Italia

Un nuevo e interesante ballet

Jorge Binaghi
miércoles, 27 de octubre de 2021
Bigonzetti, Madina © 2021 by Brescia e Amisano Bigonzetti, Madina © 2021 by Brescia e Amisano
Milán, martes, 12 de octubre de 2021. Teatro alla Scala. Madina. Teatro-danza en tres cuadros. Libreto de Emmanuelle de Villepin, sobre su novela 'La ragazza che non voleva moriré'. Música de Fabio Vacchi. Coreografía de Mauro Bigonzetti. Escenografía y luces: Carlo Cerri. Vestuario: Maurizio Millenotti. Roberto Bolle (Kamzan), Antonella Albano (Madina), Martina Arduino (Olga), Gioacchino Starace (Louis), Gabriele Corrado (Sultán). Anna-Doris Capitelli (mezzosoprano), Chuan Wang (tenor), Fabrizio Falco (actor). Cuerpo de baile del Teatro, dirigido por Manuel Legris. Coro (director: Alberto Malazzi) y orquesta del Teatro. Director: Michele Gamba
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Un estreno muy esperado y demorado más de un año por la situación creada por el maldito virus. Iba a ser una ópera y terminó siendo una suerte de ballet contemporáneo con canto solista y coral, y narración dramática. Sin solución de continuidad, en una hora y cuarto los tres cuadros narran la historia de la protagonista, Madina, que, manipulada por su tío Kamzan, se dispone a llevar a cabo un atentado terrorista convertida en bomba humana, pero a último momento decide vivir. Condenada a veinte años de cárcel por haber causado la muerte del encargado de retirarle los explosivos del cuerpo, mientras el tío es torturado y asesinado, es un potentísimo retrato de uno de los problemas globales contemporáneos con un texto sacado de la novela que apunto más arriba, obra de la propia autora.

'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.

La música es de una fuerza formidable, brutal pero no imposible de seguir, para nada ‘intelectual’, pero tampoco una narración realista, sino una abstracción de sentimientos y situaciones, muy actual (obviamente poco lugar hay aquí para la melodía en su sentido tradicional). Lo que personalmente no encontré al mismo nivel es la escritura vocal, que funciona más para las intervenciones (comentarios e interludios) corales (grabadas en su momento por las mismas razones aludidas al principio) que para las individuales: si las del tenor Wang son ‘razonables’ aunque algo monótonas, la aparición de la voz femenina (Capitelli) termina por subrayar definitivamente la poca capacidad o comprensión de los autores de hoy para escribir de modo adecuado a una voz lírica. Ambos artistas lo hacen bien, pero a ella se le exigen cosas no diré imposibles, pero sí de esas que hacen correr serios riesgos a las cuerdas vocales. La parte recitada tiene un texto bueno que encontré bien dicho, pero sin mucha participación, por Falco.

Notable la labor de la orquesta de la Scala bajo la dirección del joven y talentoso Gamba, que frecuenta el repertorio contemporáneo además del tradicional, y se reveló hábil concertador, capaz de gran expresividad y al mismo tiempo coordinación con el escenario (no sólo los cantantes y el narrador, sino el coro y los bailarines).

Arduino y Starace en 'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.Arduino y Starace en 'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.

El cuerpo de baile de la Scala no es un conjunto al que voy a descubrir hoy: fantástico en una coreografía -la de Bigonzetti- que tensa los cuerpos y los obliga a pasos y posiciones difíciles bajo una luz cegadora y con proyecciones de video sobre una mampara que los aísla (aunque se juntan muchas veces, la sensación que prevalece es la del encierro de cada uno dentro de sí mismo).

Olga y Louis, los parisinos que se esfuerzan por salvar a Madina, están en los pies y cuerpos de Arduino y Starace, notables ambos. El Sultán resulta ideal para Corrado. 

Antonella Albano y Roberto Bolle en 'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.Antonella Albano y Roberto Bolle en 'Madina' de Bigonzetti. Música de Fabio Vacchi. Libreto de Emmanuelle de Villepin. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2021. © 2021 by Brescia e Amisano.

De la pareja protagonista no sé bien qué decir. Es normal que de Bolle se repitan los adjetivos laudatorios. Con más de 45 años (que no representa) y en su primer gran rol como héroe ‘negativo’ está simplemente glorioso: cada posición, cada salto, cada gesto no son sólo perfectos y estéticamente superlativos, sino que están al servicio de la composición de un personaje complejo, aunque pueda parecer de una sola pieza. Superlativa es asimismo la protagonista de Albano, excelente en sus sufrimientos físicos y psíquicos, en sus ‘apartes’, y en los ‘dúos’ y escenas de conjunto. Al final el aplauso tiene mucho de explosión catártica y dura casi quince minutos. Y es el segundo día con teatro libre de limitaciones y se ve y se nota.

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