Discos
Selecciones Electrola de Ópera (Segunda Entrega)
Josep Mª. Rota

Segunda entrega de selecciones de ópera en alemán del archivo Electrola, reeditadas por EMI/Warner. Aquí se ofrecen obras de compositores alemanes grabadas entre 1954-1965. Las carpetas reproducen los diseños originales, con la característica franja verde. Para más información sobre estas ediciones, remito al amable lector a mis anteriores artículos sobre las selecciones Electrola y Deutsche Grammophon de ópera cantada en alemán. Entre los solistas de esta caja de siete discos, los habituales de Electrola: Erika Köth, Pilar Lorengar, Elisabeth Grümmer, Anneliese Rothenberger, Nicolai Gedda, Hermann Prey y Gottlob Frick.
Como sucedía con la edición Electrola dedicada a Rudolf Schock, que tuve ocasión de comentar recientemente, casi la mitad de los registros (los discos 3, 4 y 7) se nos ofrecen bajo la batuta del solvente Wilhelm Schüchter. Remito a ella al amable lector para más información sobre directores e intérpretes. Le acompañan en la labor el veterano y longevo Robert Heger, Horst Stein y Arthur Grüber*. Repiten aquí también las orquestas Berliner Symphoniker, Orchester der Städtischen Oper Berlin, Bayerisches Staatsorchester y Berliner Philharmoniker.
El primer disco, Bastien und Bastienne, es lo más flojo de la edición. La interpretación destaca más las debilidades que las virtudes de la obra. Ya me perdonarán la blasfemia, pero si no llevara la firma de Mozart, esta obra no ocuparía un puesto en el repertorio. La orquesta maúlla alguna que otra vez. Resulta simpático el cantor solista que interpreta a Bastienne, con su divertido acento vienés. El disco se completa con seis oberturas de óperas de Mozart dirigidas por un fogoso Rafael Kubelik. El disco, que se grabó en los afamados estudios de Abbey Road, tiene una calidad de sonido sorprendentemente pobre.
De todos es sabido que la ópera más famosa de Gluck, pieza clave en la evolución del género, ha presentado siempre controversias. En vida del compositor fue revisada hasta dos veces después de su estreno en Viena: la revisión de Parma y la versión para París. Luego vino la adaptación de Berlioz. La cuestión más espinosa sigue siendo la del papel principal, castrato contralto originalmente. Cantada en italiano y francés en vida de Gluck, aquí la ópera está cantada en alemán y con un barítono en la parte del vate griego, el siempre elegante Hermann Prey, transido de dolor. A su lado, una Pilar Lorengar de línea de canto impecable (tan poco valorada aquí y tan justamente apreciada en Alemania) y una Erika Köth (Amor) que demuestra lo bien que sabía cantar también lo que no era simplemente coloratura. Horst Stein dirige con sentido trágico este Orpheus und Eurydike, que los puristas tomarán por espurio, pero que resulta altamente convincente. Aquí, en 1962, el diseño de la carpeta ya ha empezado a cambiar; la franja superior verde con los créditos se ha acortado, el color verde tiene un tono más apagado y el característico dibujo alegórico o fotografía de la escena se ha cambiado por una fotografía de cuerpo entero de los protagonistas.
Para los que conozcan el género de ópera romántica alemana, los discos 3 y 4 son una verdadera gozada; para los que se han quedado en Carmen y Butterfly, representan un nuevo y vasto mundo lleno de tesoros por descubrir. Die lustigen Weiber von Windsor es una obra genial que, además del ostracismo que padecen las óperas de sus coetáneos Marschner, Lortzing o Cornelius, ha padecido la odiosa comparación con el Falstaff de Verdi, hasta llegar a quedar como la hermana fea. ¡Menudo disparate producto de la ignorancia! Lo que se ofrece aquí es una selección de poco menos de cuarenta minutos: la obertura (pieza favorita de concierto), el aria de Frau Fluth, el Lied con coro de Falstaff, el dúo Falstaff-Herr Fluth, la Romanze de Fenton y el coro del acto III (otro clásico de concierto). Gottlob Frick es un divertido Falstaff, acertadamente fanfarrón, sin forzar la voz ni recurrir a trucos de buffo; además, supera admirablemente las agilidades en el dúo con Herr Fluth*; este es nada menos que Dietrich Fischer-Dieskau, que encarna magistralmente al marido celoso. Erika Köth canta con dulzura y malicia su alabanza a la astucia femenina. Horst Wilhelm canta con pasión su romanza de la alondra*. La media hora restante del generoso disco (setenta minutos) ofrece las oberturas de Abu Hassan y Oberon, de Carl Maria von Weber, en la brillante interpretación de la Gürzenich-Orchester Köln, dirigida por Otto Ackermann, y arias interpretadas por Kurt Moll*: Fünftausend Taler (Der Wildschütz) y O sancta Iustitia! (Zar und Zimmermann) de Albert Lortzing y Als Büblein klein, de Die lustigen Weiber von Windsor, precisamente. Estas tres arias de ópera romántica alemana están dirigidas por Kurt Graunke al frente de la Bayerisches Symphonie-Orchester. El disco se cierra, con la magnífica aria de Gremin del Eugen Onegin Ein jeder kennt die Lieb‘, con la Radio-Symphonie-Orchester-Berlin dirigida por Giuseppe Patanè.
