Musicología

Arditti y Bottesini en La Habana

y 5. El regreso de Bottesini a La Habana (1854-1855)

Antonio Gómez Sotolongo
viernes, 4 de junio de 2021
Caricatura de Giovanni Bottesini © 1996 by Ian Webber Caricatura de Giovanni Bottesini © 1996 by Ian Webber
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A mediados de otoño de 1854 el Diario de la Marina anotó en su columna de entradas de travesía que el día anterior había llegado al puerto de La Habana el vapor inglés Teviot, capitán Sawyer, procedente de Tampico y Veracruz, en una travesía de seis días, y en la columna de pasajeros llegados hizo saber que en el Teviot llegó D. Amilcare Roncari con veinte y seis individuos de la compañía de ópera italiana.* 

El mismo periódico dio a conocer la noticia del regreso a La Habana de la compañía de Ópera Italiana que a principios de ese año se había presentado en el Gran Teatro de Tacón con una temporada que duró del 9 de febrero al 25 de marzo de 1854.

Días después el mismo periódico publicó el elenco completo de la compañía, en el que figuraba como director de orquesta y concertista el celebrado Juan Bottesini.* La temporada se inauguró la noche del 16 de noviembre en el Gran Teatro de Tacón con la reposición de la ópera Atila, de Verdi -la que el público habanero aplaudió de nuevo con entusiasmo-, teniendo a la Steffenone en el papel de Odabella y al señor Salvi en el de Foresto, quienes, a juicio del localista, permitieron que las piezas que ellos cantaron se oyeran con su verdadero colorido, especialmente en el bello dúo de tiple y tenor del segundo acto en el que fueron muy aplaudidos. Y por lo que hace a la orquesta dirigida por el señor Bottesini, nada dejó que desear.*

La función del día 19, en la que se presentó la ópera Atila por segunda vez, estuvo precedida de un Himno, que compuso el señor Bottesini, y que en celebridad de los días de S. M. la Reina se cantó por toda la compañía, y según el anuncio  el programa del día de navidad sería el siguiente:

Octava función del segundo abono para el lunes 25
La empresa ha dispuesto para ese día una brillante función en la que a petición de los concurrentes se presentará por primera vez en esta temporada el gran concertista del contrabajo, el gran Bottesini, y ejecutará una pieza de su composición.*

El concierto se verificó y esto fue lo que recogió en su crónica el localista,

[…] el Sr. Bottesini entusiasmó a la concurrencia ejecutando en su dificilísimo instrumento, el contrabajo, una gran fantasía de su composición sobre «El Carnaval de Venecia». La suavidad, la dulzura de los sonidos que el Sr. Bottesini arranca a uno de los más ingratos instrumentos y la limpieza, la rapidez y la seguridad con que ejecuta, particularmente en los armónicos, son cosas cuyo mérito no podrán menos de conocer hasta los que no están iniciados en las dificultades de este instrumento, y que a los que lo están dejan convencidos de que el Sr. Bottesini es una verdadera notabilidad en el contrabajo, acaso una notabilidad sin rival. El público entero lo aplaudió con calor, lo llamó a la escena y volvió a aplaudir a su paso por el patio para ir a ocupar su puesto a la cabeza de la orquesta.*

El domingo 18 de febrero de 1855 se verificó la función de beneficio de Bottesini y el programa* estuvo compuesto por los dos primeros actos de la ópera Don Juan, de Mozart -que recién el día 11 se había estrenado en Cuba por esa compañía-; el Gran dúo para clarinete, contrabajo y orquesta de Bottesini, que el autor interpretó junto al clarinetista de la orquesta, el maestro Enrique Belletti,* primer clarinete de Su Majestad Británica;* y la gran fantasía sobre temas de La Sonámbula, y esto fue lo que escribió el localista:

Gran Teatro. […] Por lo que hace al Sr. Bottesini, que tocó en el contrabajo una pieza de su composición arreglada para ese instrumento y para el clarinete con acompañamiento de orquesta, y una gran fantasía para el primero también de su composición sobre temas de «La Sonámbula», todo lo que pudiéramos decir no daría una idea de la perfección a que ha llegado en el manejo de ese instrumento, uno de los más ingratos, y que parece encerrar en su mismo nombre la idea de la inaudita constancia y de la disposición natural que se necesita para brillar en él como brilla el Sr. Bottesini, para arrancar como este arranca de sus toscas cuerdas esos sonidos delicados, sonoros, que halagan el oído y penetran hasta el alma, y para ejecutar con la rapidez y limpieza con que toca el mencionado artista. El contrabajo en manos del Sr. Bottesini puede decirse que se transforma en un violín. El público, entusiasmado, colmó de aplausos al gran contrabajista, a cuya demostración se hizo igualmente acreedor el Sr. Belleti en el perfecto desempeño de la parte de clarinete, y ambos fueron llamados a la escena.*

Aquella compañía de ópera italiana alternó en el Tacón con otra de zarzuelas, y ambas se despidieron del público habanero con una función el día 22 de febrero, en la que volvieron a presentarse Bottesini y Belletti, y aunque ni en el anuncio,* ni en la crónica del localista* se menciona la obra que tocaron, es de suponer que haya sido el dúo para clarinete y contrabajo.

