Ópera y Teatro musical

14. Videografía de 'Der Freischütz' (III)

Josep Mª. Rota
viernes, 24 de diciembre de 2021
Der Freischütz. Metzmacher, director © 1999 by ArtHaus Musik Der Freischütz. Metzmacher, director © 1999 by ArtHaus Musik
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El año de 1999 fue especialmente prolífico para las grabaciones de Der Freischütz: nada menos que tres, dos de ellas -las de Metzmacher y Harnoncourt- de amplia difusión. Termina esta tercera entrega de las versiones videográficas de Der Freischütz con la realizada por Buenos Aires Lírica en 2011. 

Ottokar - Wolfgang Rauch. Kuno - Dieter Weller. Agathe - Charlotte Margiano. Ännchen - Sabine Ritterbusch. Kaspar - Albert Dohmen. Max - Jorma Silvasti. Ein Eremit - Simon Yang. Kilian - Oliver Zwarg. Samiel - Jörg-Michael Koerbl. Peter Konwitschny, director de escena. Hamburgische Staatsoper. Ingo Metzmacher, director musical. DVD ArtHaus Musik, 1999

Regietheater puro y duro. La versión de Peter Konwitschny en Hamburgo es rompedora: rompe la belleza, la magia y cualquier atisbo de romanticismo. Der Freischütz hecho trizas. El Regietheater, al fin y al cabo, se basa en destruir: desromantizar, desgermanizar, deshumanizar. Aún hoy alabada por los partidarios de la “deconstrucción”, en su momento, marcó un hito. Algunos de sus recursos han quedado para la historia: el sillón y la viola sobre el escenario, el ascensor en el espacio oscuro, la lechuza autómata, Samiel recitando Was gleicht wohl auf Erden, el Ermitaño en el patio de butacas… Estas cosas hoy en día ya no producen escándalo alguno, que es lo único que pretendían en su momento; es más, causan indiferencia, como tantas otras cosas. Versión muy difundida por Arthaus, pionera en la comercialización a gran escala de óperas en DVD. Aquí la distribuyó Ediciones del Prado en una colección por entregas en los quioscos. ¡Menudo chasco, o menudo desconcierto, vaya usted a saber, se llevaría el inocente comprador!

Ingo Metzmacher es un reconocido director de música contemporánea. Aquí se puso también del lado de Konwitschny y no de Weber y la música queda groseramente clavada en el suelo. Aburrido como nunca. Como suele ser frecuente en Alemania, la compañía estable, en este caso la de la Hamburgische Staatsoper, es homogénea, solvente y eficaz. Charlotte Margiano y Sabine Ritterbusch están a buen nivel, a pesar del funambulismo al que se ven obligadas, y lo mismo puede decirse del tenor lírico Jorma Silvasti, Loge (1998) y Erik (1999) en Bayreuth. Seguras las claves de fa: Wolfgang Rauch, Dieter Weller, Albert Dohmen (poderoso Kaspar) y Simon Yang (Eremit de voz contundente). Sin embargo, el verdadero protagonista es, como en todo el Regietheater, el Regisseur, Peter Konwitschny, y su ejecutor en escena, el actor Jörg-Michael Koerbl, Samiel hasta en la sopa. Desagradable en conjunto.

Ottokar - Cheyne Davidson. Kuno - Werner Gröschel. Agathe - Inga Nielsen. Ännchen - Malin Hartelius. Kaspar - Matti Salminen. Max - Peter Seiffert. Ein Eremit - László Polgár. Kilian - Volker Vogel. Samiel - Raphael Clamer. Ruth Berghaus, directora de escena. Opernhaus Zürich. Nikolaus Harnoncourt, director musical. DVD TDK 1999. 

Der Freischütz. Nikolaus Harnoncourt, director musical. Ruth Berghaus, directora escénica. Opernhaus Zürich 1999. © 1999 by TDK.Der Freischütz. Nikolaus Harnoncourt, director musical. Ruth Berghaus, directora escénica. Opernhaus Zürich 1999. © 1999 by TDK.

