Artes visuales y exposiciones
Niki de Saint Phalle
Juan Carlos Tellechea
La Kunsthaus Zürich presenta desde el 2 de septiembre al 8 de enero de 2023 una extraordinaria retrospectiva a la que le ha dado el sencillo título de Niki de Saint Phalle. Bastaría con ello. No haría falta más, porque casi todo el mundo asocia mentalmente coloridas y opulentas figuras femeninas con el nombre de esta artista, considerada una de las más importantes del siglo XX.
Sin ir mucho más lejos, los millones de viajeros que pasan diariamente por el vestíbulo de la estación ferroviaria central de Zúrich están protegidos desde 1997 por L'ange protecteur, de Niki de Saint Phalle, el maravilloso ángel de la guarda que vela por todos ellos.
La Kunsthaus muestra ahora unas 100 creaciones suyas, sin ningún miedo a lo popular, para dar testimonio de que tanto sus obras como la propia artista son más polifacéticos que la alegría aparentemente despreocupada que irradian sus alegres y coloridas Nanas.
El catálogo que acompaña la muestra fue publicado por la editoria Hatje Cantz, de Berlín. El volumen acerca al público ensayos, comentarios y artículos del director saliente y conservador de la Kunsthaus Zúrich, Christoph Becker, de los destacados especialistas y artistas Bice Curiger, Sandra Gianfreda, Margrit Hahnloser-Ingold, Cathérine Hug, Monster Chetwynd, “Mickry 3“, Shana Moulton, Nicolas Party, y transcripciones de conversaciones entre Laure Prouvost y Katharina Dohm, así como de Seppi Imhof y Rhiannon Ash.*
Historia
Desde aquellos primeros ensamblajes, el arte de acción, los grabados, las Nanas, el Jardín del Tarot, sus grandes esculturas tardías, así como su labor en el teatro, el cine y la arquitectura,
La rica obra de su vida, que creó hasta su muerte en 2002, es menos conocida, y ésta es la que ahora se presenta en la gran retrospectiva de Zúrich. Excéntrico, emocional, oscuro y brutal, humorístico, enigmático y siempre desafiante es su variado trabajo, como lo define la Kunsthaus.
A aquellos a los que les guste lo lúgubre se sentirán satisfechos con esta exposición. Las primeras obras de la artista Niki de Saint Phalle parecen salidas de una película de terror. Las esculturas murales y los relieves muestran juguetes de plástico montados burdamente: una mezcla barroca de caballos, cocodrilos, cabezas de muñecas y patas de araña.
Sigue diciéndonos
La retrospectiva es comisariada por el director de esta prestigiosa institución, el historiador del arte Dr. Christoph Becker, quien con esta presentación se despide de la Kunsthaus de Zúrich, tras haber estado a su frente durante 22 años.
Cuando se le pregunta al Dr. Christoph Becker por la elección de la exuberante Niki de Saint Phalle para ésta, su última y destacada exposición, él la justifica de esta forma:
Es una de las artistas más importantes de su generación que tiene una gran importancia tanto a nivel internacional, como para Suiza, [y que] todavía tiene mucho que contarnos. Hoy, más que nunca, Niki de Saint Phalle se presenta como una personalidad eminentemente comprometida cuando se trata de cuestiones políticas (como por ejemplo, con la cuestión del cambio climático) o sociales (como la campaña contra la desinformación en torno al sida). Nunca se dejó disuadir. Cuando se proponía algo lo llevaba a cabo.
La mayor hembra del mundo
En 1966, Niki de Saint Phalle se hizo mundialmente famosa de un plumazo al crear en el Moderna Museet de Estocolmo La mayor hembra del mundo, como llamó con amor maternal a su gigantesca figura (en sueco Hon: ella) de seis toneladas de peso, 27 metros de largo y un enorme agujero entre sus muslos por el que entraron, recorriendo su “vagina“ más de 100.000 personas; dentro funcionaba un bar y un cine.
La enorme escultura, que lamentablemente no sobrevivió a los tiempos, aunque su maqueta puede verse hoy y sigue siendo impresionante, se convirtió en la más famosa de las muchas "Nanas" de la polifacética artista. Niki de Saint Phalle juega con el término. Nana, en francés, es tanto abuela, cariñosamente dicho, como hembra y puta.
