Alemania
Noticias del día, de Paul Hindemith en el MiR de Gelsenkirchen
Juan Carlos Tellechea

Si hay algo que atrae y caracteriza muy positivamente al Musiktheater im Revier, de (MiR), es la política que persigue esta prestigiosa institución cultural desde hace añares de presentar cada temporada una obra casi olvidada o desconocida del repertorio internacional.
Es un lujo que no pueden permitirse muchos de los grandes teatros y casas de ópera de las metrópolis alemanas y europeas, demasiado sujetas a los títulos taquilleros para poder solventar sus elevados presupuestos y sobrevivir.
Esto vuelve a ocurrir este sábado 7 de mayo con la ópera cómica Neues vom Tage (“Noticias del día“), de Paul , ignorada durante demasiado tiempo. Sonja Trebes logra aquí un gran espectáculo: chistes delicados y momentos grotescos se alternan a un ritmo vertiginoso durante la función, con mucho para ver y escuchar, en un colorido conjunto de desnudos falsos e incluso una discusión matrimonial bastante realista de Laura (Eleonore Marguerre) y Eduard (Piotr Prochera), magníficos ambos, y en papeles no demasiado fáciles para cantantes de ópera que completaron con atlética elegancia.
El conjunto es extraordinariamente alegre, aunque el equilibrio con la orquesta es a veces frágil; es decir, en algunos pasajes suena algo masiva.
La puesta, con la excelente dirección musical de Giuliano Betta al frente de la Neue Philharmonie Westfalen, fue ovacionada y vivada largamente por el público, espontáneamente de pie, en la gran sala del MiR.
Muy recomendable
Lástima que la platea no estuviera colmada ni mucho menos, pese a la ingeniosa idea de la sección de mercadeo del teatro de ofrecer entradas gratuitas para el estreno a las parejas divorciadas o separadas. Sin embargo, la puesta, con escenografía de Dirk Becker, vestuario de Jula Reindell, vídeo de Moritz Hils e iluminación de Mario Turco, es plenamente recomendable.
Becker y Hils no fijaron excesivamente el marco temporal, sino que lo situaron en general en la época moderna. Al principio, los rascacielos suben y bajan, y ya hay ascensores, solo que la moral parece haber sido heredada del siglo anterior. La animada historia sobre la ética y las costumbres matrimoniales es de ritmo rápido: con un sentido para la comedia de situación y los detalles divertidos. Solo una vez en la segunda parte, los dos actores principales se quedan más bien estáticos, hacen un dúo de lo más violento, el piano a cuatro manos se desboca con furia y en el escenario no pasa nada.
Asombrosamente actual
Una oportunidad perdida, pero afortunadamente la producción de
Aquí, Hindemith no solo puso el dedo en el pulso de su tiempo, sino que también hoy se pueden reconocer los excesos actuales de la juventud mediática. En este sentido, Noticias del día es cualquier cosa menos una pieza moderna, aunque asombrosamente actual.
Un poco de historia
El edificio del MiR es un icono de construcción moderna que data de finales de la década de 1950, pero que respira la atmósfera de la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte Bauhaus del período de entreguerras; cosa que para la divertida ópera de Hindemith representa algo así como volver a casa.
Noticias del día se estrenó el 8 de junio de 1929 en la Krolloper de Berlín, bajo la batuta de Otto Klemperer. El palaciego edificio, con la entonces novedosa iluminación a gas, que alojaba a esta ópera y a otras salas, así como a varios recintos de esparcimiento fue demolido en 1951 y una placa recordatoria evoca su existencia en medio del predio cubierto de césped y rodeado de árboles cerca de la actual cancillería de Alemania y al oeste del Reichstag. Tras el famoso incendio del Reichstag en 1933, la Krolloper sirvió incluso de sala sustitutoria de sesiones del parlamento.
Escandalete
Aunque Berlín seguía siendo prácticamente la capital hedonista del mundo en los dorados años '20 la obra de Hindemith causó un pequeño escándalo en aquel entonces, lo que pone de manifiesto el cambiante clima político que reinaba ya en ese momento. Una escena de desnudo femenino (de Laura, la protagonista) en el baño del hotel Savoy, sorprendida por un caballero con el que acaba de salir, Der Schöne Herr Hermann (extraordinariamente interpretado aquí por el tenor Martin Homrich), fue la que ganó pronto notoriedad pública sensacionalista.
Hindemith boicoteado
Cuatro años después del estreno, Adolf Matías el pintor (1933 – 1935), se le impondría a Hindemith la prohibición de trabajar, por lo que tuvo que emigrar; inicialmente a Suiza, como exiliado, y después a Estados Unidos, donde realizó una importante labor pedagógica en la Universidad de Yale. Hindemith cambiaría más tarde esta famosa escena de baño de Noticias del día por un desnudo masculino (el del Apuesto Sr. Hermann) en la Alemania de postguerra entre 1953 y 1954.
En otro pasaje de la ópera, uno de los personajes principales está leyendo el periódico. Es la banalidad de la vida cotidiana y algo así era inaudito en una ópera. Adolf Hitler asistió a una de las funciones y según los comentarios de la época al Führer no le cayó bien la pieza y nunca pudo superarlo del todo. Después de 1933, Hindemith ya no tenía más espacio en la vida cultural de la Alemania nazi y su obra sería boicoteada y difamada como “arte degenerado“ por Hitler y sus secuaces, entre ellos el ideólogo Alfred Rosenberg.