Esta versión ha gozado de la máxima distribución en TDK, Arthaus y la serie económica Zweitaunsendeins Edition. Seguramente, junto con la anteriormente citada, es la más difundida de cuantas del Freischütz existen. Se pasó también por diversas televisiones (SF DRS, ZDF, 3sat). Todavía está disponible a precio de saldo. El concepto de Ruth Berghaus, la “Grande Dame des Regietheaters”, como se la anuncia en la carpeta, es el del feísmo, el negativismo y la ausencia de calor humano. Así, en la primera escena, Kilian apunta amenazadoramente con su fusil a los campesinos, que, de cara a la pared, en lugar de demostrar alegría, muestran temor. Campesinas y cazadores andan tirados por el suelo continuamente. Todos, solistas y coro, visten de negro riguroso; los hombres, con capote; las mujeres, como de entierro siciliano. Solo Agathe viste de amarillo en el acto tercero; las Damas de honor y Ännchen llevan guantes y sombrero blanco de boda. Samiel va vestido de gánster y camina como un funcionario del “Ministerio de Andares Tontos" (The Ministry of Silly Walks de los Monty Python). En la Wolfsschlucht van saliendo del escotillón unos comandos que, primero, caminan a cuatro patas como las hormigas; luego, panza arriba como arañas; después, a cuatro patas como perros; finalmente, moviendo las extremidades como perturbados. Las Damas de honor, insensibles, se mueven más bien como el Chiquilicuatre. Los cazadores cantan su famoso coro apostados en el proscenio cual trinchera, encañonando al público con sus fusiles de cerrojo. La misma caja escénica amarilla y negra, con secciones móviles, sirve de decorado para todo. La corona de rosas blancas de Agathe es el único detalle bonito.

La obertura ya le suena a Harnoncourt seca. En la orquesta se pueden apreciar los metales antiguos (trompas y trompetas naturales y trombones de campana pequeña, como sacabuches). Los tempi de Harnoncourt son chocantes y van de la languidez al atolondramiento. En general, falta profundidad y tensión. El discurso musical decae repetidamente. Inga Nielsen tiene una voz estridente y poco maleable; en el recitado es débil y los agudos son fijos y gritados. Su Agathe se ve lastrada por la batuta y el concepto de la directora. La Ännchen de Malin Hartelius, correcta en lo vocal, no transmite ni alegría ni felicidad, de acuerdo con el concepto de la directora. Matti Salminen es un Kaspar imponente, rudo y amenazador, como debe ser. Con un solo gesto domina la escena. Su compañero cazador es Peter Seiffert, que es un muy buen Max. Canta con lirismo, matiza las frases y sostiene bien la línea de canto. László Polgár es un Ermitaño solemne pero comedido. Volker Vogel, Kilian, es un tenor justito. Werner Gröschel, Kuno, está correcto, pero la voz desaparece en los graves. Cheyne Davidson es un Ottokar discreto.

Ottokar – Peter Brechbuehler. Kuno – Marc Stehle. Agathe – Adelheid Brandstetter. Ännchen – Andrea Frei. Kaspar – Martin Winkler. Max – Felix Müller. Ein Eremit – Andreas Hirsch. Kilian – Johannes Thaussing. Samiel – Bernd Kronawetter. Luzia Meschwitz, directora de escena. Christian Pollack, director musical. Japón, 1999

Der Freischütz. Christian Pollack, director musical. Luzia Meschwitz, directora escénica. © 1999 by Youtube.Der Freischütz. Christian Pollack, director musical. Luzia Meschwitz, directora escénica. © 1999 by Youtube.

También se anuncia de 1999 esta misteriosa retransmisión televisiva, sin referencias a la orquesta o a la compañía. La filmación parece de carácter doméstico, poco profesional (un tipo paseándose delante de la cámara). La obertura está filmada desde el foso, de detrás de los trombones, con cámara fija. La calidad de la imagen es muy pobre, pero el sonido es aceptable. Los músicos de la orquesta van vestidos de calle. La producción está en la línea de las giras japonesas de compañías de la extinta DDR. El Entre-Acte se ofrece después de los números 12 y 13. Lo que se ve, a pesar de lo pobre de la imagen, es muy agradable y muy teatral. Todo está muy cuidado, tanto en el vestuario como en los movimientos escénicos, y no falta detalle. El reparto ofrece un Max sólido, una Agathe lírica, una Ännchen de agudo fácil, un barítono de carácter como Kaspar, un Kuno antes barítono que bajo, un Ottokar sin agudos, un Eremit mejor de presencia que de voz, un Kilian desenvuelto y un Samiel amplificado. Cantantes todos de segunda fila pero solventes y muy puestos en situación.

Ottokar – Franz Grundheber. Kuno – Benno Schollum. Agathe – Juliane Banse. Ännchen – Regula Mühlemann. Kaspar – Michael Volle. Max – Michael König. Ein Eremit – René Pape. Kilian – Olaf Bär. Peter Stüber y Jens Neubert, directores de escena. London Symphony Orchestra. Daniel Harding, director musical. DVD Constantin Film 2010

Der Freischütz. Daniel Harding, director musical. Peter Stüber, director escénico. LSO, 2010. © 2010 by Constantin Film.Der Freischütz. Daniel Harding, director musical. Peter Stüber, director escénico. LSO, 2010. © 2010 by Constantin Film.

