Italia

Navegando en un mar extraño

Anibal E. Cetrángolo
martes, 25 de octubre de 2022
Carrasco, Simon Boccanegra © 2022 by Roberto Ricci Carrasco, Simon Boccanegra © 2022 by Roberto Ricci
Parma, viernes, 14 de octubre de 2022. Teatro Regio di Parma. Simon Boccanegra, melodrama en un prólogo y tres actos. Música de Giuseppe Verdi sobre libreto de Francesco Maria Piave basado en el drama ‘Simón Bocanegra’ de Antonio García Gutiérrez. Versión para Venecia de 1857, edición critica de Roger Parker para la Casa Ricordi de Milán. Regisseur, Valentina Carrasco. Escenografía, Martina Segna. Vestuario, Mauro Tinti. Luces, Ludovico Gobbi. Personajes e intérpretes: Vladimir Stoyanov (Simon Boccanegra); Riccardo Zanellato (Jacopo Fiesco); Devid Cecconi (Paolo Albiani); Adriano Gramigni (Pietro); Roberta Mantegna (Maria Boccanegra); Piero Pretti (Gabriele Adorno); y Chiara Guerra (una doncella). Coro del Teatro Regio di Parma (Martino Faggiani, maestro del coro). Filarmonica Arturo Toscanini. Director musical, Riccardo Frizza. Nueva producción del Teatro Regio di Parma. Festival Verdi de Parma 2022
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La historia de la música debe mucho a personajes que no son compositores ni libretistas pero que, sin embargo, han determinado el progreso del arte. ¿Cómo no recordar a Domenico Barbaia, primero camarero de un bar y después empresario? En ambas ocupaciones fue genial: se dice que en el café, entre una bandeja y otra, habría inventado el cappuccino. Lo seguro es que llegó a controlar las decisiones artísticas de importantes teatros y tal función determinó fundamentales decisiones musicales de Rossini, Donizetti y Bellini.

Análogamente es gracias a Giulio Ricordi que debemos la existencia de un objeto fundamental en la historia de la lírica: el Simon Boccanegra, que en su segunda versión subió a la escena de la Scala en marzo de 1881. Si hoy gozamos de esa joya, lo debemos a la tenaz insistencia de Ricordi sobre el reluctante Verdi, quien de ninguna manera concebía modificar un título del pasado que le resultaba ingrato.

Por cierto, es la versión de Milán la que habitualmente se representa, pero la curiosidad del melómano por conocer el Simon Boccanegra original es grande. Esta pudo ser satisfecha en la ocasión que ofreció Parma en el Festival Verdi de este otoño y fue con innegable coraje que el prestigioso Festival ofreció aquella versión escrita para la Fenice en 1857. El Festival cumple con esto un objetivo manifiesto: sus dirigentes se han propuesto la presentación exhaustiva de todas las obras verdianas; no solo eso, sino que también Parma procura mostrar las primeras versiones de aquellos melodramas que luego fueron modificados por Verdi. Es el caso de este Simon Boccanegra.

Hay quien atribuye el fracaso veneciano del primer Simon a la conjura de un lobby manejado por Meyerbeer, personaje bien capaz de acciones de este tipo. De todas maneras, es indudable que para el público de aquella época la ópera no habría resultado de fácil escucha: Verdi estaba abandonando la estética del belcanto y proponía al público veneciano un melodrama avaro en malabarismos vocales. Se presentaba un canto que daba predominio a la articulación silábica, las arias se mostraban concentradas, casi declamadas. El resultado de esto -lo escribe Julian Budden- es una ópera austera, con características que habrían de ser muy valoradas por los espectadores de años sucesivos pero que imponían una escucha ardua a la audiencia de 1857.

Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.

Para nosotros, habituados a la versión de la Scala, esta primera versión resulta extraña, muy extraña. En mi caso, el contacto con este Simon fue análogo a la de aquellos sueños en los que uno reconoce objetos, situaciones muy familiares pero dentro de contextos impensados. A medida que escuchaba este Simon de Parma aparecían momentos familiares, fuertemente anclados en mi memoria como ‘Il lacerato spirto’ di Fiesco, ‘Come in quest’aura bruna’ de Amelia, o el fantástico dúo ‘Vieni a mirar la cerula’. Estos encuentros afables se encadenaron hasta llegar al final, pero esos viejos conocidos sonoros no consiguieron aliviar mi desconcierto, navegaban en un mar extraño.

