España - Castilla y León
Sebastián de Vivanco"Había entonces un cierto hombre"
Maruxa Baliñas

Creo que todos los aficionados a la música, a partir de cierta edad, tenemos una memoria detallada, pero confusa al mismo tiempo, de todos esos magníficos conciertos celebrados en maravillosas iglesias y catedrales, con unos programas preciosos y buenos intérpretes, pero ... ¡con un frío!
El que ofreció El León de Oro en la catedral de Salamanca, el pasado 21 de octubre es uno más. No el peor en cuestiones térmicas, recuerdo algunos espantosos, pero sí con esa desazón y añoranza de una buena mantita y sobre todo unos pies secos, dos detalles que contribuyen seriamente al placer estético. Pero al mismo tiempo un concierto como este no sería el mismo desde la comodidad: en cierto modo la catedral, la escasa iluminación, la dureza de los bancos, la poca visibilidad de los intérpretes, la falta de traducción que hace que se capten parte de las palabras pero no los textos enteros, etc. crean unas circunstancias 'alteradas' que nos hacen sentirnos más inmersos en las obras y la época.
El programa era interesantísimo. En primer lugar porque venía como culminación del congreso sobre Sebastián de O Rex gloriae, In conspectu angelorum, Hypocritae, bene prophetavit, y Aperi oculos tuos [estas dos últimas, recuperación histórica y estreno en tiempos modernos].
del que ya hemos hablado en Mundoclasico.com, por lo que una pequeña parte del público -entre los que me contaba- teníamos ya unas expectativas muy determinadas, puesto que iba a ser la ocasión de escuchar en directo cinco obras de Vivanco y con criterios filológicos recientes: Erat autem quidam homo,Pero además el programa era valioso per se. El León de Oro, bajo la dirección de Marco Antonio , hizo un programa elaboradísimo que incluía cinco obras de "Recuperación histórica, estreno en tiempos modernos", casi la mitad de las presentadas en este concierto (once en total), y el resto también piezas poco habituales en concierto e incluso en grabación. Aunque las 'estrellas' del programa eran las obras de Vivanco, casi disfruté más de dos compositores que siempre me emocionan: Alonso Lobo -impresionante la interpretación del tristísimo Versa est in luctum (1598)- y Francisco Guerrero. Impresionante también el Asperges me de Juan de Esquivel de Barahona (ca. 1560-ca. 1624), una de las obras de 'reestreno moderno' que espero que se incorpore al repertorio y pueda volver a escuchar.
El León de Oro es ya una veterana agrupación vocal -se creó en 1997 en Oviedo- y mantienen una temporada propia de conciertos en Asturias. Su curriculum es impresionante, a pesar de que -como pasa tantas veces en España- el tener su sede fuera de Madrid y Barcelona los hace mucho menos mediáticos. En esta ocasión se presentaron con 30 voces perfectamente preparadas por su director-fundador Marco Antonio García de Paz, y con una técnica apropiada para el repertorio de la época, que recordaba bastante la tradición inglesa de Oxford - Cambridge, más que las tendencias de algunos grupos actuales, que a menudo con su historicismo desaforado pierden de vista la cantabilidad y la emoción sobria que siempre debe tener esta música.
El mismo concierto del León de Oro en la catedral de Salamanca se repitió al día siguiente, sábado 22 de octubre, en el Auditorio Nacional de Madrid con el mismo programa, que volverá a sonar el 14 de mayo de 2023 en el ciclo Primavera Barroca de Oviedo. Además durante toda la temporada 22-23 El León de Oro incorporará música de Vivanco en sus programas, conmemorando su cuarto centenario.
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