Alemania
¡Desafío a la mortalidad!
Juan Carlos Tellechea

El celebrado coreógrafo Robert North y su compañía fueron ovacionados y vivados efusivamente este domingo en el Teatro de Mönchengladbach, tras el estreno de Beethoven!, un espectacular ballet en dos actos con música de Ludwig van Beethoven, Johann Sebastian Bach, Wolfgang Amadé Mozart, John Cage y André Parfenov.
La historia del genial compositor alemán, bautizado en Bonn el 17 de diciembre de 1770 y fallecido en Viena el 26 de marzo de 1827, fue relatada por North con un perfeccionismo y un amor por el detalle asombrosos.
Se aprecia aquí una labor esmerada, concienzuda y meticulosa en el estudio de todos los fragmentos musicales seleccionados para la coreografía, entre ellos los de varias sonatas para piano, la Pastoral, la Novena Sinfonía, la Serenata a la luz de la luna, Para Elisa o Three Dances for two prepared pianos (John Cage).
La pieza había sido estrenada en el Teatro de Krefeld en enero de 2020, con motivo de celebrarse el 250º aniversario del nacimiento de Beethoven, pero la súbita irrupción de la pandemia de coronavirus impidió por largo tiempo que siguiera siendo representada; hasta que ahora (¡por fin!) fue traída a este escenario, donde permanecerá en cartel durante la presente temporada.
Inmortal
Por supuesto este retraso de dos años no es hoy un gran problema para los organizadores. A Beethoven se le puede rendir siempre homenaje. Para Alessandro Borghesani), un virtuoso pianista (André Parfenov) y un gran actor (Michael Grosse, director general de la Comunidad de Teatros de Krefeld y Mönchengladbach).
Este concepto le permite al coreógrafo una representación multifacética de la personalidad del compositor. No se contenta con celebrar sus datos biográficos ni con elevarlo a la figura de un “Titán“, sino que nos acerca al ser humano con todas sus debilidades y fortalezas. Pese a esta división en tres personajes hay conexiones estrechas dentro de las escenas. Los textos no son independientes, sino que se integran muy hábil e inteligentemente en los números de danza.
Éxito y dolor
La sociedad vienesa lo celebraba como a una estrella. Pero su éxito iba acompañado de una pérdida de la audición, un amor insatisfecho y unas esperanzas políticas defraudadas. Es en esta área de tensión que Robert North explora con gran acierto la vida interior de Beethoven y sus estados de ánimo.
Algunos pasajes de sus cartas y documentos son declamados ante la platea con gran dramatismo, proporcionando también una visión profunda y estremecedora de su mundo emocional y mental.
No es la primera vez que el director de esta compañía de ballet aborda la vida de personajes famosos. A lo largo de su carrera ha creado coreografías sobre Bach, Piotr Chaikovski, Jacques Offenbach y hasta de Giacomo Casanova.
Su ballet
Se desconoce si Beethoven era un buen bailarín. Esta no es una idea que venga a la mente del espectador de nuestros días cuando admira los retratos que se han conservado de él. Todo lo contrario. Su único ballet (coreografía de Salvatore Viganó), Las criaturas de Prometeo, estrenado en 1801, cuya obertura forma parte del repertorio de concierto, tuvo relativo éxito en sus 29 representaciones realizadas, y tuvo un eco duradero en La Scala de Milán, pero no entre sus contemporáneos vieneses.
La efectista historia que relata North comienza con el funeral del compositor en 1827, al que habrían acudido alrededor de 20.000 personas, según se dice. De pronto, Beethoven aparece ante el público: “No hay amigos“, espeta. “Tenéis que aguantarme para siempre. ¡Desafío a la mortalidad!"
A este Beethoven ya maduro, encarnado por Michael Grosse, le sigue el del ya afamado pianista, que hace suyo André Parfenov, y luego el tercero, que sale súbitamente del ataúd, el bailarín Alessandro Borghesani. De ahí en adelante y con los diestros medios del lenguaje teatral, de la música y de la danza, se abre una opulenta serie de imágenes que hacen entrar al público al universo de Beethoven.
Sopapo a Napoleón
La furia de Beethoven cuando Napoleón Bonaparte se autocoronó emperador de Francia en 1804, plasmada en su Tercera Sinfonía (Heroica), se traduce visualmente en la coreografía en un más que merecido tortazo que le pega el decepcionado y temperamental compositor al controvertido militar (Francesco Rovea, de sorprendente parecido) devenido en monarca absolutista, por traicionar los ideales democráticos y republicanos de la Revolución francesa (1789).
Cavilaciones
No fue fácil para North realizar esta coreografía. Le resultaba difícil encuadrarla bien. Las diversas circunstancias de la vida de Beethoven no encajaban del todo en su concepto dancístico. Mas al coreógrafo no le amilanaba la confrontación con una personalidad artística compleja.
Después de cavilar mucho solucionó el tema con esta brillante idea de presentarlo a través de estos tres personajes. Testamento de Heiligenstadt, en el que el compositor manifiesta a sus familiares su desesperación por el problema de su creciente sordera. Creo no equivocarme al afirmar que esta es una de las mejores coreografías, si no la mejor, que he presenciado hasta ahora del extraordinario Robert North.
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