Alemania

Klavier-Festival Ruhr 2021

El Klavier-Festival Ruhr celebra el 90º aniversario de Alfred Brendel

Juan Carlos Tellechea
martes, 28 de septiembre de 2021
Pierre-Laurent Aimard © 2021 by Peter Wieler Pierre-Laurent Aimard © 2021 by Peter Wieler
Düsserldorf, lunes, 20 de septiembre de 2021. Robert Schumann Saal del Kunstpalast de Düsseldorf. Pierr-Laurent Aimard (piano). Geburtstag (En el 90º aniversario de Alfred Brendel). György Kurtág, de Jatétok: para el cumpleaños de Dóra Antals (1. versión 1990), All'ongherese (1996), Johan van der Keuken in Memoriam (2001), Kedves Ke tt d ö a Márta, la octogenaria (2007), Zweiter rein persönlicher Brief an den 85-jährigen Andrá Szöllösy (2006), ...Erinnerungen, kleine Zinnsoldaten...(2000), Stilles Zwiegespräch (2000), Hommage à Georg Kröll 70 (2004), Saludo por el cumpleaños de Georg Kröll, In Memoriam Emil Petrovics, Dialog, ...für Heinz..., Draft-sheet (unshaped-rough) for Tünde Szitha, ...yet another letter to Péter Eötvös..., ...le chien..., Window to the corridor for Márta, ...wie soll ich..., Passio sine nomine, Ligatura für Márta, Spiel mit dem Unendlichen. Mark André, iv 11 a (2011, rev. 2016) (para el 50º aniversario de Christoph Grund), iv 11 b (2011, rev. 2016) (para Nicholas Hodges), iv 11 c (2013, rev. 2016) (In Memoriam Armin Köhler), Contrapunctus (1998/1999). Oliver Messiaen, de Catalogue d'oiseaux, L'Alouette calandrelle (Die Kurzzehenlerche), Le Merle bleu (Die Blaumerle). György Ligeti, de Études pour piano, Nr. 8: Fém, Nr. 2: Cordes à vide, Nr. 4: Fanfares, Nr. 6: Automne à Varsovie. Concierto patrocinado por la Pott Stiftung (Fundación Pott). Klavier-Festival Ruhr 2021. Alfred Brendel zum 90. 50% del aforo, reducido por las medidas de prevención e higiene contra la pandemia de coronavirus.
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De forma simple, redonda, aterciopelada - así es como tocaba el piano Alfred Brendel, quien el pasado 5 de enero cumplió 90 años de edad. Con este motivo, el Klavier-Festival Ruhr 2021 le rinde -con él presente como invitado especial- un merecido homenaje durante una semana con conciertos de artistas con los que mantiene aún contacto y fluido intercambio.

A pesar de su avanzada edad, el humanista, maestro y mentor Alfred Brendel goza de buena salud y sigue activo, con su ya legendario buen humor, como profesor, escritor, narrador y poeta desconcertante; algo que admiran todos aquellos para quienes la música y los músicos significan realmente algo.

Queremos agradecer a Alfred Brendel toda su inspiración y maravillosa generosidad, al hacernos partícipes de su inmenso conocimiento del mundo, de su pensamiento y de su enorme eros pedagógico

expresa el director del festival, profesor Franz Xaver Ohnesorg, en la presentación de este ciclo, agregando:

Estamos encantados de que Alfred Brendel esté junto a nosotros en este festival. Para el gran Alfred Brendel se aplica de manera muy especial aquella famosa frase, según la cual Solo se puede pensar bien con el corazón. Por eso este homenaje es también una gran necesidad personal para nosotros ¡Sale del corazón!

Franz Xaver Ohnesorg y Alfred Brendel. © 2021 by Peter Wieler.Franz Xaver Ohnesorg y Alfred Brendel. © 2021 by Peter Wieler.

El primer concierto en honor a Alfred Brendel estuvo a cargo del pianista Pierre-Laurent Aimard con obras de compositores de los siglos XX y XXI con los que el homenajeado ha estado o continúa estando en comunicación: György Kurtág, Mark Andre, Olivier Messiaen y György Ligeti.

