Alemania
Poder, dinero y sexo ¡Ha nacido la ópera!
Juan Carlos Tellechea

Quien crea que con La coronación de Popea, de Claudio Monteverdi, va a presenciar en la Ópera de Wuppertal una aburrida obra del Barroco, se equivoca de cabo a rabo.
Immo Karaman se atreve con gran acierto en una nueva producción superlativa que trata audazmente sobre sexo, crimen e intriga, con música de Philippe Boesmans, extraordinariamente interpretada por un gran reparto de solistas y la Orquesta Sinfónica de Wuppertal, bajo la batuta de Matthew Toogood.
Personajes casi exclusivamente sórdidos se entregan a sus abismos hondamente humanos. Hay asesinatos, celos, ansias de poder, calumnias y chantajes. Es una auténtica historia de bandidos, incluida un aria de suicidio del filósofo Séneca.
Se puede afirmar, sin temor a equívocos, que es el primer cuento de bandoleros en la historia de la ópera y sobre un material siempre mítico.
Lo que es aún más insólito, la partitura original de se considera perdida y varios compositores intentaron más tarde una versión renovada.
La de esta puesta es la versión contemporánea de Boesmans estrenada en el Teatro Real de Madrid en 2012 que ahora se toca por primera vez en Alemania.
Despojada del timbre
A la orquesta se le ha quitado el timbre de la época del Barroco a través de diversas fases. Hay instrumentos de teclado modernos, marimba, vibráfono, percusión y sintetizador que introducen al oyente en ámbitos sonoros muy inusuales, que en algunos momentos ya no recuerdan a la música de aquellos tiempos. Esto queda claro de inmediato cuando suena el primer acorde que coloca al público ante una obra colorista y llamativa.
Fabian Posca) es chillón y los peinados son los que podrían haber lucido las estrellas de Hollywood de entonces o los de las famosas series de televisión como Denver y Dallas.
Para colmo, la escenografía (también Karman) es gris, desde los muros hasta el último racimo de uvas sobre la mesa de banquetes. Estos decorados son casi inconcebibles, pero eran restos de otra producción que sufrió los efectos de las inundaciones que afectaron a Wuppertal en 2021 y que había que utilizar de alguna manera (el cercano río Wupper se salió de cauce en julio de ese año y sumergió a dos metros de profundidad el escenario de la Ópera).
Nerón es una mujer
Hay más todavía. Nerón es cantado aquí por una mujer disfrazada de hombre. Por lo tanto, el dúo de amor es interpretado por una soprano y una mezzosoprano. Pero también hay un contratenor. Todo suena perfectamente, los cantantes se entregan desenfrenados a las coloraturas, cantan por arriba y por debajo de los arcos de su voz e irrumpen en los rincones más oscuros y sórdidos de su carácter. Karaman y Posca encuentran un enfoque emocionante para la ópera de Monteverdi, y la versión de
Ralitsa Ralinova, recientemente celebrada aquí Wuppertal como la excepcional Violetta en La Traviata, adquiere rasgos completamente nuevos en su papel de la intrigante Popea. Ralinova muestra la más fina y nacarada coloratura con las más sutiles y maliciosas intenciones. Con una flexibilidad fenomenal de su registro vocal agudo, forma un gran dúo de amor con su simpática compañera Catriona Morison al final de la ópera.
En el papel de Nerón, Morison está caricaturizada como un galán desaliñado, con barriga y media calva, haciendo gala de un salvaje libertinaje erótico, incluso con un albornoz entreabierto. Canta al más alto nivel, llena de tonos apasionados, dominando el escenario de forma manipuladora y explosiva.
Octavia moderna
Anna Alàs i Jové, ofreció otros momentos artísticos destacados en esta conmovedora representación. Con su potente y bello material vocal, crea un extraordinario retrato de su Octavia. Aporta a la mujer traicionada y rechazada una gran energía y una inmensa voluntad de supervivencia. Su notable versatilidad entre arrebatos dramáticamente convincentes y tonos de lamento pálidos, líricos e interiorizados demuestra tanto seguridad técnica como extraordinaria expresividad vocal, que encontró su clímax natural en el aria "Addio Roma".
