Discos
Bruckner Spectrum
Ana Sabe Andreu

En este nuevo álbum del coro de cámara The Zurich Chamber Singers, con su director Christian Erny al frente, se aborda un programa mixto de polifonía de Palestrina, obras vocales de Bruckner, con el nexo de unión de las obras contemporáneas de Burhard Kinzler (n. 1963). La factura sonora es impecable, sin estridencias ni excentricidades, con una ajustada interpretación plena de matices. La presentación del disco y su carpetilla es igualmente exquisita. Contiene cuatro motetes de Palestrina, diez motetes latinos de Bruckner y tres piezas contemporáneas de Kinzler.
Empecemos por el final: el disco tiene un arco narrativo que transita por distintas épocas y estilos con naturalidad. La argamasa de todo el edificio son las obras de Kinzler, que nos lleva de un punto a otro atravesando sus puentes, los Bruckner-Brücke I, II y III. Estos puentes sonoros cruzan desde el Renacimiento hasta el Romanticismo en la más estricta contemporaneidad, reflejando la contemplación contemporánea de obras de otras épocas. Estos puentes, compuestos por encargo para este proyecto en 2021-22, se desarrollan a partir de ideas de Palestrina y Bruckner, conectándolos entre sí y con los oyentes actuales.
La línea argumental, muy alejada de la habitual selección de piezas de uno o varios autores, sigue su discurso: el principio se sitúa en varias obras marianas que presentan la historia de la Virgen María y la encarnación de Cristo. El Ave María a 5 de Palestrina comienza con un susurro de las voces, quizá una alusión al soplo creador con el que Dios infundió vida al primer hombre.
El primer puente, Bruckner-Brücke I, conecta esta etapa seminal creando atmósferas sonoras que parten de la pieza precedente y evolucionan hasta enlazar con la pieza siguiente, tomando parte de sus materiales y conceptos.
A continuación una serie de motetes más dramáticos y centrados en la figura de Cristo, donde las piezas de Palestrina actúan como calmado contrapunto frente al agitado Bruckner. Bruckner-Brücke II nos vuelve a transportar en el espacio-tiempo: glissandos microtonales representan el sufrimiento de Cristo, que desemboca en la redención de la humanidad y la fundación de la Iglesia. La atormentada fe católica de Bruckner aparece entonces en piezas como Libera me.
El introspectivo y meditativo Bruckner-Brücke III nos prepara para cerrar el círculo con el Ave María a 6 de Bruckner, completando así el proceso teológico y el musical.
En resumidas cuentas, un producto cuidado, con un concepto claro y potente y una musicalidad refinada a cargo de The Zurich Chamber Singers y su director Christian Erny.
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