¡Qué maravilla este recital de Aimard, probablemente el más osado de los grandes pianistas de nuestro tiempo! Aimard emparejó más de 18 piezas de la colección de maravillosas miniaturas llamada Játékok del anciano Kurtág (editorial Schott-Music), entrelazadas autobiográficamente, que no ha dejado de ampliarse desde 1973 hasta hoy, con obras de Andre, que tratan el contrapunto a su manera, así como dos ejemplares del Catalogue d'oiseaux, de Messiaen, y cuatro estudios para piano de Ligeti.

Para los espectadores, este programa no era de ninguna manera un plato ligero. Sin embargo, lo siguió con la mayor atención y en el más absoluto silencio. A pedido expreso de Aimard antes de comenzar el concierto, la platea no aplaudió las piezas de Kurtág y Andre. El porqué sigue siendo un enigma. Porque el pianista lo tuvo más difícil aún con esta secuencia de obras pianísticas muy complicadas, algunas de las cuales no solo presentan grandes obstáculos técnicos, (es necesario preparar el piano expresamente un par de veces), sino que, sobre todo, requieren un inmenso trabajo melódico, armónico y rítmico: una tour de force mental.

La inclinación de Andre por la experimentación sonora y el esoterismo no armoniza del todo con el mundo emocional de Kurtág. Aimard, empero, domina todo esto con tal aplomo que uno no puede menos que inclinarse reverentemente ante tal calidad. Él parece estar tan a gusto que abría de buena gana y con fruición la poesía, un tanto cerrada, al oyente.

Los microcosmos de Kurtág, en los que el encanto del silencio resuena con tanta elocuencia, ganan aún más peso en este ambiente. Un jardín sonoro secreto se extiende ante nosotros, en el que la intimidad puede experimentarse como algo precioso, algo existencial. Una música llena de maravillas sonoras, con una pizca de elficología tal vez. Con Kurtág lo inquietante (¿y reprimido?) no surge de antiguas firmas sonoras, sino de viajes sonoros presentes y futuros.

La música de Kurtág nos saca del tiempo: los engranajes del mundo exterior avanzan sin descanso, no cabe duda, pero en la Sala Robert Schumann contenemos la respiración esta tarde embelesados y nos sumergimos en los poéticos mundos sonoros del anciano y sabio húngaro, y todo se detiene. El mundo es solo sonido, un único e intenso diálogo entre tonos y sonidos, entre Kurtág, Aimard y nosotros, a quienes se nos permite vivir este concierto demoledor. Aunque no lo parezca, la inclinación de Andre por la experimentación sonora y el esoterismo no armoniza del todo con el mundo emocional de Kurtág.

Para el último tercio del recital de piano, concebido sin intermedio, Aimard reservó los dos clásicos del siglo XX: Messiaen y Ligeti. El catálogo de pájaros canoros de Messiaen es el resultado de haber escuchado embelesado (con toda razón) a sus primeros y más grandes maestros, como él mismo los llamaba, y a cuya Escuela Superior de Música jamás pudo dejar de asistir.

Del primero de los siete libros del catálogo Aimard interpretó III. Le Merle bleu / El zorzal de la roca azul o roquero solitario (Monticola solitarius), y del libro quinto VIII. L'Alouette Calandrelle / La Alondra Corta o terrera común (Calendrella brachydactyla). Doy fe de la gran riqueza musical, del enorme repertorio de temas, de la gran creatividad melódica, así como de la enorme capacidad de improvisación de estas aves que he admirado también en mis viajes por estos lares y que lo dejan a uno anonadado con tanto virtuosismo. Los colores, los cambios de luminosidad y la fluidez que Aimard extrae del piano son sencillamente mágicos. Impresionantes fueron asimismo los intrincados estudios de Ligeti que el pianista interpretó con grandiosa perfección técnica, aunque sin actitud virtuosística.

Pierre-Laurent Aimard y Alfred Brendel. © Peter Wieler.Pierre-Laurent Aimard y Alfred Brendel. © Peter Wieler.

Al final, Aimard bajó del escenario para saludar personalmente a su amigo y mentor Alfred Brendel, sentado en la platea junto a su esposa. Ambos músicos se abrazaron en medio de un estallido de aplausos y ovaciones del público, hasta que el pianista decidió regalarnos dos bises, piezas muy cortas de Kurtág, los estrenos mundiales de Impromptu Johann 27 y de …csak úgy [así de fácil]… . La sala volvió a temblar con las impresionantes aclamaciones de los espectadores durante prolongados minutos al término de otra velada memorable del Klavier-Festival Ruhr 2021.

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