Pero
Franko Klisovic, como contratenor con un carisma claramente viril, se pone en la piel de Otón, también en el gimnasio. Atrapado en un amor frustrado con Popea, y desesperado por la situación, da rabiosos puñetazos allí a un saco de boxeo. No puede evitar ser chantajeado por Octavia, quien lo amenaza de muerte si no asesina a Popea, mientras se entrena allí en su esterilla de yoga junto a él. Klisovic deleitó al público con una voz claramente redonda, melodiosa y bien fundamentada. Su posterior amante, Drusila (Johanna Rosa Falkinger), tambien merece elogios por su convincente y natural interpretación, así como por su voz fresca y ágil, también en la encarnación de la Virtud.
El filósofo Séneca, única figura de integridad moral, se ve obligado a suicidarse. La profunda calma con la que Sebastian Campione retrata este dramático momento (con mucha sangre cinematográfica), y sobre todo cómo lo canta, es realmente conmovedor. Si los aficionados a la filosofía y a la ópera de hoy se preguntan con qué aria podría haber bebido Sócrates su copa de cicuta, aquí tienen la respuesta.
Solidez del elenco
En general, la Ópera de Wuppertal presenta un sólido conjunto con más de veinte papeles. El elenco es juguetón, a menudo ingenioso y con sentido del detalle. Mención especial se ganan asimismo Hyejun Kwon, Theodore Browne y John Heuzenroeder. , como Fortuna y el paje Valletto, posee una soprano fresca y juvenil que subraya la picardía de ambos personajes. En Valletto se reconoce ya un presagio del Cherubino de Mozart. , como Amor, posee un poderoso registro de tenor con el que pone en su sitio a Fortuna y Virtud en el prólogo y deja claro que él, como dios que todo lo puede, es quien realmente manda. Heuzenroeder dota a Arnalta, la nodriza de Popea, de maravillosos rasgos cómicos y se luce especialmente en su triunfo en el tercer acto, cuando describe su influencia como sirvienta de la futura emperatriz. Al final, todos los participantes se llevan un gran y merecido aplauso.
No tan al pie de la letra
La última ópera de Monteverdi no se sitúa al principio de la historia del género, pero marca sin embargo un nuevo comienzo de éste, ya que por primera vez no se elige un tema mitológico, sino que aparecen en escena personas que vivieron realmente. Las principales fuentes de la historia narrada en el libreto de Busenello son los Anales de
Sin embargo, el libretista Busenello no es tan preciso sobre la verdad histórica. La pretensión de que la La coronación de Popea es la primera ópera ambientada en la historia y no en una época mítica está comprometida por las apariciones de los dioses romanos, quienes inician la acción e intervienen o comentan en momentos posteriores, y de varios personajes no atestiguados históricamente.
Pero, el relato se basa en personas reales, y se refiere a acontecimientos verdaderos, aunque a decir verdad, no fue el maestro y educador de Nerón, Séneca, quien se interpuso en el amor del emperador por Popea, sino la madre de Nerón, Agripina, quien además tuvo que morir por su oposición. Pocos años después, Nerón obligó a Séneca a suicidarse, porque el filósofo, al igual que el poeta Lucano, supuestamente había participado en una conspiración. Además, en realidad, el posterior emperador Otón no fue enviado al exilio por intentar matar a Popea, que estaba casada con Nerón en segundas nupcias, sino que fue nombrado gobernador de Lusitania para ganarse el favor de Popea. Por lo demás, el libreto sigue en gran medida los acontecimientos históricos.
La orquesta
Matthew Toogood tiene la difícil tarea de dirigir a la Orquesta Sinfónica de Wuppertal en esta moderna versión barroca. Lo consigue bastante bien, a menudo como música de cámara, pero también con impresionantes sonidos nuevos. La dirección escénica de Immo Karaman funciona realmente bien en la combinación de colores chillones y grises y sin duda permanecerá en la memoria por su excelente dirección de personajes. Solo la "escena en el gimnasio" tiene todo el potencial de convertirse en legendaria en los anales de la Ópera de Wuppertal.
Prolongadas ovaciones de pie del público y efusivas exclamaciones de aprobación cerraron esta última de las cinco representaciones previstas de la temporada que termina, con entrega de ramos de flores a los artistas que se van de Berthold Schneider (tras siete años de gestión). Por ahora, no hay anuncios de nuevas funciones en la temporada 2023/2024. ¡Una verdadera lástima!
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