Para el disco 4, repito lo que dije, corregido y aumentado. Aquí se ofrecen fragmentos de tres óperas románticas alemanas a cual más desconocida: Der Waffenschmied (Lortzing), Das Nachtlager in Granada (Kreutzer) y Der Trompeter von Säckingen (Nessler); se completa con dos oberturas del mismo género: Martha (von Flotow) y Undine (Lortzing). La selección de Der Waffenschmied ni siquiera lleva el nombre de Querschnitt, sino el de Potpourri; y es que la música aquí ofrecida llega solamente a los quince minutos. Si las intervenciones de Prey, Otto, Unger y Hagemann son casi episódicas, por lo menos se ofrece entera el aria de Hans Stadinger Auch ich war ein Jüngling mit lockigem Haar, a cargo de Gottlob Frick, pieza de recital favorita de todo bajo que se precie*.
Además de música sacra, de cámara y Lieder, Konradin Kreutzer compuso hasta 50 obras para la escena en multitud de géneros: Romantische Oper, Scherzspiel, Singspiel, opéra-comique, Operette, Bühnenmusik, etc. De sus grandes obras, la única que ha tenido suerte ha sido Das Nachtlager in Granada, grabada en disco por Capriccio en 1993 (Prey, Froschauer, Kölner Rundfunkorchester). Una verdadera delicia. En esta breve selección brilla con luz propia Hermann Prey en el recitativo y aria en dos partes, con solo de violín, Die Nacht ist schön, Fürwahr, es ist ein Abenteuer, aquí dirigido por Martin Mälzer (sonido saturado).
Der Trompeter von Säckingen, de Viktor Ernst Nessler, fue una ópera muy apreciada cuando se estrenó en la última década del siglo XIX. El éxito se debía en parte a la popularidad del poema homónimo, en el que se basa la ópera, del entonces recientemente fallecido Joseph Victor von Scheffel. La música es decididamente romántica, inspirada en sencillas melodías populares. El fragmento más conocido de la ópera es el Lied de Werner Kirchhofer Behüt' dich Gott! Es wär' zu schön gewesen, que aquí interpreta magistralmente Hermann Prey. La Trompetenserenade Ich knie vor euch als getreue Vasal, para coro masculino y solo de trompeta, sigue siendo una pieza favorita en Alemania. Como dije, el disco se completa con las oberturas de Martha (von Flotow) y Undine (Lortzing), dirigidas por el mismo Schüchter, esta vez al frente de la NWD Philharmonie.
