Entrevistas
Mujeres en la música
Juan Carlos Tellechea

El prestigioso Instituto Cervantes de Bruselas será sede cada miércoles entre el 8 y el 29 de marzo próximos de un foro de intercambio titulado Mujeres en la música, que será comisariado por la destacada periodista musical Ruth Prieto. El propósito del encuentro es, primordialmente, llamar la atención sobre la gran contribución de la mujer al quehacer musical en Europa y fuera de este continente. Éste es el tercer programa de este tipo que organiza el Instituto Cervantes de Bruselas; el primero tuvo lugar en 2022.
El de las mujeres en la música es un campo conceptual que se ha ido poniendo cada vez más de relieve en el curso del movimiento feminista desde la década de 1970. Dentro de los estudios sobre la mujer, se ha planteado la cuestión de la falta de presencia de mujeres músicas creativas en la historiografía y -en parte como consecuencia de ello- en la práctica pública contemporánea. En ningún momento y en ningún lugar del mundo ha faltado la actividad creativa y cultural de las mujeres en la música, ni en la esfera popular, ni en la "música artística" o la "música clásica".
Al igual que las mujeres en la ciencia o la política, las mujeres musicalmente productivas solo han salido de la sombra de sus colegas masculinos desde finales del siglo XX. Las compositoras históricas están volviendo a la memoria, las compositoras y músicas intérpretes modernas están desarrollando autonomía y autocomprensión. Esto se aplica a las directoras de orquesta, músicas de orquesta, cantantes, músicas de iglesia, músicas independientes, profesoras de música, arreglistas, así como a las constructoras de instrumentos, musicólogas, periodistas musicales, gestoras musicales, mecenas y otras personas activas en la vida musical.
Mundoclasico.com cubrirá la información del evento, comenzando por esta entrevista vía correo electrónico con el influyente experto Gonzalo del Puerto y Gil, jefe de actividades culturales en el Instituto Cervantes de Bruselas, antes en Lisboa, Berlín y Londres. Estas son sus declaraciones exclusivas:
Juan Carlos Tellechea: ¿Qué objetivos se han propuesto con este encuentro?
Gonzalo del Puerto: Hay, por un lado, un elemento de visibilización, esto es indudable: de llamada de atención, si se quiere, dado que es necesario. Pero igualmente, por otro, el ciclo se propone ofrecer un foro de expresión y, quizá, de orientación pública del debate sobre una base informada y relevante, es decir, reuniendo a protagonistas directas de los ámbitos específicos de especialización mundial. Éstas son siempre elegidas sobre criterios de excelencia, exigiendo representatividad, capacidad de juicio y, hasta cierto punto, también de influencia, porque ésta, en la medida en que recoja opinión o conclusiones derivadas de los encuentros mismos, ayudan a realizar directamente parte de los objetivos, generales, pero no indefinidos, del proyecto.
¿Cómo observa usted la evolución de la música con la participación de mujeres en sus distintos ámbitos (cantantes, compositoras, arreglistas, músicas, solistas, directoras de orquesta...y un largo etcétera) hasta hoy?
Es una evolución dispar, sometida a catalizadores u obstáculos generales y específicos. Cuanto más se ha avanzado en la incorporación de las mujeres a las diversas esferas de la realidad de la vida musical más ha sido patente lo minucioso de la dificultad específica de cada ámbito. Uno de los desafíos radica, por ello, en relacionar el proceso general de la incorporación a la igualdad efectiva de las mujeres ante los ámbitos que norman las leyes, que por su propia naturaleza tienden a la universalidad como garantía de la no discriminación, al proceso específico de su incorporación en este o aquel ámbito de la vida colectiva.
