Alemania

Salon Pitzelberger & Co ossia Monsieur Choufleuri restera chez lui...

Juan Carlos Tellechea
miércoles, 25 de agosto de 2021
Salon Pitzelberger & Co © 2021 by Krefeld Stutte Salon Pitzelberger & Co © 2021 by Krefeld Stutte
Mönchengladbach, sábado, 3 de julio de 2021. Theater Mönchengladbach. Salon Pitzelberger & Co (título original en francés: M. Choufleuri restera chez lui le...En español: La soirée de Cachupín y Don Galo-Pin se queda en casa) opéra bouffe u opereta en un acto con música de Jacques Offenbach y libreto en francés de M. de St Rémy (seudónimo de Charles Auguste de Morny), con contribuciones de Hector Crémieux, Ludovic Halévy y el secretario de Morny, Ernest Lépine. Estrenada el 31 de mayo de 1861 en un estrecho círculo en la Présidence du Corps Législatif en el Palais Bourbon de París; Napoleón III también estuvo presente. Régie Ulrich Proschka. Escenografía Christine Knoll. Vestuario Kristopher Kempf. Dramaturgia Andreas Wendholz. Asisteencia de la régie Katja Bening. Regidor Ognian Ratchov. Waldemar Pitzelberger, empresario (Matthias Wippich), Ernesteine, su hija (Sophie Witte), Kasimir Babylas, compositor (David Esteban), Paul Petermann, el mayordomo, ex jardinero (Markus Heinrich), Melusine von Lotz, la nueva ama de llaves (Gabriela Kuhn), Tamago Shokumo, socio de Pitzelberger (Woongyi Lee), Jean-Charles de Cataract, factótum en materia de arte (Robin Grunwald), Wanda Stiefel, amiga de Ernestina en el internado (Maya Blaustein). Huéspedes (coro): Capitán de caballería Stiefel con su esposa Wellgunde (Manfred Feldmann, Margriet Schlössels), Cónsu Caputh con su esposa Clothilde (Robin Liebwerth, Sabine Sanz), Consejero de comercio Höllriegel con su esposa Adele (Gereon Grundmann, Anne Heßling), Predicador de la corte Fromme y su madre Helene (Kaischan Scholdybajew, Birgitta Henze). Orquesta Niederrheinische Sinfoniker. Director Andreas Fellner. 50% del aforo por las medidas de prevención e higiene contra la pandemia de coronavirus.
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Ulrich Proschka logra una refinada e hilarante adaptación de esta opereta de Jacques Offenbach, muy poco escenificada en estos tiempos, que satiriza implacablemente la apropiación de la cultura por el esnobismo de los nuevos ricos. 

El estreno entre ovaciones de esta nueva producción fue un completo éxito en la Comunidad de teatros de Krefeld y Mönchengladbach que reabrieron sus puertas ni bien el drástico descenso de los casos de coronavirus lo hicieron posible.

Michael Preiser ha creado especialmente para esta puesta una versión orquestal fresca y descarada en la que se escuchan parodias de óperas al estilo de Vincenzo Bellini, Gaetano Donizetti y Gioachino Rossini, así como números de otras piezas de Offenbach (Pomme d'Api, Le 66, Les Bavards, Les Brigands, Orphée aux enfers, La perichole, Lischen et Fritzchen), todo ello en el espíritu de su teatro musical socialmente crítico en el París del siglo XIX.

La orquesta Niederrheinische Sinfoniker, dirigida por Andreas Fellner, interpreta maravillosamente la ingeniosa partitura de Offenbach que apunta a mofarse del negocio de la ópera de su tiempo. 

El elenco entero da muestras de un sobresaliente talento interpretativo vocal e histriónico, hasta en los más mínimos matices y gestos. 

Fellner se despidió esta tarde del público, ya que proseguirá su carrera en otros escenarios operísticos de Austria y Alemania.

Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.

Para llegar por fin a los círculos sociales más altos, el señor Pitzelberger (Matthias Wippich con su robusta voz de bajo), Monsieur Choufleuri en la versión original en francés, ha organizado una fiesta con toda la parafernalia correspondiente. El texto de la invitación expresa: El señor Pitzelberger le invita a Usted a una velada de ópera italiana en su salón.