Si Kreutzer, Nessler, incluso Lortzing y Nicolai pueden resultar desconocidos para el público latino, lo mismo sucede con Wilhelm Kienzl. Su ópera Der Evangelimann forma parte del repertorio en Alemania. El aria con coro infantil Selig sind, die Verfolgung leiden sigue siendo una pieza favorita del público general. El catálogo Warner mantiene en catálogo la grabación de 1981 de Der Evangelimann, dirigida por Lothar Zagrosek*. Este registro de 1965 (Rudolf Schock se había “fugado” a Eurodisc en 1962) cuenta con Nicolai Gedda para el papel protagonista. El sueco compone una buena interpretación del escribano convertido en predicador: es lírico en la escena de amor con Martha, aquí, una sensible Anneliese Rothenberger; angustiado en el grito de inocencia ante la falsa acusación; como predicador, canta con energía y dulzura, sin caer en la sensiblería o el lloriqueo, su famosa catequesis sobre la bienaventuranza de los injustamente perseguidos. Emotiva Marga Höffgen en la bellísima aria de Magdalene, en la que recuerda los tiempos juveniles. Muy bien Crass como hermano malo; un malvado de voz bonita y bello canto; conmovedor cuando le pide perón a su hermano Mathias. Entre los comprimarios, el versátil Benno Kusche, que triplica papel; en la escena de la partida de bolos saca a relucir su innata vis cómica, a ritmo de vals. El momento culminante de la selección es la reconciliación final entre los hermanos Freudhofer, gracias a la segura batuta del eficiente Robert Hegert, que conduce maravillosamente esta música, casi tan sublime como el mensaje que transmite. A diferencia de sus hermanos de edición, este registro de 1965 ya no tiene el diseño estándar de Electrola en los años cincuenta: franja superior verde vivo con los créditos y dibujo alegórico o fotografía de la escena. Aquí el fondo es negro con una pequeña franja superior en un verde apagado y la fotografía de primer plano de los protagonistas; en este caso, Gedda y Rothenberger como Mathias Freudhoffer y Martha. Nota bene: este diseño será el habitual a partir de los años sesenta, con o sin la franja superior.
La selección de Hänsel und Gretel dura solamente un cuarto de hora. No están ni el padre, ni la madre, ni la bruja, ni el duende del rocío; solo están los niños y el duende de la arena. Aun así, es una delicia escuchar a la veterana Lore Hoffmann, y las habituales de Electrola Erika Köth y Helga Hildebrand en dichos papeles*. Los veinticinco minutos restantes del parco disco los ocupa la Suite orquestal Hänsel und Gretel de Rudolf Kempe, que dirige él mismo al frente de la Royal Philharmonic Orchestra. Las partes de dicha suite, que Kempe dirige con amor, son: Vorspiel, Der Hexenritt, Das Knusperhäuschen, Knusperwalzer y Traumpantomime. Así, la suite no se cierra con el final de la ópera sino con la pantomima angelical, sin duda el momento más emotivo de la obra.
Para la selección de Der Rosenkavalier, (la integral sería para su amigo Karajan) Electrola optó por el seguro Wilhelm Schüchter, habitual en estos menesteres, pero no con los Berliner Symphoniker sino con una orquesta de más enjundia, como los Berliner Philharmoniker. El aria del Cantante va a cargo del fino tenor Josef Traxel, cuyas bondades tuve ocasión de comentar en la anterior entrega. El trío de reinas lo forman Leonie Rysanek (Marschallin), Elisabeth Grümmer (Octavian), Erika Köth (Sophie) todas ellas puntales de Electrola. La Rysanek grabaría para Electrola otras estupendas selecciones, como Cavalleria rusticana o Aida, reeditadas también en estas cajas EMI/Warner. Elisabeth Grümmer fue la prima donna de Electrola en grabaciones integrales de ópera romántica alemana: Agathe, Elisabeth, Elsa, Eva, etc. Lo que fue Elisabeth Grümmer como soprano lírica, tanto en los escenarios como en el disco, lo fue Erika Köth como ligera coloratura*. Queda Gustav Neidlinger, acompañado aquí brevemente por la habitual Sieglinde Wagner (Annina). El malvado Alberich o el truculento Klingsor, que ya resultó ser un encantador galán Fürst Basil Basilowitsch (Der Graf von Luxemburg), es ahora un jocoso barón rural, que no pretendía más que divertirse y que se ha visto acuchillado por un petimetre impertinente.
Esta caja con selecciones de ópera alemana de los años cincuenta y sesenta no tiene solo un valor musicológico, que lo tiene, o sentimental, que también lo tiene, especialmente en Alemania, tiene además un valor musical innegable. Presentación atractiva y precio de ganga. Otro irresistible, también.
Notas
1. Arthur Grüber (Essen, 1910) era de la misma generación que Wilhelm Schüchter (Bonn, 1911) y paisano suyo. Coincidió con él en Hamburgo después de la guerra. Pasó luego por Berlín (Komische Oper) y Braunschweig, para afincarse definitivamente en Karlsruhe. De su época en el norte de Alemania queda un añejo (1949) registro radiofónico de la Daphne de Richard Strauss con un reparto excepcional: Peter Anders, Lorenz Fehenberger, Maud Cunitz, Josef Greindl y Res Fischer.