Además, en el decurso del espectáculo se presentaron objetos impensados, los que no accedieron a la versión de 1881. Algunas de estas novedades se mostraron cordialmente como la cabaletta de Amelia ‘Il palpito deh frena’, otras en cambio no: el estrepitoso final del primer acto. A propósito de este final, al recordar que fue reemplazado por soluciones mucho más eficaces en la versión definitiva se acrecienta nuestra admiración por Verdi y su sabia severidad. Esta actitud tan típica del compositor con su trabajo, ese rigor, fue lo que impidió a aquella cabaletta de Amelia el acceso a la segunda versión. Se sabe además que el compositor reaccionó con furia cuando en París, en 1883, alguien quiso revivirla insertándola en el Simon Boccanegra nuevo. En una carta al libretista de la segunda versión, Arrigo Boito, Verdi explica sus razones: es necesario sacrificar todo a la eficacia teatral.

Este primer Simon, a diferencia del otro, muestra un conflicto que es sobre todo privado. La razón de estado que será central en el Simon de la Scala, aquí resulta apenas esbozada. En el Simon veneciano, por ende, la figura de Paolo es secundaria. Nos falta aquel momento célebre que deberá esperar dos décadas para ser gestado: la escena del Consejo.

Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.

El elenco vocal resulto muy digno: el protagonista, Vladimir Stoyanov exhibió un Simon donde lo melancólico tuvo su logro principal. El artista búlgaro, de gran experiencia en estos roles, ofreció una composición absolutamente digna del complejo personaje, con vocalidad, llena, verdiana.

Resultaron especialmente notables las prestaciones de los jóvenes Piero Pretti, que cantó Gabriele Adorno, y Roberta Mantegna, la Amelia de esta versión. Pretti mostró con gran solvencia los bellos momentos que ya en este Simon, Verdi dedica al personaje. El tenor dio prioridad al énfasis por encima de la morbidez. Por su parte la palermitana Roberta Mantegna es cantante de hermoso timbre y excelente línea vocal. La soprano articuló brillantemente el carácter predominante lirico del personaje con las agilidades que le imponía la cabaletta ya citada, aunque su registro agudo fue a veces exigido.

Fueron excelentes el Paolo de Devid Cecconi y el Fiesco de Riccardo Zanellato

La lectura musical de esta partitura en el Festival de Parma fue confiada a Riccardo Frizza. El maestro mostró un Verdi vivaz, enérgico, evitando afectaciones. En una entrevista Frizza manifiesta su admiración por esta ópera en la que percibe el embrión del gran Verdi de Don Carlo. La Filarmónica Toscanini siguió con eficaz solvencia la voluntad musical de Frizza.

El coro del teatro como siempre, representó un momento de fuerza del Teatro Regio. Excelente en lo musical resultó comprometido intensamente en lo actoral por voluntad de la regisseur.

La regie fue debida a Valentina Carrasco. Carrasco ha decidido escenificar la ópera en un matadero, lugar que ella asocia con lo áspero y lo promiscuo. Su sensibilidad asocia los mataderos con el ambiente de los puertos y de allí la elección es clara: Genova es el mar, un puerto. Lo que muestra Simon, según ella, es política y la política necesariamente implica crueldad. El matadero en tal sentido es imagen de lo cruel.

En la esencia de lo político, manifiesta Carrasco, hay necesidad de distanciarse de lo humano. Estas ideas que se leen en el programa de sala de la ocasión son las que han conducido la realización escénica. En el escenario fueron proyectadas filmaciones en blanco y negro muy eficaces que evidenciaban la lucha de clases y el ambiente de la izquierda italiana: la festa dell’Unità.

Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.Verdi: Simon Boccanegra. Dirección de orquesta: Riccardo Frizza. Puesta en escena: Valentina Carrasco. Parma, Teatro Regio, octubre de 2022. © 2022 by Roberto Ricci.

En la construcción escenográfica aparecieron por cierto las representaciones que la entrevista prometía, es decir, el matadero. Numerosas reses colgaban de lo alto. el efecto parcialmente fue eficaz: estas decisiones artísticas podrían haber resultado plausibles, pero lamentablemente, a lo largo del espectáculo, resultaron una presencia repetitiva y anularon su validez.

Los colaboradores de Carrasco, Mauro Tinti en los vestuarios, Martina Segna en la escenografía y Ludovico Gobbi realizaron una labor de gran eficacia en funcion de las ideas artísticas de la regista.

En la representación del 14 de octubre, el aforo del teatro estaba completo. El público estaba compuesto en gran parte por extranjeros, lo que es habitual en Parma en tiempos del Festival Verdi. El espectáculo fue recibido con fervor, aunque hubo claras oposiciones a la versión escénica: se escucharon vivaces voces de “Povero Verdi”.

Comentarios
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Jorge Ariel Binaghi
25/10/2022 10:34:59

Excelente título para una excelente crítica

Felicidades. Sólo la he escuchado en Londres hace tiempo, en versión digna pero no maravillosa, y mi impresión fue la misma.

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