Recensiones bibliográficas
ChinaChina camino a ascender a potencia mundial
Juan Carlos Tellechea

Es fácil enamorarse de China. “Pero es mejor no hacerlo, porque se podría usted decepcionar", afirma el periodista gráfico suizo Patrick Rohr, quien viaja frecuentemente a regiones en crisis y en desarrollo en nombre de organizaciones de defensa de los derechos humanos y de coopeeración con el Tercer Mundo.
En su libro Die neue Seidenstrasse: Chinas Weg zur Weltmacht – Eine fotojournalistische Reise* (La nueva Ruta de la Seda: China camino a convertirse en una potencia mundial – Un viaje fotoperiodístico), publicado por la editorial Orell Füssli, de Zúrich, describe algunos de los países situados en su trayecto y explora qué significa estar conectado y desarrollado por en términos de transporte e infraestructura.
El autor reflexiona sobre las dependencias y los riesgos resultantes y analiza hasta qué punto este proyecto del siglo ayudará a los países conectados a alcanzar la prosperidad y la paz, como anunció el Presidente de China, Xi Jinping, en su lanzamiento en 2013, o si principalmente sólo beneficiará a China y "sumirá al mundo en la ruina con los ojos abiertos".
Solo un ejemplo
Por lo pronto, a la empresa ferroviaria de Alemania Deutsche Bahn la pandemia le trajo en 2020 un nuevo récord en el transporte de contenedores por la nueva Ruta de la Seda. En total 12.000 trenes con un total de 200.000 contenedores circularon entre China y Europa el año pasado, 3.000 trenes más que en 2019. Entre otras mercancías fueron transportadas desde China máscaras protectoras, autopartes, productos electrónicos y refrigerantes. En 2021 se agregarán baterías de iones de litio y vehículos eléctricos.
Los trenes de contenedores recorren la rutas de 11.000 kilómetros entre Duisburgo y Hamburgo hasta los centros económicos chinos de Chongquing, Xi'an, Hefei y Zhengzhou.
¿Qué representa?
Al estilo de la histórica Ruta de la Seda, la red de rutas comerciales de 2.000 años de antigüedad entre Europa y Asia, China está construyendo o ampliando y renovando carreteras, ferrocarriles, puertos, aeropuertos y centros logísticos en los países participantes. China financia directamente una gran parte de los proyectos y apoya otras partes con generosos préstamos, lo que hace que los países receptores sean financieramente dependientes y permite a China ejercer presión para impulsar sus intereses económicos y políticos.
La nueva Ruta de la Seda consta de tres corredores principales. Patrick Rohr sigue el del medio, el Eurocorredor, en el que recorre seis países -China, Kirguistán, Turquía, Rumanía, Ucrania y Polonia- y los describe con retratos de países. El libro no pretende mostrar el país respectivo en toda su diversidad, sino presentar sobre todo sus retos actuales y, al mismo tiempo, ilustrar sobre las cuestiones políticas, económicas y sociales asociadas al proyecto, además de suministrar algunos datos importantes sobre historia, economía y cultura.
¿No hay aquí religiones, ideologías y sistemas enfrentados que difícilmente pueden combinarse?
Empezando por China, Patrick Rohr desarrolla una gran corriente narrativa que, complementada con expresivas fotos, da cuenta de numerosos encuentros estimulantes, emocionantes y conmovedores, proporcionando una visión de la vida de las personas, de sus esperanzas y deseos, de sus preocupaciones y dificultades, pero también de sus pequeñas y grandes alegrías y penas.
Uno de los grandes talentos del autor es que parece conseguir sin esfuerzo, a menudo de forma espontánea, establecer encuentros y, de paso, hacer amistad con personas de todas las edades, ingresos y niveles de educación. Además, los periodistas de los países afectados también le ayudaron a encontrar interlocutores competentes.
Descripción de China
La descripción de China con las condiciones de vida de sus aproximadamente 1.400 millones de habitantes ilustra las ambigüedades en las que se encuentra el país; tiene muchas caras, comunismo y capitalismo no forman opuestos insuperables. Junto al enorme progreso tecnológico, económico e incluso social -con métodos de producción en los que los turnos de doce horas son normales- existe una rigurosa censura y una vigilancia represiva que, sin embargo, según el autor, es aprobada por una gran parte de la población. La mayoría de la gente vive bien con las contradicciones o las ha asumido: el viejo principio de "pan y circo" es manejado magistralmente por el gobierno.
Los otros países
Durante sus exploraciones y conversaciones, el autor se encuentra con gente moderna, curiosa y de mente abierta, y le impresiona especialmente la abrumadora hospitalidad mostrada por todas partes. El proyecto de la "Nueva Ruta de la Seda" es saludado con orgullo y entusiasmo por casi todos los interlocutores en casi todos los encuentros; a él le asalta una gran inquietud y se pregunta "si el mundo, si los pueblos a lo largo de la nueva Ruta de la Seda saben lo que les espera una vez que China se haya puesto realmente en marcha".
Las detalladas descripciones de los demás países visitados por el autor superarían las posibilidades de esta reseña y solo pueden reproducirse aquí de forma muy limitada; en todos los destinos vivió conversaciones y situaciones que le acercaron al país respectivo, no sólo en términos de conocimiento, sino también emocionalmente.
Kirguistán
En Kirguistán -un país bello, pero con problemas políticos- el comercio es floreciente; como joven democracia centroasiática, el país está construyendo con éxito su propia industria textil, lo que es posible gracias a la nueva Ruta de la Seda, a través de la cual no sólo llegan mercancías, sino también muchas ideas.
Turquía
Patrick Rohr describe a
Rumanía
Ucrania y Polonia
Ucrania y Polonia concluyen los retratos de estos países; la conexión con la nueva Ruta de la Seda se valora predominantemente de forma positiva en ambos estados. En
En
Información y placer en la lectura
China camino a convertirse en una potencia mundial: la nueva ruta de la seda proporciona conocimientos básicos completos sobre el proyecto chino del siglo que algunos expertos consideran incluso del milenio. Además de la historia, la geografía, la política, la economía y la sociedad, el autor describe situaciones cotidianas y acontecimientos críticos en los países que ha visitado. En el capítulo que sintetiza los conceptos vertidos en el libro, los expertos analizan la ofensiva económica de China: el proyecto de la Ruta de la Seda no es más que una competencia entre el sistema occidental y el chino:
China quiere demostrar que el sistema occidental está enfermo y que el modelo chino, con su capitalismo de Estado de arriba abajo, funciona perfectamente.
Como viaje periodístico y gráfico a la vez, el libro no solo ofrece conocimientos, sino también una lectura por demás entretenida.
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