Italia

‘Aida’ colonial: la visión imperante

Jorge Binaghi
jueves, 19 de agosto de 2021
Carrasco, Aida © 2021 by Tabocchini Zanconi Carrasco, Aida © 2021 by Tabocchini Zanconi
Macerata, domingo, 1 de agosto de 2021. Sferisterio. Aida, El Cairo, Opera, 24 de diciembre de 1871. Libreto de A. Ghislanzoni y música de G. Verdi. Dirección escénica: Valentina Carrasco. Escenografía: Carles Berga. Vestuario: Silvia Aymonino. Luces: Peter van Praet . Coreografía: Massimiliano Volpini Intérpretes: Maria Teresa Leva (Aida), Luciano Ganci (Radamès), Veronica Simeoni (Amneris), Marco Caria (Amonasro), Alessio Cacciamani (Ramfis), Fabrizio Beggi (Il Re), Maritina Tampakopoulos (Sacerdotessa) y Francesco Fortes (Messaggero). Orchestra Filarmonica Marchigiana y Coro Lirico Marchigiano (maestro de coro: Martino Faggiani). Director: Francesco Lanzillotta
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Al parecer la moda actual es ‘denunciar’ el colonialismo de esta pobre gran ópera, por lo que la acción sucede en la época de construcción del Canal de Suez y, sobre todo, de la explotación del petróleo por las potencias extranjeras con la colaboración de Egipto (mientras los etíopes serían los que se rebelan contra la situación). De ahí que en la escena del triunfo se destaquen los conductos de petróleo (que luego permanecen, pero no molestan tanto, aunque por supuesto, Amonasro y un par de etíopes intentan volarlos en el tercer acto) y las danzas sean la ilustración de la resistencia fracasada de los etíopes. Los vestidos de Amneris son una maravilla de época -pero también más cercanos en el tiempo-, las luces de van Praet una maravilla como siempre, la coreografía adecuada al concepto, y aunque Radamès sea un explorador y por lo tanto no parezca muy egipcio que digamos, si uno acepta (o no) la idea, todo es coherente con ella.

Quiero decir que es la primera vez que, no estando de acuerdo con Carrasco (que ahora parece ir por libre respecto de su anterior colaboración con la Fura dels Baus), me parece buena o aceptable una puesta en escena suya porque todo se explica. Hay un cuadro absolutamente soberbio que es el del templo de Ftah (donde no hay etíopes, pero las danzas son muy adecuadas), y tercero y cuarto funcionan. El segundo tal vez es el más flojo, por el acto del triunfo en particular. Los personajes están bien plasmados, en particular el de Amneris, pero eso creo que es sobre todo mérito de Simeoni y por ella empezaré.

Habrá quien prefiera una voz más grande y más oscura. Pero, con Borodina, es para mí la mejor hija de los faraones que he visto en público. No una tigresa siempre con las garras afuera y soberbia hasta la comprensión -tardía- del final. Como no lo es su hermana la princesa de Éboli del Don Carlos, que casualmente la vez en que más me impresionó fue con Borodina. El caso es que la voz es suficiente en extensión y volumen, aunque en un espacio tan abierto no sobre ... Pero puedo decir que escuché frases del gran concertante final del segundo acto que no solía oír de gargantas consideradas privilegiadas (y lo eran).

Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.

Ahora bien, el trabajo sobre la palabra (como quería Verdi) es absolutamente sensacional, las reacciones muestran siempre a un ser frágil que intenta ser duro y lo consigue, pero pasando por encima de sí misma (las reacciones durante el dúo con Aída fueron increíbles. No hablo del cuarto acto porque ya es de imaginar lo que pudo hacer del enfrentamiento con Radamès y de la escena del juicio). Destacaría todavía sus frases finales sobre el gran dúo de los protagonistas y en particular sus repetidos ‘pace!’ con los que termina la ópera supuestamente supremacista, colonialista, occidentalista y todos los -ista que se quieran.

El único que estuvo a su altura fue el director, y eso que algún arpa resultó ligeramente casquivana. Lanzillotta privilegió el detalle, el recogimiento, y sólo ‘explotó’ cuando debía y en particular en la escena del triunfo en la que las trompetas colocadas en lo alto del Sferisterio no cometieron ni un desliz, y el grupo de refuerzo al lado de la orquesta también intervino sin que nunca se perdiera la coordinación (lamentablemente en dos pasajes el coro masculino no estuvo a la altura, como por lo demás si en el resto), el equilibrio y el respeto por la voz. Para decir algo que para mí es un inmenso elogio recordé la forma en que dirigía el gran Bruno Bartoletti, al que alguna vez se le hará justicia. Y la orquesta, salvo el desliz apuntado, parecía totalmente distinta de la que había escuchado casi en sordina el día precedente.

Por lo demás hubo una protagonista adecuada si no relevante. Leva está apresurando mucho sus pasos, y todavía es una soprano lírica, lo que le causa problemas cuando se insiste en el centro, el grave y el pasaje. Los agudos y sobre todos los piani son muy buenos y destacó en su aria del Nilo -no en los dúos del tercer acto ni del segundo-, y mucho menos en ‘Ritorna vincitor!’, pero sí en el adiós a la vida del final. Es aplicada, pero no inspirada, como actriz.

Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.

Ganci ha mejorado desde su paso por el Liceu barcelonés: se cansa menos, no fuerza tanto (los apuros vienen siempre en el tercer acto y sobre todo por una respiración corta y un empeño en demostrar que tiene agudo -que lo tiene- sin que le haga ninguna falta). Intentó en el aria apianar la voz, pero luego desistió y con razón. Su ‘modelo’ o ‘tradición’ es, salvando las distancias, claro está, Del Monaco y no Bergonzi. El actor es convencional, pero no molesta.

Caria en teoría tenía las cartas en regla para Amonasro, y así fue cuando la tesitura requería su centro y grave. El agudo se estrecha y se aclara, y como intérprete hace lo que le marcan y lo hace correctamente.

Los dos bajos fueron insuficientes (sobre todo el Ramfis) y demostraron que no hay partes secundarias en Aída. Ni siquiera la sacerdotisa (que se oyó mejor que otras veces, pero que en el final exhibió un vibrato poco controlado) o el mensajero (que tiene un material oscuro de importancia que deberá trabajar más).

Mucha asistencia, mucho éxito, en especial al final, y una buena ovación para Simeoni tras la escena del juicio. El calor, como siempre, ayudado por un viento nada fresco que provocó un cierto retraso ya que las partituras de la orquesta le seguían el juego. 

Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.Aida de G. Verdi. Dirección musical, Francesco Lanzillotta. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Macerata Opera Festival 2021. © 2021 by Tabocchini Zanconi.


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