La familia Pitzelberger está en vilo, porque se supone que este gran acontecimiento abre las puertas de la clase alta a estos advenedizos de quiero y no puedo. Pero cuando las tres estrellas de la ópera con las que se han comprometido cancelan, todos los buenos consejos habidos y por haber son escasos para salir de este aprieto: ¿cómo evitar el papelón?

Sin pestañear, la hija del próspero empresario, Ernestine (deliciosa y estupenda voz Sophie Witte, y además en un precioso dúo con su amiga del internado suizo Wanda Stiefel, Maya Blaustein), recluta como tenor a su amante secreto, Kasimir Babylas (muy buena voz David Esteban), un compositor sin éxito que vive en el vecindario; ella misma hará de prima donna y recluta a su padre para que haga de bajo buffo, a pesar de que no habla ni papa de italiano.

Y así estas figuras se convertirán en Placebo Flamingo, Lugano Favoretti. El nombre de la diva fue un poco más difícil de conseguir, no podía ser ni Maria Callas ni Anna Netrebko, así que dándole la vuelta a algunas consonantes se logró un trabalenguas inspirado en la bella Joyce DiDonato. ¿Se darán cuenta del engaño los de la alta sociedad?

Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.

La improvisada velada de ópera es un éxito solo porque los invitados de alto rango, pese a todas sus actitudes displicentes, son en última instancia filisteos culturales que, aparte de los atractivos nombres de los caros artistas exclusivos, no entienden nada de nada de lo que éstos les dicen en su italiano rudimentario. Mucho dinero, pero un gusto incierto: una mezcla fatal.

Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.

Esto comienza ya con el diseño del palacete de Pitzelberger, típicamente neo-rococó. El decorado afirma una historicidad que el nuevo rico está muy contento de superponer a sí mismo como su propia legitimación, no sin aplicar su emblema rústico más o menos discretamente en cada rincón (nos viene de inmediato a la memoria el ostentoso mal gusto de Donald Trump).

La régie no se queda en la época de Offenbach. Avanza unas décadas más allá hasta llegar a la fase psicodélica de la segunda mitad del siglo XX. El creador de esta instalación escénica es una figura también inventada aquí: el artista de performance y diseñador Jean-Charles de Cataract (Robin Grunwald), cuyo nombre se asocia a los de famosos diseñadores franceses (Jean Paul Gaultier, Jean-Charles de Castelbajac, etc.), así como a una deficiencia visual (catarata) en su apellido.

Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.Salon Pitzelberger & Co, producción de Ulrich Proschka. © 2021 by Krefeld Stutte.

Si su arte es vanguardista o se debe a un defecto ocular, si es un deslumbrador o un genio, cada uno de los espectadores puede decidirlo por sí mismo. Pitzelberger lo contrató porque es caro y está de moda, pero no entiende su ideal artístico, si es que lo tiene, aparte de que se le ha pillado por sorpresa. Y Cataract se entera en el número final de que los invitados del empresario y nuevo rico están en la misma situación.

En realidad, éstos vinieron para comer bien y beber abundante champán. La orquesta los acompaña perfectamente en cada uno de sus etílicos devaneos y trastabilleos. El número final original de Salon Pitzelberger fue sustituido por el segundo final de La vida parisina de Offenbach, en el que un coro impaciente exige inequívocamente: ¡Queremos comer, comer, comer! Con un nuevo texto, se expresa aquí todo el dilema del artista dependiente de sus mecenas en la disputa entre los invitados y el genio incomprendido: 

Oyeron a verdaderos virtuosos y solo piensan en el alcohol. Mi genio era solo un ornamento para esta gula.

El melodrama degenera en un breve pero fabuloso número de jazz magníficamente ejecutado por la orquesta Niederrheinische Sinfoniker bajo la batuta de Andreas Fellner que encaja muy bien en este contexto, toda vez que la ruptura de límites es un aspecto inherente a las obras de Offenbach. En esta versión de Ulrich Proschka con arreglos orquestales de Michael Preiser es emblemática también la forma en que Ernestine y, más tarde, Wanda rompen con la actitud pequeñoburguesa y el confinamiento social de los nuevos ricos, se liberan de las limitaciones familiares y llevan una vida autodeterminada...comme il faut.

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