Es en este terreno de lo concreto donde se mide con mayor eficacia la tensión entre lo ideal y lo real, donde se puede encontrar las vías concretas para superarlas. En líneas generales, hay un cierto recorrido común del proceso de integración efectiva de las mujeres a la totalidad de esferas de lo musical y de la mujer en el promedio de otros sectores o ámbitos de la vida. Pero, como se dice, dios y el diablo están en realidad en la letra pequeña, en lo específico. Así, las velocidades y alcances del proceso efectivo de materialización de la igualdad de oportunidades son diversos: más lento o superficial en unos casos (estereotípicamente, las mujeres directoras de orquesta, por ejemplo) que en otros (las cantantes de ópera). Pero importa mirar con detenimiento cada caso, pues establecer patrones muy generales de análisis o evaluación llega a menudo a simplificar lo específico o singular, trivializándolo u ocultándolo.
¿Quisiera usted realizar este ciclo (o programa) anualmente, quisiera institucionalizarlo, por decirlo de algún modo?
Sí, esa es la voluntad. Hay acciones cuyo carácter efímero puede ser virtuoso, no hay que dudarlo, pero no es dudoso que hay otras cuyo sentido es, más bien, el de reiterarse por la misma necesidad de hacerlo, derivada de su naturaleza de objetivo, y mientras este objetivo subsista como tal, al no verse suficientemente cumplido.
¿Por qué es tan importante mantener activo este foro (ciclo o programa) Mujeres en la música?
Hay una inercia hacia la reiteración de lo ya establecido que en ocasiones es disfuncional: la aportación de las mujeres a la música es inmensa y aún supone, en buena medida, un (hermoso) descubrimiento para muchos. Igualmente, hay puntos de vista equivocados y empobrecedores con respecto a dicha aportación que se superan hoy sólo sobre el papel, no en la práctica efectiva. Sostener un foco de expresión es no considerar su necesidad como algo no efímero, o sometido a moda o “corrección política”.
Comprender la excepcionalidad musical de, por ejemplo, Hildegarda de Bingen, es posible cuando comprendemos la especificidad de la educación musical y religiosa de las mujeres de su entorno. Nos permite profundizar en el sentido mismo de la música, que queda necesariamente incompleto si prescindimos de esta parte descuidada, cuando no olvidada o, sí, en más ocasiones de lo dignamente asumible, minusvalorada. Y, precisamente, de lo que se trata no es de una equiparación, sino de recuperar el punto de musicalidad profunda que permite descubrir valor compartible por todos fuera de las distinciones genéricas y dentro de ellas.
¿Han realizado también este ciclo Mujeres en la música otros Institutos Cervantes?
La pluralidad de actividades del Instituto cubre una casuística inmensa. Iniciativas semejantes, complementarias, paralelas, las ha habido y las hay. La especificidad de este ciclo no es metafísica: consolidar un foro de expresión de largo plazo no es una tarea simple, sino compleja, en lo práctico y en lo conceptual. En Bruselas el Instituto ha tenido la suerte considerable de poder apoyarse en ambos sentidos en la capacidad de emprendimiento, en conocimiento y en la inmensa experiencia de la destacada musicógrafa (y música ella misma, no lo olvidemos) Ruth Prieto, a quien desde aquí hago llegar la gratitud del Instituto por haber aceptado el comisariado del proyecto.
¿Puede ser éste un modelo a seguir por los demás Institutos Cervantes (en Europa y fuera de este continente)?
Creo que la iniciativa puede reproducirse, con las adaptaciones que pueda requerir la singularidad de cada Instituto. En unos lugares quizá sea más hondamente necesario, o más urgente que en otros, pero, honestamente, creo que una iniciativa de estas características encaja muy perfectamente en los objetivos estratégicos del Instituto, pues permite un enfoque trasversal respecto a los públicos a los que se dirige, contribuye a dar reconocimiento a los esfuerzos realizados en materia de igualdad de oportunidades en un ámbito específico, que permite comprender en concreto los avances realizados y los retos que definen la orientación de la acción futura.