La obra
Desde el punto de vista musical, la obra es un popurrí en el que además de la ópera Cardillac, del propio Hindemith, es claramente reconocible el estilo y especialmente la orquestación de Kurt Weill (La ópera de los tres centavos) y de Ernst Krenek (Jonny empieza a tocar).
En Cardillac todo suena apretado y serio, casi constructivista. Como si la Neue Sachlichkeit también hubiera penetrado en la música. Las líneas melódicas se notan apenas o son imperceptibles. Las cuerdas han quedado relegadas a un segundo plano, demasiado sentimental. Predominan los vientos, a menudo solos o en pequeños grupos. La percusión es menos prominente y los violines se destacan principalmente en un papel solista.
En Noticias del día se puede escuchar claramente el rol asignado a la sección de vientos y a la percusión, aunque hay mucha melodía en esta obra que es más una ópera de jazz (o comedia musical) que una ópera en el sentido convencional del término.
Parodias
Pero también aquí hay acoso sexual. Verbigracia, la escena en que El apuesto Sr. Hermann y Laura ensayan para el encuentro en el que deberán ser pillados con el fin de para fabricar artificialmente una causal de divorcio, es una parodia descarada, musical y líricamente, del gran dúo de amor del segundo acto de Tristán e Isolda. Durante la lectura del periódico, parece escucharse incluso una cantata de Johann Sebastian Bach.
La historia gira en torno a una pareja de recién casados que rápidamente llega a la conclusión de que no están hechos el uno para el otro. Los vecinos, el Sr. M. (Tobias Glagau) y su Sra. (Almuth Herbst) tenían el mismo problema y en poco tiempo lograron divorciarse y alcanzar la felicidad.
Pero cuando nuestra pareja, Laura y Eduard, se presenta en el Registro Civil con todos los papeles y certificados habidos y por haber, obtienen cero resultado en la solicitud de demanda de divorcio. Se acaban de casar, no se pegan, el matrimonio no puede haberse roto de forma permanente y no se trata de adulterio. Por todo lo cual, lamentablemente, no ha lugar a la acción interpuesta
Mas alguien en el Registro Civil le dio una pista a la Sra. M. Vaya a la Oficina de Asuntos de la Familia y pregunte por Herr Hermann, le dice. A cambio de un pago (coima), ofrece una solución, simplemente una aventura en la que lo atrapan descaradamente con la mujer en cuestión.
Su negocio está funcionando bien, todos los clientes están satisfechos, pero Der Schöne Herr Hermann tiene problemas para separar el lucro de la emoción. Ahora se ha enamorado de la Sra. M., mas eso no le impide estar en íntimo acuerdo con Laura. El Sr. M. de Glagau y la Sra. M. de Herbst encajan perfectamente en la armoniosa imagen general del conjunto.
Rojo de ira
Una cita para un ensayo en el museo se descontrola cuando el observador Eduard se pone celoso y en un ataque de ira se abalanza sobre una estatua de Venus (de 3.000 años de antigüedad) y la destruye. Eduard es arrestado y ella tiene su cita en el Savoy con la famosa escena del baño. Primero llega Der Schöne Hermann y luego Frau M., con quien también se había citado.
Sin embargo, las cosas se embarullan tanto que un enorme grupo de personas desnudas se reúne en la sala para no perderse nada de este escándalo. En realidad, Hindemith está analizando aquí la forma en que funciona la fábrica de rumores: al principio hay tres personas, pero a medida que avanza la historia, el número sigue aumentando. Y entonces es la prensa sensacionalista la que mete su hocico en el asunto.
El final muestra a Eduard y Laura en una especie de Jerry Springer Show. Volver a una vida privada ya no es posible. Él es para siempre el que destruyó a la Venus; ella la mujer que recibía desnuda en el baño a los caballeros visitantes. Marcados de por vida, ya no son seres humanos, sino las Noticias del día.
Contrastes
El desafortunado Eduard tuvo que firmar un contrato para un show en vivo para reunir el dinero suficiente pagar sus deudas, una Venus tan antigua sí que cuesta un poco, por supuesto, y al final ni siquiera fui 'feliz'.
El Bello Sr. Hermann es presentado como un profesional con ciertas debilidades por sus clientas, amorosamente rodeado en la oficina por un par de “ángeles“ vestidos de rosa que lo adoran. Homrich cumplió una muy meritoria interpretación de esta figura cachonda, en gran contraste con la del cardenal Albrecht que le tocó interpretar hace cinco años en la ópera Matías el pintor, también de Hindemith, aquí en el MiR.
Almuth Herbst, quien, al igual que Homrich, integra el elenco de este teatro desde hace mucho tiempo encarnó de forma muy divertida a la Sra. M., especialmente cuando discute con Laura sobre para quién era el baño caliente. Yo ordené ese baño; lo de Hermann fue una idea de última hora, dice la protagonista.
La velada también es musicalmente agradable, al menos la mayor parte del tiempo. Hay luces y sombras en el coro preparado por Alexander Eberle. Choca un poco que la actuación de la sección masculina en la primera parte sea vocalmente poco homogénea, mientras que la femenina deja una impresión mucho más correcta. Sin embargo, en general, la interpretación es equilibrada, como ocurre con la Neue Philharmonie Westfalen dirigida magistralmente por .
Dicho sea al margen: el contrato del prestigioso director (intendente general) del MiR,
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