Pero no porque se disolviera la compañía que trajo a La Habana el empresario Roncari el público habanero estuvo dispuesto a dejar partir a todos sus integrantes. Desde el 28 comenzaron a publicarse noticias acerca de un «notable concierto» que se preparaba en el Liceo, en el que participarían la señora Fiorentini y los señores Bottesini y Belletti, quienes serían secundados además por los artistas habaneros Aristi, Desvernine y Bousquet; la noticia del día 2 de marzo agregaba en el programa al tenor Salvi y se anunciaba que en el Villanueva, en el beneficio del actor Argente, también se presentarían la señora Fiorentini, quien cantaría en carácter la canción andaluza La Calesera, y el señor Bottesini que tocaría el tan celebrado Carnaval de Venecia

El día 3 «varios filarmónicos suplicaron por conducto del periódico al Sr. Bottesini que tuviera a bien tocar la gran fantasía de su composición sobre temas de La Sonámbula», y ese mismo día, en la columna correspondiente a los anuncios se publicó el programa completo de la función del domingo 4 en el Villanueva a beneficio del actor Argente, en la que se presentarían Claudina Fiorentini y don Juan Bottesini.

Este concierto se verificó como estaba anunciado, y según el localista, el público, numeroso como pocas veces en el Villanueva, premió con aplausos generales, frecuentes y entusiastas las actuaciones de la Fiorentini, quien «cantó con tanto gusto como gracia», y a Bottesini, quien tocó El Carnaval de Venecia.

El día 4 apareció el anuncio de la función del jueves 8 en el Liceo Artístico y Literario de la Habana, según el cual el concierto comenzaría con una Gran fantasía para dos pianos, sobre temas de la Norma, ejecutada por Desvernine y Aristi; a continuación, Belletti tocaría Souvenir de la Lucia de Lammermoor; Salvi se presentaría con Romanza de La Favorita; Bousquet, tocaría La Melancolía, y la primera parte terminaría con Rondó final de la María de Rohan, interpretada por la soprano Fiorentini.

La segunda parte comenzaría con la Fantasía Cerrito para contrabajo interpretada por Bottesini; seguida de Romanza de Elixir de Amor, interpretada por Salvi y luego el Gran dúo para clarinete y contrabajo por Belletti y Bottesini; Bousquet tocaría un sorprendente solo en el violín, y la velada terminaría con Mira la blanca luna, de Rossini, duo nocturno sentimental que cantarían Fiorentini y Salvi.

El concierto se realizó, y según lo que anotó el localista en su crónica,* no hubo cambios en el programa, por lo que se volvió a escuchar en La Habana la Fantasía cerrito, para contrabajo solo, y el Gran Dúo Concertante para clarinete en La, contrabajo y orquesta / piano.

En conclusión, durante esta última visita de Juan Bottesini a la Isla, las obras que de él se interpretaron fueron: un Himno dedicado a Su Majestad la Reina; se estrenó el dúo para clarinete y orquesta, que ya había tocado en México con el mismo Enrico Belletti, y se volvieron a interpretar las muy aplaudidas variaciones sobre temas de la Sonámbula y del Carnaval de Venecia y la Fantasía Cerrito, tres obras que hasta prueba en contrario tuvieron su estreno mundial en La Habana, en las fechas antes citadas.

Notas

1. «Diario de la Marina», 9 de noviembre de 1854

2. «Diario de la Marina», 12 de noviembre de 1854

3. «Diario de la Marina», 12 de noviembre de 1854

4. «Diario de la Marina», 24 de diciembre de 1854

5. «Diario de la Marina», 27 de diciembre de 1854

6. «Diario de la Marina», 12 de noviembre de 1854

7. «Belletti también se asoció con Lind, tocando solos en sus conciertos en 1851 en Nueva York y otros lugares. Todavía actuaba en Nueva York en 1853, pero después se fue al sur a Charleston, Nueva Orleans y La Habana». The Clarinet. Vol. 43.

8. Enrique de Olavarría Olavarría, «Reseña histórica del teatro mexicano», 2ª ed. México DF: La Europea, 1895, p 147

9. «Diario de la Marina», 20 de febrero de 1855

10. «Diario de la Marina», 22 de febrero de 1855

11. «Diario de la Marina», 24 de febrero de 1855

12. «Diario de la Marina», 10 de marzo de 1855

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