Artes visuales y exposiciones
Anglada Camarasa. El archivo premeditado
Maruxa Baliñas
Entre las diversas exposiciones que presenta actualmente el Museu Nacional d'Art de Catalunya me llamó la atención la de Anglada Camarasa. El archivo premeditado. Hermen Anglada Camarasa (Barcelona, 1871 - Puerto de Pollensa, Mallorca, 1959) fue, según explica el propio museo en la presentación de la exposición: "el artista catalán con mayor proyección internacional entre Marià Fortuny y Joan Miró" y destaca "la relevancia de Anglada Camarasa durante los años previos y posteriores a la Primera Guerra Mundial, cuando se convirtió en el artista más internacional después de Marià Fortuny".
Sin embargo poco en la realización práctica de esta exposición reflejaba esta importancia que -por lo menos en teoría- se le daba a la exposición. Escasamente indicada, era casi imprescindible ir pidiendo ayuda al personal del museo para llegar a donde se encontraba. Otras exposiciones como las de la fotógrafa Mey Rahola o la Donación Ferrán García Sevilla dominaban la cartelería y señalización. Y al llegar a la sala de la exposición de Anglada Camarasa la impresión empeoraba, pues se trataba de un espacio angosto y estaba mal iluminada.
Personalmente Anglada Camarasa es un pintor que desde pequeña me llamó la atención, tanto por sus temas como por el curioso colorido de algunas de sus obras. Había por lo tanto un fuerte componente sentimental o nostálgico en mi visita, aumentado por el hecho de que me parecía una figura un poco 'mía propia' ya que hasta llegar a la facultad nunca había leído un libro donde apareciera ni me habían hablado de él en clase, ni nada (incluso en la licenciatura de Arte apenas se mencionó a Anglada Camarasa).
Aunque no visité ninguna de ellas, hubo dos grandes exposiciones en España sobre Anglada Camarasa, la de Anglada-Camarasa [1871-1959] en la Fundación Cultural Mapfre (Madrid 2002) y la de El món d'Anglada Camarasa, en Caixaforum (Barcelona-Palma 2006): precisamente en 1991 la Obra Social de La Caixa compró la obra conservada en el Museo Anglada Camarasa, abierto privadamente por la hija de Hermén Anglada en 1967, convirtiéndose en los -o eso creo- principales propietarios de obra suya.
Mi primera decepción fue que salí de la exposición sabiendo prácticamente lo mismo que sabía antes de entrar. No tengo más claras ahora su filiación artística, sus aportaciones al arte catalán, español y occidental, sus datos biográficos (sólo aprendí que había estado exiliado en París entre 1939 y 1947 antes de volver a Pollensa, donde murió) y en cambio creo que me siento más confusa, sobre todo en cuestiones de difusión de su obra por el mundo.
Se puede decir que esta escasez 'teórica' se debe a que la exposición no era sobre Camarasa, sino sobre su archivo personal, que fue donado por su familia -principalmente su hija Beatriz y su nieta Silvia Pizarro- al Museu Nacional d'Art de Catalunya en 2021, coincidiendo con la celebración del 150 aniversario del nacimiento del artista, e "inventariado en el Centro de Investigación y Conocimiento del museo". Y para resaltar esta idea del "archivo personal" la exposición se celebra en una pequeña sala llena de archivadores de cartón lógicamente vacíos.
Pero aquí surge el primer problema, porque el Archivo Anglada-Camarasa consta de unas pocas cajas -como casi cualquier archivo personal, nadie guarda tantas cosas en su casa- mientras en la exposición hay cientos de archivadores que ocupan prácticamente todo el espacio y apenas permiten circular cómodamente o tener perspectiva para ver los documentos y obras expuestos (un total de 16 pinturas y dibujos de Anglada-Camarasa y otros 5 de otros autores). Aunque no se tenga la intención de engañar al visitante, sin duda se hace puesto que nada permite suponer -y en ningún momento se indica- que las cajas sean sólo una decoración. E insisto, aunque no conozco exactamente el tamaño del archivo y nadie de los que pregunté en el museo conocía este dato (posteriormente averigué que son 7.605 documentos, la mayoría recortes de prensa y pequeñas fotografías tamaño carnet, que ocupan poco espacio), calculo que se presentaba un archivo ficticio que multiplicaba un 2000% o 5000% el tamaño auténtico del material conservado.
El segundo problema era -como antes indicaba- la escasez de perspectiva para ver las obras y la mala iluminación de cuadros y vitrinas, hasta el punto de que resultaba casi imposible leer los documentos o imágenes que se exponían. Si la cartelería ayudara, no sería tan importante el acceso a las vitrinas, pero como los paneles oscilaban entre las alabanzas vacías y sin justificar (¿realmente es Anglada-Camarasa el "artista catalán con mayor proyección internacional entre Marià Fortuny y Joan Miró" como se repite de diferentes modos en los carteles, pero sin razonar nunca en qué se basa esta afirmación) y la información confusa, era preciso intentar atisbar el material de las vitrinas para enterarse.
¿A qué me refiero con "información confusa"?, pues por ejemplo a esos detallados paneles donde se mostraban los "lugares" de Anglada-Camarasa, o sea, dónde se habían hecho exposiciones de sus obras ... pero como no diferenciaban entre las realizadas en vida del pintor y todas las posteriores tras su muerte hasta la actualidad, tuve que renunciar a saber dónde había desarrollado su carrera.
Los paneles hablaban de su carrera en EEUU, wikipedia se refiere a su visita a Moscú en 1914 -un lugar artísticamente muy interesante en esos años-, etc. pero por más que intenté aclararme con los mapas, era casi imposible determinar dónde había estado el pintor y dónde organizó una exposición la Fundación 'La Caixa' (el banco ha cambiado de nombre en varias ocasiones), aprovechando que son propietarios de una buena parte de su obra. Y claro, la historia de un pintor y su carrera, y la historia de su obra tras su muerte son dos asuntos muy distintos que no deben mezclarse.
En fin, que lo más interesante de esta exposición Anglada Camarasa. El archivo premeditado estaba fuera del espacio de la exposición. A la entrada, sin ningún aviso de lo que era, una pantalla emitía un pequeño documental en el que Beatriz Anglada-Camarasa Huelín, la hija del pintor, hablaba de su padre y del archivo donado. Allí averigué casi todo lo que aquí he intentado contarles, por fin descubrí a la persona real, y comencé a hacerme preguntas.
¿Recomendar la exposición? Sí, claramente, es muy raro que se haga una exposición sobre la vida y obra de Anglada-Camarasa y es un pintor apasionante. Pero conviene ir preparados 'de casa' porque allí poco se puede aprender.
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