Aquí también hay que hablar de adaptación; en este caso, cinematográfica. Fuera de Alemania, la película se comercializó con el título “The Hunter’s Bride”. La acción se ha trasladado doscientos años después, al siglo XIX, durante las Guerras napoleónicas. Así, Kaspar y Max no son cazadores sino soldados, como Kuno. El film empieza con la escena del ermitaño que le da las rosas blancas a Agathe. Dicha escena se desarrolla por medio de un titiritero que representa su función en un prado, frente a un público de niños y niñas. En la Garganta del lobo, llena de cadáveres de soldados (a uno le sale una serpiente de la boca), Kaspar decapita un cuerpo y utiliza la cabeza para invocar a Samiel, del que solo se escucha su voz. La fundición de balas es muy efectista. El Entre-Acte se ilustra con sangrantes escenas de despiece de animales de caza y una fugaz visión de la Frauenkirche de Dresde. Durante la cavatina de Agathe, unos cadáveres son amortajados. En sus dos arias, ésta juega con los títeres de la primera escena. Durante el coro de cazadores, aparece el mismísimo Napoleón con su séquito y luego Ottokar con unos dignatarios europeos. En esta disposición, como simple entretenimiento durante el convite del príncipe, el coro pierde toda su fuerza y efecto. El aspecto del ermitaño recuerda al de un pastor protestante. La adaptación tiene muchos aciertos cinematográficos. Los cantantes están muy bien dirigidos en su actuación y movimientos. Los planos son sugerentes y evocadores, tanto los cortos como los largos. Los escenarios, exteriores e interiores, diurnos y nocturnos, que abundan en la película, son muy sugerentes.

Michael König tiene una voz demasiado endeble para Max. Su aspecto y su actuación no hacen de él un personaje simpático. Agathe parece más asustada de Max que enamorada de él. Mucho mejor Michael Volle como Kaspar, voz adecuada y buena presencia escénica. Juliane Banse y Regula Mühlemann están encantadoras como Agathe y Ännchen; verlas y escucharlas es un verdadero placer. Franz Grundheber, Kilian en Hamburgo treinta años antes, es un Ottokar verdaderamente principesco. El ermitaño de René Pape es comedido. Olaf Bär es un Kilian muy bueno, tanto en lo vocal como en lo dramático. Kuno justito de Benno Schollum. La London Symphony Orchestra, bajo la batuta de Daniel Harding, suena más cinematográfica que operística. A pesar de todo, agradable de ver.

Ottokar - Ernesto Bauer. Kuno - Walter Schwarz. Agathe - Carla Filipic Holm. Ännchen - María Belén Rivarola. Kaspar - Hernán Iturralde. Max - Enrique Folger. Ein Eremit - Christian Peregrino. Kilian - Gustavo Zahnstecher. Samiel - Walter Schwarz. Mercedes Marmorek, directora de escena. Javier Logioia Orbe, director musical. Teatro Avenida de Buenos Aires, 2011

Der Freischütz. Javier Logioia Orbe, director musical. Mercedes Marmorek, directora escénica. Buenos Aires Lírica, 2011. © 2011 by Buenos Aires Lírica.Der Freischütz. Javier Logioia Orbe, director musical. Mercedes Marmorek, directora escénica. Buenos Aires Lírica, 2011. © 2011 by Buenos Aires Lírica.

Retransmisión de una de las cinco funciones que ofreció de la obra la Buenos Aires Lírica en mayo de 2011. Versión en conjunto satisfactoria con unos medios que no son de primera. El vestuario diseñado por Lucía Marmorek se corresponde con finales del siglo XIX. La puesta en escena de Mercedes Marmorek resulta en general atractiva, aunque la escena del Coro de cazadores está pobremente resuelta. La escenografía de María José Besozzi funciona bien en el bosque y la casa de Agathe, pero no en la Garganta del Lobo, desangelada, sin magia y con Samiel leyendo el periódico en una mesita de café.

Pieza enlazada

Enrique Folger tiene una bonita voz lírica con un punto de metal que conviene a Max; además, su actuación es muy convincente. Carla Filipcic Holm compone una muy adecuada Agathe; su voz resulta al principio demasiado robusta, pero, a medida que avanza la obra, presenta más delicadeza y dulzura. Hernán Iturralde es un correcto Kaspar en lo vocal e interpretativo, sin mas. María Belén Rivarola se desenvuelve bien como Ännchen, pero la voz es dura y nada maleable. Walter Schwartz tampoco luce ni como Kuno ni como Samiel, igual que Ernesto Bauer, Ottokar de medios limitados. Christian Peregrino no impresiona como ermitaño, claro que vestido con gabán, sombrero y paraguas tampoco ayuda; sin embargo, a medida que va calentando la voz, obtiene una cierta dignidad. El coro, dirigido por Juan Casasbellas, se esfuerza por pronunciar con corrección, pero no impresiona. Javier Logioia Orbe acompaña con atención, pero algunos tempi le resultan atropellados, como en el vals o el Jägerchor. La calidad de imagen y sonido es justita pero aceptable. 

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