Principio de la vida
El historiador del arte sueco y amigo de Niki de Saint Phalle, Dr Pontus Hultén, la describía así, cuando visitamos su exposición en el Centro de Arte y Exposiciones de la República Federal de Alemania, en Bonn, en 1992, a la que ella acudió personalmente:
Más o menos conscientemente, comprendió muy poco a poco que el arte es un principio de la vida, quizás para algunos el principio de la vida en general, pero desgraciadamente había sido domesticado y cultivado junto con sus poderes. Al mismo tiempo, se dio cuenta de que este principio podía utilizarse a voluntad para convocar fuerzas oscuras y ponerlas a trabajar para ella. No había reglas ni restricciones para ello, podía hacer lo que quisiera. Esta forma de establecer una relación entre el mundo interior y el exterior, y así encontrar una identidad, se le ofreció en una situación de crisis. Sus primeras imágenes muestran con gran precisión cómo pudo liberar la violencia y la excitación de esta manera.
A su vez Niki de Saint Phalle decía de sí misma:
Yo era una joven enfadada, pero hay muchos jóvenes enfadados que, sin embargo, no se convierten en artistas. Me convertí en artista porque no había otra alternativa para mí, por lo que no tuve que tomar una decisión. Era mi destino. En otras ocasiones me habrían encerrado en un manicomio para siempre, pero de esta manera solo estuve bajo estricta supervisión psiquiátrica durante un corto lapso, con diez descargas eléctricas y demás. Abracé el arte como salvación y necesidad.
Antes incluso de esa acción en Estocolmo, se dio a conocer con otra actividad espectacular. En 1961, durante un evento en París, ella y los visitantes de la galería dispararon a relieves de yeso en los que se habían trabajado bolsas de pintura. Estas "fotos de rodaje" le abrieron importantes museos. En aquella época, Niki de Saint Phalle pertenecía como única mujer al grupo de los “Nouveaux Réalistes“. Creadores como Antoni , Jackson , Robert , Jean , Yves influyeron en ella, y por supuesto Jean (1925-1991), al que conocía desde 1956 y con el que realizó numerosos proyectos.
Arte y comercio
Niki de Saint Phalle o Catherine Marie-Agnès Fal de Saint Phalle era hija de un agente de bolsa estadounidense arruinado por el crash de 1929 y una aristócrata francesa, nacida en la elegante Neuilly-sur-Seine, cerca de París. Pasó su juventud en Nueva York, época en la que adoptó el nombre de Niki. A los 18 años, la entonces alumna del convento de las monjas del Sacre Coeur, en Nueva York, se casó en secreto con su amor juvenil, el escritor estadounidense Harry Mathews. La pareja se separó en 1960.
Más tarde se casó con Jean Tinguely, quien le dio la nacionalidad suiza en 1971. Sobre todo, compartió con él una relación de trabajo artístico de toda la vida. Por ejemplo, juntos decoraron la Fuente Stravinsky, frente al Centro Pompidou de París, con máquinas para la aspersión de agua y monstruos de colores chillones.
Para Niki de Saint Phalle, el arte fue una especie de terapia, tras una infancia difícil. La Kunsthaus de Zúrich la describe en su documentación como una artista siempre innovadora, valiente e independiente, y su arte como agresivo y emocional. Su obra aborda la experiencia traumática de la violencia sexual ejercida por su propio padre, la relación tensa y problemática con su madre y su propio modelo de mujer.
No solo está presente en los lugares de arte tradicionales, sino también en boutiques y papelerías, o en la estación de tren. Ha tomado el camino entre el arte y el comercio a su favor como ningún artista antes de ella. Por ejemplo, financió la obra de su vida con un perfume de su propia creación, para el que hizo el frasco decorado con dos serpientes. Sin embargo ni el envase ni su contenido han sido reeditados hasta hoy.
Tonos tranquilos
La Kunsthaus quiere ahora "centrarse en los tonos más tranquilos de la obra artística" de Niki de Saint Phalle. En la gran sala de exposiciones, hay espacios semiabiertos, en parte revestidos de azul oscuro y en parte de blanco, que se distribuyen libremente por la superficie. Los visitantes de la exposición deben moverse entre ellos y alrededor de una plaza, como en un pueblo. Los grandes ventanales conectan el exterior con el interior.
Además de las obras de la artista, se muestran numerosas fotografías en las que Niki de Saint Phalle, quien también trabajó como modelo, se enfrenta al espectador. También se exponen maquetas y fotos, por ejemplo de su "Jardín del Tarot", un imaginativo proyecto a gran escala con esculturas de casas inspiradas en las 22 cartas de la baraja. Se creó a partir de 1978 en Garavicchio, un apartado lugar de la Toscana.
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