Alemania
¡Qué sonidos tan bonitos, tan bonitos!
Juan Carlos Tellechea

El varias veces galardonado Geister Duo, de David Salmon y Manuel Vieillard, fue fundado cuando ambos estudiaban en el Conservatorio Regional de París (CRR). Entretanto, titulados con distinciones por la Academia de Música Hanns Eisler de Berlín (Vieillard) y por el Conservatorio Nacional Superior de Música y Danza de París (Salmon), ambos tocan juntos en la primera división de los pianistas de concierto. Fueron alumnos de Emmanuel Strosser y Claire Désert y continuaron sus estudios de postgrado en la Universidad Mozarteum de Salzburgo con el reconocido dúo de piano Tal & Groethuysen.
Los dos jóvenes pianistas ya han celebrado su debut en la Filarmónica de París, han actuado en el Théâtre des Champs Elysées, en la Elbphilharmonie de Hamburgo, en el Bozar, de Bruselas, en el Festival Internacional de la Roque d'Anthéron, en La Folle Journèe, de Nantes, Les Têtes Musicales en Touraine, el Festival Piano en Saintonge y el Festival Européen Jeunes Talents. En 2021 grabaron su primer CD con obras de Schumann, Brahms y Dvorak (sello Mirare).
Galardones
En 2019, el
Su encuentro durante sus estudios en el CRR fue la base de esta simbiosis musical única, con el objetivo de actuar como un "verdadero" conjunto de música de cámara y no como dos artistas que tocan simultáneamente. El plan funciona desde hace más de una década y desde aquellos inicios, el Geister Duo decidió marcar la diferencia en la música de cámara clásica y llevar obras para cuatro manos a los grandes escenarios del mundo. "Nos gustaban los mismos compositores, las mismas interpretaciones. Fue muy natural que empezáramos a tocar juntos'', dicen Salmon y Vieillard en entrevista con la prensa especializada.
Programa
Para esta velada del Ciclo Talente entdecken (Descubrir talentos), organizado por Heinersdorff Konzerte – Klassik für Düsseldorf y el Kunstpalast de esta ciudad, el binomio trajo un programa muy bien integrado que reunió universos aparentemente divergentes y opuestos con composiciones menos conocidas de Georges Bizet, Johannes Brahms e Igor Stravinski.
Durante mucho tiempo, el género del piano a cuatro manos era considerado "doméstico" e "íntimo", muy bello en un entorno pequeño, pero menos adecuado para conciertos en grandes salas. Sin embargo, hay algunos ejemplos famosos, casi siempre hermanas o hermanos por paquete doble. David Salmon y Manuel Vieillard son dos artistas excepcionales y muy prometedores de su generación que no encajan del todo en ese habitual formato. Esta tarde han sido estruendosamente ovacionados y vivados en la sala Robert Schumann, de Düsseldorf, al término del concierto.
Georges Bizet
Comenzaron con Jeux d'enfants op 22 de Georges Bizet, conduciendonos en esta síntesis perfectamente lograda al mundo de la infancia, donde solo la imaginación se hace cargo de todo y donde los simples juguetes adquieren mágicamente poderes singulares.
En una sucesión de contrastes, entre la calma y el sosiego, entre el brío y la ironía, entre la enegría vibrante, la celeridad y la alegría el dúo nos entrega ''L'Escarpolette'' (Reverie), ''La Topuie'' (Impromptu), ''La Poupée'' (Berceuse), ''Les Chevaux de Bois“ (Scherzo), ''Le Volant“ (Fantasie), ''Trompette et Tambour'' (Marche), ''Les Bulles de Savon'' (Rondino), ''Les Quatre Coins'' (Esquisse), ''Colin-Maillard'' (Nocturne), ''Saute-Mouton'' (Caprice), ''Petit Mari, Petite Femme'' (Duo) y 'Le Bal' (Galop).
Johannes Brahms
El siguiente ciclo de 16 valses de Johannes Brahms fue compuesto durante una estancia temporal de éste en Viena y fue dedicado a su amigo, el crítico musical Eduard
Sin embargo, los valses ya contienen una multitud de finezas compositivas que se deleitan en la felicidad tradicional del vals, pero al mismo tiempo ya la desmontan: enervan con irregularidades rítmicas, armonías y melodías cromáticas e incluso estructuras polifónicas. David Salmon y Manuel Vieillard los interpretaron brillantemente en toda su gama, de modo que el público estuvo de acuerdo con la descripción que hiciera Hanslick en su momento: ¡Qué sonidos tan bonitos, tan bonitos! El carácter de cada de una de las danzas se acerca pronto al ímpetu del vals vienés, más a menudo al pesado balanceo del Ländler, y de vez en cuando suena desde lejos un eco de Schumann o Schubert''.
Igor Stravinski
Fue una idea muy original cerrar este recital con Petrushka. Burlesque en cuatro cuadros (creada en 1911 en el Châtelet por Pierre Monteux), una sucesión de imágenes que Igor Stravinski trata como una especie de collage, más que como una verdadera narración. Musicalmente, recuerda más a La Consagración de la Primavera que a El Pájaro de Fuego. Estas imágenes ofrecen un nuevo lenguaje y un expresionismo que anuncia la obra revolucionaria de 1913.
Salmon y Vieillard interpretan aquí con gran transparencia y agilidad la transcripción original para piano a cuatro manos que hiciera el propio compositor; un camino en el que se sitúan con gran acierto, destacando hasta qué punto el esquema es limpio, centrado en el timbre, dando casi la espalda a la melodía en favor del ritmo. Se trata de una visión extravagante de la feria de Mardi Gras desde el principio, con rasgos deliberadamente crudos, pero con episodios muy contrastados: Primer cuadro, la Feria anual de la semana de carnaval; Segundo cuadro, Petrushka; Tercer cuadro, el Moro; Cuarto cuadro, Feria anual de la semana de carnaval (por la noche).
Maurice Ravel
El dúo subraya la originalidad rítmica de la pausas y la métrica variable, un anticipo de la métrica espasmódica y primitiva de la Consagración. El regreso al ambiente bullicioso de la feria aporta una renovada tensión lúdica en la que encajan con naturalidad las sucesivas danzas y sus respectivas ondas sonoras. Todo suena con brillantez, con mecánica chirriante en algunos pasajes. David Salmon y Manuel Vieillard, llevan al extremo los matices en una visión que no rechaza tampoco lo teatral, y concluyen con dos bises de Maurice Ravel (Daphnis et Chloé / Fragments symphoniques). Fue a todas luces una presentación comprometida, vistosa, musicalmente lograda y finalmente vivada frenéticamente por la platea.
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