Al estar abierto a la cultura musical de los países hispanohablantes, subraya la dimensión panhispánica del fenómeno. Al tener naturaleza híbrida, permite ampliar la participación de público y participantes del modo más ambicioso, sin renunciarse por ello a un elemento de presencialidad. Y desde el punto de visto regional de Bélgica y sus países circundantes, permite la economía de escala en la circulación de mujeres músicos por Países Bajos, Alemania, Francia y Reino Unido, por mencionar solo los más próximos. En resumen, confiamos en que la tercera edición de Mujeres en la música, permita a los centros vecinos hacer crecer esta iniciativa sumándose a ella y enriqueciéndola colectivamente.
¿Cuáles serán los temas a tratar en la presente edición de Mujeres en la música?
Siendo tan solo una segunda edición, la tematización de los programas se ha hecho en un nivel aún muy inicial: se ha buscado más la segmentación relevante en ámbitos del fenómeno musical, que la búsqueda de asuntos específicos o trasversales. Ofrecer un foro de expresión general, muy libre a mujeres intérpretes, musicólogas, compositoras, gestoras, directoras o periodistas y relaciones públicas, ha sido nuestra primera ambición. Nos quedan otros ámbitos por explorar, antes de pasar a una segunda fase, más capaz ya de enunciar asuntos relevantes específicos o transversales, como haremos si nos es posible, partir de 2024, pero quizá los incardinemos ya en el formato más específico. Me refiero, muy singularmente, a la educación, pero también a las mujeres luthiers, o las arreglistas, que usted mencionaba, por ejemplo.
¿Qué prioridad adjudican las / los participantes a esos temas y por qué?
Las participantes han reaccionado en todos los casos con un gran compromiso y coincidencia de juicio con la idea del ciclo plurianual. Para nosotros ha sido un aliciente esencial para la realización del proyecto la positiva reacción de las participantes, seleccionadas siempre según los criterios esbozados genéricamente más arriba. Para todas las participantes, desde puntos de vista muy convergentes, más que coincidentes, la necesidad de reflexionar es fundamental para dar sentido al impulso reivindicativo, tan justo, fundamentable y pertinente hoy mismo en el seno de nuestro concepto ideal de cultura musical. Es motivador que acuerdo y matiz diferenciador del juicio hayan sido posibles y complementarios en la primera edición del ciclo. No esperamos menos en este. Dar forma concreta a las prioridades sigue siendo un desafío, y no porque no exista una concepción clara de su sentido, sino porque aún no se ha expresado públicamente de un modo sostenido y enriquecedor, al margen de disputas o simples proclamas.
¿Se publican sus conclusiones?
Idealmente se hará, sí, y con probabilidad lo haremos en un futuro cercano. La espera tiene su fundamento: dar algo de recorrido al proyecto nos permitirá ir distinguiendo los asuntos de mayor calado de aquellos que puedan ser más coyunturales a través del testimonio de mujeres del mundo de la música. Esto es, naturalmente, un criterio buscado: no se trata de realizar un estudio académico, para lo que ya existen foros competentes, sino ofrecer un punto de comunicación directa a las interesadas con un público general consciente e informado. Es decir, es más propiamente un foro de expresión que un observatorio. La expresión que se busca posibilitar es la de la autopercepción, que es también un indicador significativo.
¿Han sido ya publicadas las conclusiones de pasados foros sobre este ciclo, pueden verse en Internet?
No por el momento, pero al terminar esta segunda edición y en preparación de la tercera en 2024, visionaremos todos los materiales grabados en las dos primeras para incorporar una selección de estos materiales a la futura sección de Cultura Digital del Instituto Cervantes, que materializa el giro hacia la profesionalización categorizada de los contenidos digitales producidos por los centros de la red Cervantes. Este giro será una de las innovaciones más importantes de la labor cultural del Instituto desde su creación. Decidida hace dos años, se comenzará a poner en pie ya este año.
Comentarios