Austria

‘Es gibt ein Glück’

Jorge Binaghi
martes, 2 de mayo de 2023
Homoki, Lohengrin © 2023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn Homoki, Lohengrin © 2023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn
Viena, martes, 18 de abril de 2023. Staatsoper. Lohengrin, Weimar,28 de agosto de 1850, libreto y música de R.Wagner . Intérpretes: Piotr Beczala (Lohengrin), Camilla Nylund (Elsa), Nina Stemme (Ortrud), Tomasz Konieczny (Telramund), Tareq Nazmi (König Heinrich der Vogler), Clemens Unterreiner (Heerrufer), y otros. Dirección escénica: Andreas Homoki. Escenografía y vestuario: Wolfgang Gussmann. Iluminación: Franck Evin. Dramaturgia: Werner Hintze. Coro y coro extra (preparado por Thomas Lang) y orquesta del Teatro. Director: Omer Meir Welber.
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Existe una felicidad que no necesita / del arrepentimiento!

Existe una felicidad’ (es lo que dice el telón pintado que precede a cada acto de esta reposición) y es algo que dice Elsa a Ortrud en el segundo acto. No leo las entrevistas a directores de escena pero sé que Homoki se ha referido a ello. A mí, aparte de que el telón es kitsch como suelen serlo ciertas ocurrencias del aludido artista (y desde hace un tiempo director general de la Ópera de Zúrich), me interesa la frase completa…’Es gibt ein Glück, das ohne Reu ‘ (traducción tomada del sitio Kareol: ‘Existe una felicidad que no necesita del arrepentimiento’). Que, por lo visto, según lo que ocurre luego, es algo discutible o nada cierto para los pobres seres humanos que no podemos dejar de ser curiosos o de ser espoleados por intrigantes o algo peor.

La producción (que no lleva mucho por tratarse de este lugar -después de 32 representaciones, yo he visto la 31, será reemplazada en la próxima temporada y desasosiega pensar que a lo mejor se añorará esta) tiene, cómo no, escena única a base de mesas y sillas (las primeras tienen la función primordial de cambiar de forma y servir para que alternativamente o de a dos los protagonistas se suban a ellas para sus peroratas o invectivas) tiene vestidos un tanto extraños -parece una reunión de alpinos para los hombres; Elsa parece vestida por Ortrud, que sale algo mejor parada. Telramund como marca de deshonor queda en calzoncillos al final del primer acto y así sigue hasta que muere en el tercero (menos mal que no hacía frío y que Konieczny parece tener buenas piernas). 

Los cantantes hicieron lo que se les pide y lo que -imagino- pudieron, pero por ejemplo Unterreiner, que habrá seguido al pie de la letra las instrucciones, hizo un Heraldo un tanto extraño en el primer acto y definitivamente cómico en el segundo (que no me parece que es lo que Wagner debía de tener en mente).

En el aspecto puramente musical creo que el resultado superó al tan alabado de la reciente producción neoyorquina, que sí tenía el mismo protagonista.

'Lohengrin' de Wagner. Dirección musical, Omer Meir Welber. Dirección escénica, Andreas Homoki. Viena, Staatsoper, abril 2023. © 2023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn .'Lohengrin' de Wagner. Dirección musical, Omer Meir Welber. Dirección escénica, Andreas Homoki. Viena, Staatsoper, abril 2023. © 2023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn .

Excelente el coro, como siempre y particularmente en este repertorio. La orquesta se sabe qué máquina potente es y lo demostró de nuevo (sólo me preocupa un poco siempre ese foso tan abierto, pero en este caso no hubo que lamentar daños colaterales en el escenario). Welber le exigió una aproximación sumamente apasionada y algo, para mi gusto (pero muy del gusto del público), ‘exterior’, por lo que sonó mejor, por ejemplo, el preludio del tercer acto que el del primero y en general sufrieron un poco todos los momentos -que los hay- puramente líricos o recogidos- porque no recogió suficientemente el sonido. Por eso me sigo quedando, personalmente, con la versión de Thielemann de 2016.

De nuevo Beczala, se decía, en el rol epónimo. Para mí la segunda vez. Sólo tengo que agregar a lo dicho entonces que la voz está más ancha en centro y grave sin que haya la menor tensión en el agudo ni pérdida en el esmalte. El mejor de los caballeros del Grial que he visto. Recuerdo parte de lo dicho entonces porque lo puedo firmar también ahora. “No hay dónde buscar qué hizo mejor. El timbre es, desde mi punto de vista, el que corresponde mejor a la parte, y su relato del Grial fue estremecedor, pero como lo fue la escena de la cámara nupcial o las intervenciones ‘cortas’ en el segundo acto”. Y -había olvidado- su llegada e intervención en el primero (en el concertante esta vez se lo oyó con más nitidez).

Y eso que aquí tuvo que vérselas con una rival poderosa, no sólo por el argumento o por la maldad que encarna Ortrud, sino por la interpretación que hizo Stemme con su voz oscura, amplia, cálida. Dos días después la harían miembro honorario de la Ópera de Viena (una distinción menos frecuente y mayor incluso que la de ‘KS’ -Kammersängerin- que ya ostentaba). Pero no se limitó la sueca a vociferar y a ser malísima, sino que en el segundo acto ofreció un fraseo sensacional, por momentos sibilante, sin insistir en el énfasis más fácil de otras famosas colegas.

Beczala y Nylund en 'Lohengrin' de Wagner. Dirección musical, Omer Meir Welber. Dirección escénica, Andreas Homoki. Viena, Staatsoper, abril 2023. © 023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn .Beczala y Nylund en 'Lohengrin' de Wagner. Dirección musical, Omer Meir Welber. Dirección escénica, Andreas Homoki. Viena, Staatsoper, abril 2023. © 023 by Wiener Staatsoper / Michael Pöhn .

Nylund tampoco se quedó atrás ni como cantante ni como artista, pero tal vez hoy suene un tanto maduro el timbre y a veces un tanto rígido o metálico para la etérea Elsa de Brabante.

Konieczny es un cantante muy admirado aquí aunque la emisión tiende a ser poco limpia, un ‘defecto’ que en Telramund prácticamente carece de importancia, y el barítono cumplió con creces.

El joven Nazmi es muy prometedor en ese rey parlanchín que siempre suena monotemático con su ‘Deutsche Reich’ que trae malos recuerdos. La voz es sanísima y salvo algún agudo algo brusco, que resolverá seguramente, su labor resultó óptima.

Correcto Unterreiner, sobre todo en el primer acto, y bien los cuatro caballeros seguidores suyos y las cuatro doncellas nobles que entonan parte del coro nupcial.

El teatro estaba repleto a más no poder, con localidades agotados, y un entusiasmo que al final fue incandescente. Con razón.

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