Discos
Reivindicando el violone
Maruxa Baliñas
A pesar de su juventud, Ismael Campanero (Madrid, 1997) ya se está ganando un prestigio que a juzgar por este disco es muy merecido. Por su parte Daniel Oyarzábal (Vitoria, 1972) es un intérprete habitual en grabaciones discográficas (en su página web constan 32 discos) y conciertos, muchos de ellos con la Orquesta Nacional de España de la que es organista principal.
Pocos son los datos que puedo dar del disco, que es una autoproducción de Ismael Campanero y Daniel Oyarzabal subvencionada por la Comunidad de Madrid, sin que conste sello discográfico responsable, distribuidora o se pueda comprar en Amazon (sí se puede escuchar en Apple Music y Spotify). Además mi ejemplar del disco me llegó sin el folleto interior, lo que complica aún más identificar las grabaciones.
No puedo por ejemplo indicar los autores de las transcripciones, adaptaciones o arreglos de las obras, que posiblemente se deban al propio Campanero, como ocurre con muchas de las obras que interpreta en sus conciertos. Para los curiosos, en la página web de la Fundación Juan March se habla un poco de Campanero y este repertorio, adelantando el concierto que ofrecerá junto a Oyarzábal y otros acompañantes los días 3 y 4 de diciembre en la sala de conciertos de la Fundación Juan March de Madrid. Sin embargo no se trata propiamente de una presentación de este disco, ya que Campanero y Oyarzábal sólo tocarán dos de las piezas incluidas en él: una transcripción del Concierto para fagot en sol menor RV 495 y una adaptación de Campanero del Adagio del Concierto para violín en Sol mayor RV 314a, ambas de Vivaldi.
En este disco tan personal, Campanero y Oyarzábal se propusieron darle el protagonismo a un instrumento (o más bien una familia de instrumentos relacionada con las violas da gamba), el violone, muy popular desde el siglo XVI y fundamental en los siglos XVII y XVIII, que sin embargo se usó principalmente como miembro del basso continuo y apenas como solista. Campanero considera que, siguiendo las costumbres de la época, la música es música independientemente del instrumento con que se interprete y que a menudo el compositor no indicaba específicamente el instrumento con el que se debían tocar las obras (acaso con la excepción del violín, que pronto creó un lenguaje propio). Desde esta perspectiva los violones también pueden funcionar como instrumentos solistas, ya que sin duda se realizaron transcripciones para ellos aunque habitualmente no se puedan documentar. Campanero en concreto utiliza un violone en sol, de seis cuerdas, a medio camino entre el contrabajo y el violonchelo en cuanto a tesitura.
Campanero opta por una interpretación muy vivaz, a veces bordeando lo agresivo, y muy libre, algo habitual ahora que la música históricamente informada (HIP) ya es una tradición muy bien asentada. Cuando Campanero nació en 1997 la HIP ya no era un evangelio revolucionario como en época de Leonhardt o Harnoncourt, ni siquiera un estilo bien asentado como para Gardiner, Herreweghe o Savall, quienes desde nuestra perspectiva resultan a veces excesivamente rígidos en sus planteamientos, sino un modo de tocar que admite toda la libertad que tenían los intérpretes antes de que las partituras se convirtieran en 'documentos'.
Puede por ello resultar excesiva su interpretación de Allegro del Concierto para violonchelo RV 419 de Vivaldi, pero en cambio funciona muy bien en el Vivace de la Sonata nº 3 BWV 527 de Bach. A destacar también el Adagio del Concierto para violín en Sol mayor RV 314a de Vivaldi, que escuchado así no suena nada 'meloso', y el Presto -¡muy presto!- del Concierto para fagot en sol menor RV 495. En el Capriccio sopra la bassa flamenga de Girolamo Frescobaldi, el lucimiento es para Oyarzábal, que a lo largo de todo el disco resulta más que un mero acompañante, pero es en esta pieza donde es el protagonista. Y si debo decir mi obra favorita del disco, sería la Curtain tune on a ground de Timón of Athens de Henry Purcell, una obra breve pero absolutamente fascinante.
Ismael Campanero
Contrabajista y violonista. Se formó como contrabajista en el Conservatorio Superior de Madrid, con Premio Fin de Carrera, interesándose también por el jazz, las músicas de otras culturas y sobre todo la música antigua, lo que le ha llevado a sus trabajos sobre el violone.
Como músico de orquesta colabora con agrupaciones profesionales como la Orquesta de Radio Televisión Española, la Orquesta de la Comunidad de Madrid o la Orquesta Sinfónica de Galicia, y ha sido solista de contrabajo en la Orquesta del Festival de Música de Schleswig-Holstein y en la Joven Orquesta Nacional de España. Actualmente trabaja con formaciones de música antigua internacionales como Il Pomo d'Oro, Balthasar Neumann, The English Concert y otras agrupaciones españolas con las que actúa frecuentemente en salas importantes de Europa y América.
Entre 2017 y 2020 dirigió el proyecto Wave in Tempo como espacio de experimentación con el objetivo de acercarse a la música antigua desde diferentes prismas sonoros. Esta experiencia ha dado lugar a proyectos como la grabación discográfica The New Violone, un dúo junto a Daniel Oyarzabal donde se da voz solista a este instrumento olvidado a través de grandes compositores del barroco. Desde 2023 Ismael dirige el ciclo de música antigua La Stravaganza en el centro de Madrid.
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