España - Madrid

Las buenas intenciones las carga el diablo

Xoán M. Carreira
viernes, 25 de febrero de 2022
Entre Sevilla y Triana © 2022 by Teatro de la Zarzuela Entre Sevilla y Triana © 2022 by Teatro de la Zarzuela
Madrid, sábado, 5 de febrero de 2022. Teatro de la Zarzuela. Entre Sevilla y Triana, sainete lírico en dos actos de Pablo Sorozábal con libreto de Luis Fernández de Sevilla y Luis Tejedor. Dirección de escena, Curro Carreres. Escenografía, Ricardo Sánchez-Cuerda. Vestuario, Jesús Ruiz. Iluminación, Eduardo Bravo. Coreografía, Antonio Perea. Reparto: Fernando, Javier Franco; Reyes, Berna Perles; José María, Alejandro del Cerro; Angelillo, Ángel Ruiz; Micaela, Anna Gomà; Cantaor, Jesús Méndez; Señora Patro, Gurutze Beitia; Olden, José Luis Martínez; Glosopeda, Manuel de Andrés; Sr. Mariano, Antonio MM; Isidora, Rocío Galán; Escardillo, David Sigüenza; Esperanza, Lara Chaves; Alfarero, Alberto Caballero; Doña Benita, Resu Morales. Coro del Teatro de La Zarzuela (director, Antonio Fauró) y Orquesta de la Comunidad de Madrid. Dirección musical, Guillermo García Calvo.
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Con doce años de retraso el Teatro de la Zarzuela ha incluido en su temporada su primera representación del sainete lírico en dos actos de Pablo Sorozábal Entre Sevilla y Triana (1950). 

Se trata de la producción realizada en 2012 por los Teatros Arriaga de Bilbao, Maestranza de Sevilla, Campoamor de Oviedo y Canal de Madrid, con dirección escénica de Curro Carreres, según la primera edición de la partitura, 2012, preparada por Pablo Sorozábal Gómez (nieto del compositor). 

Es evidente que Curro Carreres está enamorado de Entre Sevilla y Triana y ha dedicado mucho tiempo y trabajo al rescate de la obra de los archivos de la SGAE. Pero el enamoramiento no es garantía de comprensión del ser amado y el tiempo y el trabajo empleados no garantizan el buen resultado final.

La puesta en escena de Carreres es un producto mediocre desde cualquier punto de vista. La fea y oscura escenografía corpórea resulta pesada y tétrica. Sevilla es una ciudad luminosa y nada hay en el argumento que justifique la necesidad de mostrarla opresiva, incluso en las abundantes escenas festivas que, por otra parte, son tan tópicas que parecen sacadas de un programa televisivo de noche de sábado con bajo presupuesto. 

Tripulación del lujoso yate de Mr. Olden en «Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.Tripulación del lujoso yate de Mr. Olden en «Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.

La irrupción del lujoso yate sueco de Mr. Olden -una gabarra oxidada- ronda el esperpento, que se muestra en toda su plenitud poco después, cuando los marineros descienden del yate y realizan un número de danza que parece una caricatura de uno de esos anuncios de perfumería inspirados en los sueños húmedos de Jean Genet. 

Puesto que en la música de esta escena hay referencias a Der fliegende Holländer, se me ocurre que la deteriorada gabarra sueca es una alusión al navío fantasma pero, incluso conociendo las diversas lecturas LGTB sobre la tripulación noruega del Holandés, no he conseguido entender el motivo por el cual Mr. Olden ha contratado como tripulación para su yate a la compañía de un cabaret gay. 

«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.

El resto de las coreografías son vulgares y ridículas, en el peor estilo de una película española de promoción de una cantante juvenil en los años sesenta. Como botón de muestra, la escena de la aparición en escena de Micaela en la que todos los vecinos se comportan y mueven como en una de esas patéticas deformaciones de la vida cotidiana sevillana que tanto gustan al ultranacionalismo español.

 La inexistente dirección de actores se convirtió en un campo abonado para situaciones absurdas e inverosímiles, movimientos escénicos asimétricos tipo rebaño que solo se explican por el horror vacui del equipo de Carreres. En semejante caos merecen reconocimiento los actores Antonio MM, Gurutuze Beitia, José Luis Martínez y Manuel de Andrés, quienes "tiraron" de experiencia y pundonor profesional para solventar las obvias deficiencias del director escénico. 

«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.

La pareja cómica fue lo mejor del elenco vocal gracias a la solvencia de Ángel Ruiz y el buen hacer de Anna Gomà en un papel que Sorozabal escribió para el mejor lucimiento de su esposa, la gran tiple cómica Enriqueta Serrano. El rol de Reyes, la protagonista, es difícil dramática y vocalmente dado que está escrito a la medida de la soprano Teresa Pello, una voz muy distinta de la de Berna Perles, quien defendió dignamente su papel a pesar de la deficiente vocalización de los textos y de los problemas específicos en algunas dificultades muy concretas, como las cadencias rotas en algunos finales de frase de Reyes. 

«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.«Entre Sevilla y Triana», régie de Curro Carreres. © 2022 by Javier del Real.

El excesivo vibrato de Javier Franco impide que se le entiendan los textos que, por otra parte, no ha memorizado bien y cambia con frecuencia. En estas condiciones, estuvo muy lejos de lucirse en su aria de lucimiento no siempre correctamente afinada. Alejandro del Cerro pasó casi desapercibido en el rol de José María, que se presta al lucimiento actoral y vocal. Finalizada la función me preguntaba por qué el Teatro de la Zarzuela no hace un serio esfuerzo por contratar intérpretes competentes en unos momentos en los que se puede escuchar en teatros de todo el mundo a buenos cantantes de zarzuela con una excelente pronunciación del español.

El coro titular del Teatro hizo gala de su veteranía y experiencia en situaciones tan complicadas como la creada por la errática dirección de Curro Carreres. Jesús Méndez y Abraham Lojo, cantaor y guitarrista, se lucieron y no son los responsables de que sus partes resulten ser interpolaciones gratuitas que sobran, rompen la acción, distraen la atención del espectador y se conviertan en un incordio.

Pieza enlazada

Como en toda la producción teatral de Sorozábal, el foso se erige en coprotagonista de Entre Sevilla y Triana porque da sentido a un argumento necesariamente lineal y tópico. La partitura es compleja y exige una planificación de ensayos incompatible con la agitada agenda de la orquesta titular del Teatro, que dificulta que la ORCAM supere sus limitaciones. Guillermo García Calvo es un buen maestro concertador que conoce y ama el repertorio de su Teatro, mantiene constante la tensión dramática, ajusta todos los parámetros y acompaña adecuadamente a los cantantes. Por eso creo justo el aprecio que el público de la Zarzuela le demuestra a diario y que, siempre que tocan Sorozábal se convierte en aclamación. 

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