España - Andalucía

Russell celebra los 40 años de su debut en el Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba

José Amador Morales
martes, 12 de julio de 2022
David Russell © 2022 by Festival de Guitarra de Córdoba David Russell © 2022 by Festival de Guitarra de Córdoba
Córdoba, lunes, 4 de julio de 2022. Teatro Góngora. David Russell, guitarra. Fernando Sor: Morceau de Concert, op.54; Domenico Scarlatti, Sonatas en Re Mayor K.490 y K.491; Isaac Albéniz: Granada, Malagueña, Asturias; Johann Kuhnau: Partie en La Mayor, Partie en Re Mayor; Benhard Lackenbacher: Variations Brillantes, op.3; Jorge Morel: Sonatina. 41 Festival Internacional de la Guitarra de Córdoba
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David Russell debutó en la primera edición del Festival de la Guitarra de Córdoba allá por 1982 cuando, de manera sobria y un tanto humilde, este evento guitarrístico internacional comenzó su exitosa andadura hasta hoy. Si en los primeros años las visitas del guitarrista escocés fueron puntuales, con el nuevo milenio se convertiría en una de las referencias incuestionables en cada programación anual del festival. 

De esta forma, sus recitales y sus clases magistrales se han convertido en todo un acontecimiento, incluso en una edición como la presente en la que lamentablemente la guitarra clásica ha quedado marginada a lo meramente testimonial de manera incomprensible. 

Desde estas mismas páginas hemos narrado en muchas ocasiones el éxito asegurado de las apariciones de David Russell y el disfrute que este inmenso artista consigue transmitir en la audiencia en base a su capacidad de comunicación, de contagiar el mero placer de hacer música y, por supuesto, de sus impresionantes cualidades técnicas.

El programa preparado por Russell era suculento, como suele acostumbrar, y deparó más de dos horas de mucha y buena música. Con un comienzo clasicista y de gran empaque guitarrístico de la mano de Fernando Sor y su Morceau de Concert, extremadamente refinado y elegante en las manos de Russell, dio paso al siglo XVIII con transcripciones de las dos “sevillanas” Sonatas de Scarlatti K.490 y 491, favoritas del guitarrista como él mismo confesó al público y ya escuchadas en algún recital precedente pero aquí en versiones de tempi algo más sosegados de lo acostumbrado que le permitieron extraer hasta el último resquicio de musicalidad, especialmente en la segunda, constituyendo uno de los mejores momentos de la velada. La primera parte culminó con un Albéniz referencial, con dos obras celebérrimas como lo son Granada y Asturias, enmarcando una Malagueña inolvidable por adecuación estilística y por insuperable belleza.

En la segunda parte David Russell volvió a dar una lección de comprensión de la música barroca a través de la interpretación de dos logradas suites de Johann Kuhnau, el antecesor de Johann Sebastian Bach como maestro de capilla de la Iglesia de Santo Tomás en Leipzig, y las Variaciones brillantes que hicieron justicia al calificativo, del ignoto romántico Benhard Lackenbacher. El concierto terminó oficialmente con la paradigmática y neoclásica Sonatina que Jorge Morel dedicara en 1976 al propio Russell y que este ha incluido en sus últimos recitales como inmejorable y brillantísimo homenaje póstumo al compositor argentino fallecido el pasado año. 

Ante el entusiasmo del público, Russell regaló una maravillosa lectura de Un sueño en la floresta, el gran trémolo de Agustín Barrios (junto a Una limosma por amor de Dios, otro habitual bis del guitarrista) y dedicado a los trabajadores del festival, y la transcripción de Stephen Goss de la cantiga de Martín Codax Ay ondas que eu vin ver.

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