, las posibilidades de los instrumentos del conjunto (piano arreglado, vientos-metales con sordina, otra utilización de las cuerdas, así como percusión diversa y abundante). Rayeva, formada en el Conservatorio Chaikovsky de la capital rusa, logra una maravillosa composición de Música Nueva (Neue Musik) que llega realmente al alma del oyente y que invita a ese equilibrio, a esa estabilidad y paz que debiera embargar los espíritus de todos los Hombres de buena voluntad en la Navidad.
El solista entona a media voz el agradecimiento vespertino Phos hilaron (Alegre luz), de los primeros cristianos ---cantada en el oficio divino ortodoxo un día antes de la Navidad--- a través del difícil, espinoso y a menudo hostil mundo moderno (la orquesta con sus ruidos, sus chirridos, sus murmullos). El barítono consigue ese remanso que mantiene y robustece la fe.
La alabanza fue escrita, según san Basilio, por el anciano obispo y mártir Atenógenes, obispo y mártir (-305), condenado a muerte en Sebaste/Armenia durante las persecuciones del emperador Diocleciano. Mientras aguardaba el martirio cantó un himno de gozo en el que profesaba su fe en la divinidad del Espíritu Santo y lo dejó escrito (en griego antiguo) para sus discípulos. Luego fue echado a la hoguera, junto con otros diez cristianos. El himno de Atenógenes fue alabado por San Basilio en su tratado sobre el Espíritu Santo. La fiesta de San Atenógenes (16 de julio) fue instituida en Armenia por San Gregorio el Iluminador.
Texto en eslavo eclesiástico ruso:
Свѣ́те ти́хїй свѧты́ѧ сла́вы, безсме́ртнагѡ ѻ҆тца̀
небеснагѡ, свѧта́гѡ блаже́ннагѡ, і҆исусе христѐ:
прише́дше на за́падъ со́лнца, ви́дѣвше свѣ́тъ вече́рнїй,
пое́мъ ѻ҆тца̀, сына, и҆ свѧта́гѡ духа, бога.
досто́инъ є҆сѝ во всѧ̑ времена̀ пѣ́тъ бы́ти гла́сы преподобными,
сыне божїй, живо́тъ даѧ́й: тѣ́мже мі́ръ тѧ̀ сла́витъ.
Esplendorosa Luz de la santa gloria del
Padre inmortal, celestial, bendito y
santo: Jesucristo. Llegando a la puesta
del sol, y viendo la luz vespertina te
cantamos, oh Dios: Padre, Hijo y
Espíritu Santo, a Quien es propia la
alabanza en todo tiempo con voces
justas, oh Hijo de Dios, Dador de vida;
por eso el mundo entero te glorifica
Casi todos son temas para alcanzar un momento de calma en nuestras vidas y meditar, reflexionar profundamente. Con honda emoción, la compositora y directora de orquesta británica Jamie Man retrata con la mayor verosimilitud posible en Geburt (Nacimiento), para barítono y ensemble, el nacimiento de Jesús en el seno de María; una madre que trae al mundo a su hijo, celebrado ahora por todos, y de quien un día deberá ser testigo de su muerte.
Es este un villancico con un clamor por todos aquellos que conocen el dolor de haber perdido a su propio hijo, con texto del escritor suizo Peter Stamm (Scherzingen/cantón de Turgovia, 1963) que describe con la estremecedora acribia de un ginecólogo las fases del parto, del nacimiento de un niño. Un acontecimiento que ocurre millones de veces a diario en el mundo.
Der Muttermund ist verstrichen, der Bauch gesenkt. Die Fruchtblase platzt./ Das Köpfchen liegt auf dem Muttermund. Eröffnungswehen setzen ein./ Der Muttermund legt sich um das Köpfchen, er öffnet sich ganz./ Die Eröffnungswehen hören auf.// Das Köpfchen dreht sich in die Scheide hinein. Es liegt in der Scheid./ In der tiefen Wölbung des Kreuz-und des Steißbeins./ Das Gesichtchen zweigt in Richtung des Dickdarms der Mutter.// Die Scheide erweitert sich, die Bauchwand spannt sich an./ Die Frau atmet mehrmals kurz und tief ein und blockiert das Zwerchfell./ Im Bauchraum wird Druck aufgebaut./ Presswehen setzen ein./ Die Körperhaltung wird rund./ Der Damm wird durch den Druck des Köpfchens nach vorne geschoben,/ das Dammgewebe dehnt sich immer mehr./ Erst passiert das Köpfchen des Kindes die Scheide, dann folgt der Körper./ Das Kind ist geboren./ Die Schmerzen der Mutter lassen nach./ Ihr Körper schließt sich wieder./ Das Kind ist hellwach/ Es atmet./ Es schreit./ Geräusche erreichen seine Ohren./ Licht dringt in seine Augen.