2. Posteriormente, Frick grabaría para Electrola la versión completa de la ópera (Heger, 1963). Además de participar en multitud de selecciones y grabaciones completas de ópera, desde Die Entführung aus dem Serail hasta Meistersinger, pasando por Donizetti y von Flotow, para Electrola grabó en solitario numerosos discos de arias y escenas de ópera. Para Electrola, Frick fue, en la cuerda de bajo, lo que Schock y Metternich fueron en las cuerdas de tenor y barítono, respectivamente. Imprescindible verle como Kaspar en el grabación televisiva del Freischütz de Hamburgo (Arthaus).
3. Horst Wilhelm fue un tenor lírico de bella voz que, después de pasar por diversos teatros alemanes (Berlín, Kassel) se afincó en Hamburgo. Se le puede ver como Marquis de Châteauneuf en el Zar und Zimmermann dirigido para la televisión por Rolf Liebermann en 1969 (DVD Arthaus). Fue Froh en Bayreuth en los Festivales de 1962 y 1963.
4. Kurt Moll sería Sir John Falstaff en la edición Deutsche Grammophon/Eterna (Klee, 1976). Si a esta de Moll y a la anterior de Frick le añadimos la de Karl Ridderbusch (Kubelik, Decca, 1977), ya tenemos el trío de ases.
5. La única grabación en estudio disponible es la de Fritz Lehan (Electrola) con Böhme, Schädle, Prey y Unger. Magnífica. Magnífica también la inhallable selección dirigida por Christoph Stepp (Deutsche Grammophon) con Greindl, Janowitz, Stewart y Vantin. La moderna grabación de Leopold Hager (Profil) tampoco se encuentra. Ha circulado en diversos sellos la emisión radiofónica de la Reichssender Berlin con Michael Bohnen. Imprescindible ver la adaptación televisiva de la ZDF/ORF de 1982 (apenas una hora) con el Teatro de marionetas de Salzburgo y nada menos que Kurt Moll como maestro armero. Del aria Auch ich war ein Jüngling mit lockigem Haar, recomiendo escuchar la versión de Arnold van Mill (Philips).
6. Siegfried Jerusalem, Helen Donath, Roland Hermann, Kurt Moll, Ortrun Wenkel, Münchner Rundfunkorchester. Se encuentra disponible en DVD Capriccio la moderna producción de la Wiener Volksoper. Imprescindible ver la adaptación televisiva de 1964 en blanco y negro con Julius Patzak en el papel del predicador.
7. Lore Hoffmann (Bielefeld, 1911-Bad Pyrmont, 1996) estuvo activa en Berlín y Hamburgo antes y después de la guerra. Todavía se puede encontrar algo de sus registros de estudio o radiofónicos: Anna Reich (Die lustigen Weiber von Windsor), Sophie (Der Rosenkavalier), Freia (Das Rheingold). La que fuera pareja escénica del tenor Walther Ludwig también dejó registros de Lied, música sacra, oratorio y, especialmente, opereta, como Der Graf von Luxemburg, Gräfin Maritza o Frau Luna. Helga Hildebrand era una de las habituales de Electrola; grabó opereta para el sello verde como Eine Nacht In Venedig, Der Zigeunerbaron, Das Land Des Lächelns, Der Graf Von Luxemburg, y ópera romántica alemana, como Zar und Zimmermann o Der Trompeter von Säckingen, que se ofrece aquí en esta edición.
8. Erika Köth empezó a grabar para Electrola antes de los treinta. Su catálogo incluye opereta (Arsena, Valencienne, Lisa, Sonja, Friederike, Angèle Didier, Bärbele, Maske in Blau, Der Vetter aus Dingsda) y el repertorio de ligera coloratura, como Musette, Sophie, Gretel, Frau Fluth, Amor o Gilda. En Bayreuth fue el Waldvogel en el segundo Ring de Wieland, de 1965 a 1968. Se la puede ver en los DVD comerciales de Der Barbier von Sevilla de la Bayerische Staatsoper (Keilberth), Don Giovanni y Die heimliche Ehe (Il matrimonio segreto), de la Deutsche Oper Berlin, con Fricsay y Maazel, respectivamente.
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