Discos
Para la historia
Nipper Larrañaga
Curioso disco este, ya no por lo más evidente: su compositor, José Báguena-Soler, desconocido supongo para la mayoría de los aficionados, excepto acaso los valencianos; sino también por su extraña distribución.
El disco está a la venta en streaming y sólo físicamente en la página web de la editorial Piles, y aunque evidentemente se hicieron copias físicas, puesto que a la redacción de Mundoclasico.com llegó una, no aparece a la venta en ninguna de las tiendas online habituales. Ni siquiera estoy segura de los datos de la grabación, que figuran muy incompletos en el disco, y he ido completando en diferentes páginas de internet.
José Báguena-Soler nació en Valencia el 24 de abril de 1908 -este disco se lanzó con motivo del primer centenario de su nacimiento- e inició sus estudios musicales en el ámbito familiar, ya que tenía importantes antecedentes musicales tanto por parte de su padre como de su madre: era sobrino-nieto de la arpista Vicenta Tormo Soler (concertista, miembro del Grupo de Música de la Corte de los Reyes Alfonso XII y Alfonso XIII, catedrática de arpa del Conservatorio de Madrid, arpista del Teatro Real y profesora de Nicanor Zabaleta).
Estudió piano con sus primos por el lado paterno, el famoso pianista José Báguena (1895-1980) y su hermana Amparo Iturbi (1898-1969), aunque luego su primera dedicación profesional fue como funcionario de la Diputación Provincial de Valencia (1930-1976). Posteriormente se orientó más hacia la música siendo miembro del Instituto de Musicología de la Institución Alfonso el Magnánimo (1958-1970), catedrático de Composición del Conservatorio de Valencia (1966-68) y académico de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos de Valencia desde 1969.
No fue un compositor prolífico, aunque su catálogo es variado. Este disco recoge parte de su música de cámara y a solo, incluyendo obras datadas entre 1972 y 1991, o sea, pertenecientes a su segunda etapa como compositor, cuando tras haber escrito obras en un estilo postimpresionista y atonal se orientó decididamente hacia el serialismo tanto libre como serial, derivado de la Segunda Escuela de Viena.
Este disco en concreto recoge sus obras: Diafonías para violín y piano (1976), Preludio a la magia para piano solo (1991), Sincronía para flauta y violonchelo (1985), Lejanía para guitarra (1980), Recitativo adornado para violín, violonchelo y piano (1983), Tricromía para flauta, viola y guitarra (1989), Sollievo para violonchelo (1972, hay también una versión para cuerdas graves), Transformaciones polifónicas para cuarteto de cuerda (1985), y Pizperina para piano solo (1986), una adaptación del segundo de sus Tres poemas orquestales.
Estos datos están tomados del folleto que acompaña al disco, firmado por Ana Galiano, coordinadora también del libro El compositor y académico José Báguena Soler ]Valencia, Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, 2005], que no sé si son totalmente fiables, porque por lo menos en el caso de Pizperina, para piano solo, la fecha de datación de la obra está equivocada: no es de 1986, puesto que el pianista Perfecto la tocó en la Fundación Juan March de Madrid en 1979.
La interpretación de todas las obras corre a cargo del grupo Ensemble Art's XXI, una agrupación de composición variable creada en 2004, dependiente de la asociación valenciana Colectivo para el Desarrollo Interdisciplinar del Sonido Art's XXI (creada en 1995). No es fácil valorar la calidad de la interpretación de estas obras de Báguena-Soler, ya que no conocía ninguna de ellas previamente a la escucha de este disco y por lo tanto no tengo otras referencias sonoras que las del Ensemble Art's XXI.
Disfruté especialmente de Pizperina, interpretada por el pianista mallorquín , profesor del Conservatorio Superior de Valencia, y de Lejanía, a cargo del guitarrista Rubén Parejo, profesor del Conservatorio Profesional de Valencia. Menos interesantes me parecieron sus dos obras de 1985 -Transformaciones polifónicas, y Sincronías -que no llegué a entender y que me dieron la impresión de tener un lenguaje correcto y bien manejado, pero poco que decir. El Preludio a la magia, la obra más reciente del disco está dedicada precisamente al pianista Bartomeu Jaume, que fue quien la estrenó: una pieza bonita, pero nuevamente con un carácter más improvisatorio que de obra cerrada.
Cabría preguntarse por el interés de la grabación de este disco. Personalmente considero que estos discos 'institucionales' (Diputación Provincial de Valencia, Instituto Valenciano de la Música, Generalitat Valenciana, etc.), en este caso conmemorando el centenario del nacimiento del compositor, son 'de justicia'. José Báguena-Soler me ha parecido un compositor importante dentro de la historia de la música española 'de vanguardia', superior a muchos de los compositores 'madrileños' de la Generación del 51 de quienes en cambio hay una cantidad excesiva de grabaciones que exceden sus merecimientos. Bienvenido por tanto este disco.
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