Sevilla, domingo, 2 de abril de 2023.
Teatro de la Maestranza. Johann Sebastian Bach: La Pasión según san Mateo. Raphael Höhn (Evangelista), Sebastian Myrus (Jesús), Zsuzsi Tóth, Gwendoline Blondeel (sopranos), Alexander Chance, William Shelton (altos), Florian Sievers, Raffaele Giordani (tenores), Felix Schwandtke (bajo). Vox Luminis. Escolanía de Nuestra Señora de los Desamparados. Orquesta Barroca de Friburgo. Director: Lionel Meunier.
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La clausura del Festival de Música Antigua de Sevilla —o FEMÀS, como se le conoce también—, que este año cumplía los cuarenta con buena salud, tuvo lugar un día más tarde que de costumbre, y resultó curiosa la experiencia de asistir la mañana del Domingo de Ramos a un concierto en un teatro que cierra al público durante siete días por motivos obvios en esta ciudad. Temáticamente, no obstante, la relación era muy directa con el contexto, y volvía a cerrar la edición una monumental obra de Johann Sebastian Bach que tanto se interpreta durante la Semana Santa en todas partes del mundo: La Pasión según San Mateo.
Exactamente seis años antes se había podido escuchar por última vez en Sevilla, también para clausurar un FEMÀS, en una aplaudidísima versión del histórico director belga Philippe Herreweghe; y de Bélgica procedía de nuevo el conjunto vocal Vox Luminis que, acompañado de la Orquesta Barroca de Friburgo, presentó una versión de ejecución impecable y un planteamiento más cercano al recogimiento que al drama. Su director, Lione Meunier, no se colocó al frente de las agrupaciones, sino que ejercía esa labor de manera discreta desde su puesto en el coro. Así, tanto él como la concertino, una elegante y siempre precisa Petra Müllejans, marcaron las líneas en un segundo plano sin apreciarse visualmente una autoritaria figura de director. No obstante, esto no empañó la homogeneidad ni la precisión de dos conjuntos que con una trayectoria como la suya tienen la implicación y la compenetración como máxima suficientemente demostrada. Más marcados los contrastes dinámicos desde las voces que desde la orquesta, destacaron en los primeros las intervenciones de una enardecida tuba o el conmovedor final, de fraseo sobrenatural e impecable desde cualquier punto de vista.
El emotivo Evangelista de Raphael Höhn, un tenor de mimbres ligeros y elegante uso del falsete, casaba a la perfección con el reflexivo y sereno Jesús de Sebastian Myrus, que finalizó su intervención con una espléndida “Mache dich, mein Herze, rein” llena de claroscuros y sentida desde lo teatral. De entre el resto de las voces solistas, que también formando parte de los coros, destacaron los dos jóvenes y prometedores contratenores. William Shelton se lució con creces en su única intervención de la segunda parte, “Können Tränen”, con un timbre aterciopelado de tintes más oscuros que los de su colega de cuerda Alexander Chance, sobre el que recayó la mayor parte de arias con un gran control de su instrumento de generoso caudal. De todas ellas, subrayó la sensibilidad de la archiconocida “Erbarme dich, mein Gott”, así como el peso narrativo de la final, en la sección de la crucifixión de Jesús. Y suyos fueron los aplausos más generosos, junto con los dedicados a la violagambista Hille Perl, un lujo especialmente en la intensa aria del juicio.
Si se convierte en tradición cerrar las ediciones del FEMÀS con las grandes obras corales de Bach no creemos que nadie muestre su desacuerdo.
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