España - Galicia

Un Rococó sin garra

Maruxa Baliñas
miércoles, 27 de octubre de 2021
Jaime Martín © Ibermusica Jaime Martín © Ibermusica
Ferrol, jueves, 14 de octubre de 2021. Auditorio de Ferrol. Fanny Mendelssohn-Hensel, Obertura en do mayor. Piotr Ilich Chaicovski, Variaciones sobre un tema rococó. Felix Mendelssohn, Sinfonía nº 5 en re mayor op 107 'de la Reforma'. Pablo Ferrández, violonchelo. Orquesta Sinfónica de Galicia. Jaime Martín, director. Temporada 73 de la Sociedad Filarmónica Ferrolana.
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Me habían hablado de lo bien que sonaba la Orquesta Sinfónica de Galicia en el Auditorio de Ferrol (860 espectadores, inaugurado en 2014) y tenía curiosidad por comprobarlo. Y como las obras del programa parecían adaptarse bien a un auditorio más reducido que el Palacio de la Ópera de A Coruña, sede oficial de la OSG, allí me fuí. 

La experiencia fue muy positiva, el Auditorio de Ferrol es cómodo, está al lado del mar por lo que antes de entrar siempre se puede disfrutar de unas bellas vistas, se aparca con bastante facilidad y sobre todo la acústica es buena. Quizá para obras que requieren gran orquesta -estoy pensando en Mahler, Shostakovich o Strauss- la sala se quede un poco pequeña, pero para los Mendelssohn fue muy adecuada, especialmente para la Obertura en do mayor

Sigue siendo un misterio para mí por qué la música de Fanny Mendelssohn no se incorpora al repertorio con mayor rapidez, porque si otras compositoras pueden ser más discutibles, la música de Fanny es de gran calidad, muy bien aceptada por el público, y con un lenguaje sumamente asequible. La Obertura en do mayor que se tocó para abrir este concierto es una buena muestra de ello y si algo se le puede reprochar es precisamente su duración breve, que deja con ganas de más. En coherencia con el color weberiano de la Obertura, Jaime Martín hizo una versión animada, bastante operística sobre todo en su final que me sonó brusco, más como si realmente estuviera preparando la apertura del telón que planteando una obertura de concierto.  

Las Variaciones Rococó de Chaicovski eran para mí la obra más esperada del concierto. Alguna persona me comentó que no se escuchan con frecuencia, pero yo las he oído muy a menudo y a algunos violonchelistas muy buenos, de modo que son una de mis obras favoritas para violonchelo y orquesta. Quizá por apreciarlas tanto tengo una nivel de exigencia alto y Pablo Ferrández (Madrid, 1991) me decepcionó. Es sin duda un gran violonchelista, técnicamente hablando, y su interpretación fue impecable, pero tocó 'blandito', sin dramatismo, incluso sin emoción. Seguramente Chaicovski no pretendía tampoco otra cosa, pero yo, acostumbrada a los violonchelistas rusos y su expresividad incluso exagerada, me quedé chafada. Ferrández me resultó indiferente, como por otra parte me está ocurriendo con otros violonchelistas de su generación como puede ser Sheku Kanneh-Mason (Nottingham, Gran Bretaña, 1999), a quien oí este verano en Santander. 

La propina que ofreció Ferrández, que anunció como El canto de los pájaros (no El cant dels ocells) reforzó esta sensación 'amorfa': no sonó ni sentimental, ni melancólico, ni triste, ni sencillo, ni tradicional, no usó apenas vibrato ni portamenti al modo de Casals, que es el 'creador' de la pieza. Cabe entonces preguntarse qué historia nos cuenta Ferrández, qué nos quiere expresar. Ciertamente es muy típica de este siglo XXI la idea de hacer música sólo por hacer música, de jugar/sonar, de mimar el sonido y descuidar la emoción, pero a mí sigue sin interesarme demasiado este modo de tocar. 

Por eso lo mejor de la velada fue la Sinfonía de la Reforma de Felix Mendessohn, que Jaime Martín planteó sin pesadez pero con contenido. La Sinfónica de Galicia tuvo ocasión de lucirse con una obra tan bien instrumentada y Martín cuidó especialmente el empaste de los grupos instrumentales que en las Variaciones Rococó había causado algunos problemas, especialmente estridencias en los metales, debidos seguramente a que la OSG -por problemas en su sede- había ensayado en un local sin condiciones acústicas, tocado el jueves en este auditorio de Ferrol y el viernes lo iba a hacer en el Palacio de la Ópera coruñés, tres situaciones sonoras bien distintas. 

Pero lo que marcó la diferencia en esta Sinfonía de la Reforma fue claramente la claridad del discurso de Martín. Se habla mucho de la forma musical en la época de Mozart o Beethoven, pero cuando realmente hay un interés 'científico' y racional acerca de los problemas formales y discursivos en la música es en la época de Mendelssohn y él precisamente se formó con Adolf Bernhard Marx, uno de los grandes inventores de la forma sonata junto con Anton Reicha. Martín es muy consciente de ello y planteó cuidadosamente el devenir de la obra alcanzando momentos 'sublimes' tal como se entendía este concepto hacia 1830, por ejemplo en la grandiosa y al tiempo sencilla presentación del coral luterano tras la introducción. 

Sólo cabe desear que la OSG nos ofrezca más conciertos como este a lo largo de una temporada que puede ser difícil para la orquesta, ya que tiene que cambiar de director: Dima Slobodeniouk (Moscú, 1975), su director principal y artístico desde 2013, ya ha anunciado que no va a renovar su contrato al finalizar esta temporada. 

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