Chequia

Festival Janáček Brno 2020 (10): Pavel Haas Quartet

Robert Ferrer Llueca
lunes, 26 de octubre de 2020
Pavel Haas Quartet © 2020 by Pavel Haas Quartet Pavel Haas Quartet © 2020 by Pavel Haas Quartet
Brno, domingo, 11 de octubre de 2020. Teatro Reduta, Sala Mozart. Pavel Haas Quartet (Veronika Jarůšková, violín I, Marek Zwiebel, violín II, Pavel Nikl, viola, y Peter Jarůšek, violoncello. František Souček , viola. Bohuslav Martinů: Cuarteto de cuerda núm. 7 “Concerto da camera”, H 314. Leoš Janáček: Cuarteto de cuerda núm. 1 “Sonata à Kreutzer”, JW VII/8. Antonín Dvořák: Quinteto de cuerda núm. 3 en mi bemol mayor, op. 97.
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Gran éxito y aplausos fervorosos durante todo el maravilloso concierto ofrecido por el Pavel Haas Quartet en la preciosa Sala Mozart del Teatro Reduta de Brno, claramente de lo mejor que se ha visto en este truncado Festival Janáček Brno 2020. El Pavel Haas Quartet es uno de los más prestigiosos cuartetos de cuerda que existen en la actualidad. En este concierto nos deleitó con brillantes interpretaciones de música de cámara de Martinů, Janáček y Dvořák.

En primer lugar, el Cuarteto de cuerda nº 7 “Concerto da camera”, H 314 de Bohuslav Martinů, compuesto en Nueva York en 1947. El subtítulo nos da pistas sobre su propia estructura en tres movimientos y su carácter eminentemente concertante. Ya desde el primer movimiento más rítmico, los cuatro miembros del cuarteto demostraron un total dominio técnico de sus instrumentos y un especial interés por las sutilezas interpretativas, haciendo alarde de su abrumador virtuosismo. En su interpretación de este penúltimo cuarteto de Martinů destacaron sobre todo la extremada sensibilidad y total unidad en los diálogos y enlaces de voces, especialmente en el bellísimo Andante del segundo movimiento.

La segunda obra en el programa fue el Cuarteto de cuerda nº 1 “Sonata à Kreutzer”, JW VII/8 de Leoš Janáček, compuesto en 1923 con inspiración en la conocida novela de Tolstoi y a petición del Cuarteto Checo de Praga. Era la más esperada por el público asistente, y no defraudó en absoluto. Muy al contrario, esta interpretación del primer cuarteto de Janáček por el Pavel Haas Quartet fue realmente alucinante: inicio del primer movimiento ya con una delicadeza inusual, intensidad expresiva continuada y comprensión profunda de una partitura que sonaba completamente nítida, con todos los elementos compositivos janáčekianos en su sitio. Realmente interesantes acústicamente los pp extremos y varios efectos sonoros como son los tremolos del segundo movimiento y los sul ponticello del tercero, sonando siempre con cuerpo y sorprendentemente cristalinos. También deberían destacarse los acertados cambios de tempo, construcción de transiciones y pausas suficientemente breves entre secciones internas de la obra, todo ello muy bien consensuado, contribuyendo así a una mayor fluidez que se halló presente en cada uno de los cuatro movimientos. Personalmente no creo recordar haber escuchado una mejor versión de este cuarteto en mi vida, y creo que no fui el único en la sala en desear escuchar seguidamente el segundo cuarteto de Janáček.  

 No obstante, el concierto terminó con el Quinteto de cuerda nº 3 en mi bemol mayor, op. 97 de Antonín Dvořák, para el que se sumó a la viola František Souček, a la sazón primer violín del Zemlinsky Quartet. Este quinteto fue compuesto por Dvořák en 1893, durante su etapa profesional en América, y presenta por lo tanto recursos técnico-musicales (pentatonismo, ritmos sincopados, melodías específicas) y sonoridades características del folklore de los indios americanos, en la misma línea que su famoso Cuarteto de cuerda en fa mayor subtitulado “Americano”. El disfrute absoluto, solvencia técnica y calidad artística de todos los intérpretes fueron igualmente evidentes durante la interpretación de esta obra, lo que se correspondió con un prolongado aplauso al final de este extraordinario concierto.

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