España - Cataluña

Variaciones sobre la Condesa Rosina

Jorge Binaghi
martes, 17 de octubre de 2023
Miah Persson y Joseph Middleton  © 2023 by LIFE Victoria Miah Persson y Joseph Middleton © 2023 by LIFE Victoria
Barcelona, martes, 10 de octubre de 2023. Espacio modernista Sant Pau. Recital de Miah Persson (soprano) y Joseph Middleton (piano). Arias y lieder de Mozart, Schubert, Haydn. Bis de Grieg.
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Este recital se organizó en torno a la importancia -artística y personal- que el personaje de la Condesa de Mozart tuvo para Victoria de los Ángeles (también una gran Rosina rossiniana, de la que su Condesa constituía la continuación).

Con esta ocasión se presentó por fin Miah Persson, que había tenido que cancelar su compromiso el año pasado. Y el programa fue acorde con lo que se proponía.

Comenzó con la cavatina de entrada del personaje en Las bodas de Fígaro, ‘Porgi amor’. La voz, algo fría aún, exhibió un agudo metálico y con algo de tremolo, pero un buen italiano y caracterización, y asimismo un buen legato. El estilo se le supone, ya que Persson tiene en Mozart una de las columnas de su actual repertorio, que le hemos visto en el Liceu por ejemplo. Prosiguió con dos de los lieder más populares del salzburgués, y muy adecuados por temática, ‘Das Veilchen’ y ‘Als Luise die Briefe’, los dos muy bien ejecutados y adecuadamente diferenciados.

Después apareció, como no podía ser menos, Schubert, con ‘Du liebst mich nicht’ y el famosísimo ‘Dass sie hier gewesen’, de los que lo único que cabe decir es que, si estuvieron bien, el segundo resultó superior al primero.

De Haydn se escuchó luego uno de sus lieder en inglés, ‘Fidelity’, muy acertadamente traducido y con excelente articulación.

Tras un intermedio pianístico en el que Joseph Middleton exhibió su talla de pianista ‘solo’ con la Fantasía en re menor K397 de Mozart, la soprano presentó su versión de ‘Voi che sapete’, también de Bodas. Muchas sopranos lo hacen (la misma De los Ángeles lo hacía) y Persson estuvo bien, pero en esta última parte del concierto ella y Middleton lo hicieron todo muy (demasiado) rápido. Tal vez, aunque más larga y comprometida, le habría convenido el nocturno de Susanna en el último acto.

Siguió el célebre ‘An Chloe’, y luego ‘Piercing Eyes’ de Haydn y de Schubert ‘Bei dir allein’ y el extraordinario ‘Rastlose Liebe’ que aquí no duró casi nada, justamente por esa prisa que marcó también las obras anteriores.

Asimismo se suprimieron de la segunda parte otros cuatro de sus lieder dada la extensión del programa (y se comprende). Así, tras la pausa, se escuchó la larga y difícil aria de concierto ‘Ch’io mi scordi di te?’, que con sus diversas partes son una prueba de fuego para cantante y pianista. A Middleton le resultó más fácil. Persson estuvo en general muy bien, pero en la sección final acusó algún cansancio en la administración de la respiración y las ornamentaciones (y para variar, en particular el trino) fueron más esbozadas que realizadas. La expresividad sí estuvo fuera de cuestionamiento.

Volvió Middleton solo para una transcripción del ‘Ave verum corpus’, algo menos enjundiosa que la anterior Fantasía.

El programa terminó con un lied esta vez en alemán de Haydn ‘Das Leben ist ein Traum’ (bien), seguido de la gran escena y aria de la Condesa del tercer acto de Bodas (‘E Susanna non vien… Dove sono) en la que Persson consiguió lo que fue quizá su Mozart más destacado de toda la velada.

Como bis cantó notablemente la célebre canción de Grieg ‘Jeg elsker dig’ (Te amo) donde pudo finalmente cantar en su lengua materna.

Antes de la primera parte se habían exhibido como ‘nuevos artistas’ el barítono Arvid Fagerfjäll acompañado al piano por Malte Schäfer en un interesante diálogo entre cuatro de los Mörike Lieder de Hugo Wolf y tres de las fábulas de La Fontaine puestas en música por André Capelet. De este último se oyeron, en óptimo francés, ‘Le corbeau et le renard’, ‘La cigale et la fourmie’ y ‘Le loup et l’agneau’ a las que se dio un tono irónico no sólo por el contenido sino por la escritura musical que exigía falsete al cantante y resultaron muy interesantes. De Wolf se escucharon ‘Auf einer Wanderung’ ‘Im Frühling’, ‘An den Schlaf’ y, la mejor realizada de todas, ‘Die Geister am Mummelsee’.

El barítono tiene una voz algo extraña, pero bien emitida y con buena técnica e intención, y el pianista es muy atento e intenso (a veces demasiado). Obviamente en esta parte no hubo nada que reflejara la temática general del recital ‘principal’. Localidades agotadas (¡) y mucho éxito entre el público.  

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