Discos
Através do fado
Juan Carlos Tellechea

Telmo Pires canta en Através do fado temas de su autoría, de su propia experiencia vital, y de autores amigos. Transmite sus versos con vibrante emoción y límpido estilo, quebrando todos los estereotipos conocidos de la música tradicional portuguesa. En Só o meu canto resume su filosofía más íntima, nada nos pertenece en esta vida, ni siquiera el amor:
(...)
Amor da primeira vez
Nas minhas mãos se desfez
E tudo que eu amei
Nunca me perteneceu
Nunca nada foi mesmo meu.
(...)
(traducción libre):
(…)
Amor desde la primera vez
En mis manos se deshizo
Y todo lo que amé
Nunca me perteneció
Nada fue realmente mío.
(...)
El suyo es un fado (del latín fatum: destino) muy personal. Era uma vez resulta ser una pieza muy animada, nada de saudade ni de lamento ni de melancolía, para criticar a todo ritmo, con cierta aspereza y agresividad el aburguesamiento de la sociedad y la desmedida venta turística de Lisboa:
Era uma vez Toda a gente se juntava Para à noite ir à farra Lá na, Tasca do Marquês Mas hoje em dia Está tudo remodelado Neste Hostel não hà Fado Nem se percebe português | Érase una vez Todo el mundo solía reunirse Salir de fiesta por la noche En la Tasca do Marquês Pero hoy en día Está todo remodelado En este albergue no hay Fado |
Telmo Pires, nacido hace 48 años en Bragança, al norte de Portugal, se crió en la Cuenca del Ruhr, adonde sus padres habían emigrado para trabajar y buscar un mejor futuro. Su infancia en Alemania le aportó una escuela completamente diferente. Como él mismo afirma, no había una casa de fado en cada esquina, y su primer ídolo musical fue Prince.
Pero no había caso, le seducía su país de origen. Cuando iba de vacaciones durante su niñez y adolescencia paseaba por las calles de Lisboa. Ya de joven vagaba solo por las noches de bohemia de la capital portuguesa. Desde Alemania absorbía aquella cultura y al mismo tiempo hacía teatro.
Cuando se acerca a los textos de las canciones que interpreta, Pires lo hace como un actor, para sacar el mejor partido de esos versos y comunicarlos a los oyentes con un tono y un peso diferentes, en cada palabra pronunciada.
Fallecido el fadista Carlos do Carmo el pasado 1 de enero, a los 82 años, tras retirarse de los escenarios en 2019, el género permanece dominado por destacadas voces femeninas, a cual mejor para suceder por enésima vez a la legendaria Amália Rodrigues, según los cánones conservadores de la industria musical local. En consecuencia, poco espacio queda para las nuevas generaciones que tienen que conquistar sobre todo el mercado juvenil para romper con esa reglas.
La biografía de Telmo Pires es completamente diferente a la de los fadistas tradicionales. Sus álbumes los comenzó a grabar en Berlín y experimentaba con instrumentaciones (piano y guitarra de jazz) desconocidos en el género. No se proponía revolucionar el fado, sino crear su propio estilo y hablar musicalmente con su propio lenguaje.
En 2009 fue invitado a un programa de televisión en su tierra natal. Los espectadores no salían de su asombro al ver que su compatriota podía cantar en Berlín en lengua portuguesa. Pires cobró valor y se mudó en 2011 a Lisboa. Aterrizó en el fado, pero como un extraterrestre, teniendo en cuenta su historia personal. Comenzó de cero y fue haciendo contactos hasta que conoció al gran productor Davide Zaccaria con quien implementa sus visiones.
En realidad no encaja 100% en el típico fado. Não sou nascido do Fado, canta haciendo suyos con mucho sentimiento los versos de Ana Lains con música de Mário José Lopes (Fado Lopes):
Não sou nascido do fado
Nasci do mundo e da vida
De uma memória perdida
de um tempo certo e errado
Não sou nascido do fado
Nasci do pouco e do tanto
Da terra e do mar salgado
Do amor, da dor, e do pranto
Não sou nascido do fado
Nasci do canto do vento
No encanto de um momento
De um destino não destinado
E se eu não nasci do fado
Nem da saudade de alguém
Se o fado me foi negado
Eu não nasci de ninguém
Traducción libre
No he nacido del fado
He nacido del mundo y de la vida
De un recuerdo perdido
De un tiempo justo y malo
No he nacido del fado
He nacido de poco y mucho
De la tierra y el mar salado
De amor, de dolor y de lágrimas
No he nacido del fado
Nací del canto del viento
En el encanto de un momento
De un destino no destinado
Y si no hubiera nacido del fado
Ni del anhelo de alguien
Si me negaran el fado
Yo no he nacido de nadie
Las canciones sobre la añoranza de las cosas perdidas, cargadas de metáforas, pero también de historias cotidianas contadas con un guiño, siguen siendo cantadas por hombres y mujeres en pequeñas tabernas hoy en día. Sin embargo, la imagen femenina en el fado es tan dominante que allí donde se presenta Telmo Pires en Europa mucha gente se acerca para expresarle su asombro. No sabían que también hay hombres que cultivan el género. Impone en el público su forma moderna, pulcra, límpida de cantar con sentimiento, de llegar a corazón, más allá de las barreras idiomáticas. ¡Enhorabuena!
Comentarios