En Soixante et quelques mains pour la Nativité, para barítono y ensemble, la francesa (nacida en Alexandría/Egipto) Michèle Reverdy, docente de Análisis Musical y Orquestación del Conservatorio de París, donde se formó con Claude Ballif y Olivier Messiaen, nos muestra con mágica poesía e ígnea fuerza el nacimiento de Belén, según un texto del ensayista, poeta y novelista Christian Doumet (Mâcon, 1953), inspirado en el bellísimo e imponente Tríptico Portinari (1476 – 1477) que se encuentra en la Galería degli Uffizi de Florencia, creado por el pintor flamenco de la corriente pictórica gótica del siglo XV, Hugo van der Goes (Gante, h. 1440 – Auderghem, 1482).
Façonné, monde, déja si vieux tandis qu'à même la terre, repose le nouveau-né/ del'an zero// Façonné au labour par trois figures de paysans/ harassées de saisons et d'outils,/ mains ouvragées, percluses, dépareillées/ et qui voudraient saisir et donner d'un même geste/ mais ne savent// Façonné, monde bric et broc, et Joseph lui aussi vieux de ses deux mains/ sombres/ inconciliables/ et nouées comme les veines du cèdre// Et façonné, monde, entre les mains d'une femme qui tient le livre ourvert'/sans avoir besoin de lire,/ d'une autre qui tiene fermés le vase et le secret// Celles de Thomas qui tient la lance et sait la suite/ Celle d'Antoine qui l'ignore et s'agrippe à sa clochette/ Les mains des anges qui ne façonnent rien mais indiquent,/ indiquent sans se lasser le haut, le bas, le centre, encore le haut/ Façonné, monde, déjà soixante et quelques mains pour la Nativité,/ caleuses ou ingénues, curieuses du toucher, sourdes, balbutiantes,/ désireuses et savantes à leur façon/ Mais au centre plus désemparées que toutes, et vides, et vides,/ les deux mains de la mère/ la mère penchée comme une tour/ dans sa robe bleu nuit,
Para el compositor tunecino Karim Al-Zand, formado en Canadá y autor de la sugestiva Die Mistel (El muérdago), la Navidad despierta nostálgicas evocaciones de su niñez; felices rrecuerdos de costumbres y rituales, de compartir comidas y de tocar música juntos, leemos en el programa de mano. Al-Zand utiliza en su pieza para barítono, cuarteto de piano y vibráfono, dos textos, uno de Walter de la Mare, tomado de Peacock Pie (1913), y otro de Ferdinand Feiligrath, extraído de Fürs schwarze Land, Weihnachten 1866, en los que Henschel luce su registro grave.
El primero: Sitting under the mstletoe/ (Pale-green, fairy mistletoe),/ One last candle burning low,/ All the sleepy dancers gone,/ Just one candle burning on,/ Shadows lurking everywhere:/ Some one came, and kissed me there./ Tired I was; my head would go/ Nodding under the mistletoe/ (Pale-green, fairy mistletoe),/ No footsteps came, no voice, but only, Just as I sat there, sleepy, lonely,/ Stooped in the still and shadowy air,/ Lips unseen---and kissed me there. El segundo: Mit der Festzeit Laub/ Ist das Haus brekränzt/ Die Tanne duftet,/ Die Stechpalme glänzt,/ Und vom Balkonknauf,/ Weißbeerig sie,/ Lauscht die Mistel nieder,/ Die Schelmin, die!
Por último, al cierre del concierto, la neoyorquina Vanessa Lann (Brooklyn, 1968), quien estudió en el Westchester Conservatory Tanglewood, en la Harvard University y en el Real Conservatorio de La Haya (Países Bajos), transmite mucha emoción con su pieza religiosa Tree of Life so Green, para barítiono y gran ensemble. En la arquitectura de esta obra, refinadamente proporcionada, se advierten enlaces con la música religiosa medieval y la técnica de armonización Fauxbourdon, así como sonoridades que evocan himnos ingleses y polifonía vocal.
Con un trabajo fenomenal de cuerdas, maderas (un precioso solo de fagot) y vientos (metales), Lann confronta dos poemas entre sí, Jesus Christ, The Apple Tree, de autor anónimo (de la colección de poemas de Joshua Smitht, New Hampshire, 1784) y el fragmento de un poema escrito en 1979 por Chirstopher Nolan, un adolescente irlandés de 13 años de edad enfermo de progeria (envejecimiento brusco).
The tree of life my soul hath seen,/ Laden with fruit and always green;/ The trees of Nature fruitless be/ Compared with Christ, the apple tree,/ His beauty doth all things excel;/ By faith I know, but ne'er can tell/ The glory which I now can see/ In Jesus Christ, the apple tree./ For happiness I long have sought,/ And pleasure dearly I have bought;/ I missed of all, but now I see,/ 'Tis found in Christ, the apple tree./ I'm weary with my former toil,/ Here I will sit and rest awhile:/ Under the shadow I will be/ Of Jesus Christ, the apple tree./ This fruit doth make my soul to thrive,/ It keeps my dying faith alive;/ Which makes my soul in haste to be/ With Jesus Christ, the apple tree.
Among firs, a cone high-flown,/ Winged, popped,/ Hied, foraying, embalming,/ Sembling tomb/ Among coy, conged fir needles,/ A migratory off-spring/ Embarks of life's green film.
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