Alemania
Porque nunca te detuve, te retengo
Juan Carlos Tellechea
Johannes Erath fue ovacionado esta tarde en la Ópera de Düsseldorf, tras el estreno mundial de Septembersonate (Sonata de septiembre), obra de cámara de Manfred Trojahn, con dirección musical de Vitali Alekseenok al frente de la orquesta Düsseldorfer Symphoniker.
The Jolly Corner (La esquina alegre), de 1908, uno de los cuentos de fantasmas más conocidos de Henry James (hermano menor del precursor de la psicología funcional, William James). De The Jolly Corner, que alcanzaría muy rápidamente la fama, se realizó incluso un filme para la televisión en 1975.
El interesante argumento, que no de gran acción ni de celos ni de dramatismo apasionado ni de suspense, es sin embargo un perfecto retrato psicológico surrealista, pleno de símbolos, de la personalidad de un escritor, hijo de una familia acomodada. El literato no necesitaba ganarse la vida para vivir bien. La historia permite entrever quizá (y sin quizá) elementos autobiográficos del propio
Blanco y negro dominan la escenografía, el vestuario (Heike Scheele), con algunos toques muy fugaces de color, y las proyecciones de vídeo (Bibi Abel). La metáfora de las escaleras que se desplazan y giran constantemente sobre el escenario, parece aludir a la explicación psicológica de por qué muchas personas están descontentas en la sociedad, según el modelo de Fathali M. Moghaddam: cuanto más alto sube un individuo, menos alternativas verá a la violencia, lo que finalmente resultará en la destrucción de sí mismo y/o de otros.
Trama
Una mujer y un hombre se reencuentran después de mucho tiempo. Han pasado décadas desde que ella se convirtió en actriz y él en escritor, tras haber pasado su infancia y juventud juntos sin llegar a ser pareja. Ahora Osbert Brydon (magnífica y delicada voz, el barítono Holger Falk), hijo de ricos comerciantes estadounidenses, ha regresado de Europa después de 33 años para recibir su herencia y cerrar la casa de su infancia. El ama de llaves, la encantadora señora Muldoon, es encarnada por la mezzosoprano Susan Maclean, en una muy sólida y digna actuación.
¿En quién se habría convertido si se hubiera quedado? ¿Lo habría amado Ellice Staverton (excelente, la soprano Jualiane Banse)? Ella le dice que si lo hubiera conocido, así como es hoy se habría enamorado de él. De esta forma pone en marcha un juego mental en Osbert que se convierte en un doloroso enfrentamiento con su otro yo (de potente voz, el barítono Roman Hoza). En los oscuros pasillos de su infancia; en "la esquina alegre", conoce a la persona en la que su familia quería que se convirtiera; en medio de una sociedad dominada por el dinero, la ambición y el egoísmo.
Brydon reflexiona sobre el significado y las consecuencias de las acciones pasadas, a lo largo de la hora y media de duración de la ópera sin intervalo. Tras una angustiosa noche rondando la casa, se enfrenta por fin al fantasma, que se le acerca y lo abruma con "una furia de personalidad ante la que se derrumbó la suya". Osbert Brydon acaba despertando con la cabeza en el regazo de Ellice. ¿Se ha desmayado realmente o ya ha muerto?
Psicólogos y terapeutas
Trojahn prologa su ópera con una frase del escritor Peter Handke,
Si estás lejos de casa mucho tiempo, nunca vuelves de verdad.
Con su música de cámara, el compositor trata los trastornos de personalidad y los fantasmas a los que los psicólogos y psicoterapeutas están ya muy acostumbrados cuando atienden a de sus pacientes.
En una de las escenas, la régie de Johannes
Al cocodrilo no le gusta tener demasiados amigos, pero los que tiene son de verdad. Un animal independiente, pero también muy exigente, que se marca retos, a veces complicados de lograr. Aunque es bueno ser ambicioso, también es importante poner límites. El área reptiliana del cerebro humano es para los psicólogos una clave a la hora de analizar la personalidad y el comportamiento ante los conflictos.
El amor puesto a prueba
Es esta la novena ópera de Manfred Trojahn, quien vive entre Düsseldorf y París, y fuera profesor de composición en el Conservatorio Robert Schumann. Se ha inspirado en el ambiguo Henry James, al igual que lo hiciera antes Benjamin para La vuelta de tuerca o el año pasado -como estreno en la Ópera de Colonia- el francés para La bestia en la jungla.
Mientras que la ópera de Trojahn Eurídice - Los amantes, ciegos, estrenada en Ámsterdam en 2022, solo concede a Eurídice y Orfeo un momento juntos en el presente, tras su vacilante encuentro, el pasado compartido de Osbert y Ellice se inscribe aquí y se convierte en piedra angular para que él se ponga a prueba a sí mismo y a la naturaleza de su amor.
La lucha interior consigo mismo sigue siendo, naturalmente, un asunto más bien íntimo, aunque la gran cuestión sea quién es realmente ese "yo". El compositor se las arregla con un conjunto de cámara de 15 músicos en el foso de la orquesta. Un quinteto de viento, un septeto de cuerda (tres violas, tres violonchelos y contrabajo) sin violines, y percusión forman el cuerpo sonoro orquestal que, bajo la égida de Vitali
Devoradora
La música suena deliciosa y melancólica (Sonata de septiembre), no ilustra, evoca épocas pasadas, es moderadamente moderna con todo tipo de disonancias. Devora el canto y los diálogos de los protagonistas. Manfred Trojahn vierte muy sutilmente en la partitura citas musicales de obras como Muerte y transfiguración, de Richard Strauss, o Pierrot lunaire, de Arnold Schönberg se, abriendo espacios asociativos adicionales para los más iniciados en la materia.
También tienen sitio aquí referencias a la propia obra de Trojahn. Verbigracia y a tiempo para la referida rivalidad entre el yo y el otro yo, apela a una idea musical de su Arcadian Torso, una pieza conceptual de 1977, que plasma en el pentagrama con el mismo pulso regular del latido de un corazón (cuando está sano, por supuesto).
En la quinta escena, explica la jefa de dramaturgia de la Deutsche Oper am Rhein, Anna Melcher, el compositor y libretista evoca Et in Arcadia ego, la bucólica región del Peloponeso, patria de Arcas, durante la Edad de Oro del helenismo, transfigurada en mito. Dos diferentes traducciones de la frase han dado lugar a explicaciones diversas de esta expresión. Por un lado, "Yo también (estoy o estuve) en Arcadia", es decir, vivo allí, y por otro, "Incluso en Arcadia estoy yo" - a saber, la muerte.
Visión optimista
Desde su aparición en un cuadro del Guercino sobre un trozo de pared con una calavera tumbada, la cita se ha encontrado en numerosas lápidas funerarias, o utilizando la primera traducción como lema en el Viaje a Italia de Johann Wolfgang von Goethe de 1813/1817. Sin embargo, el pintor barroco italiano se centraba más en el paraíso terrenal, y anuló el lema en último lugar. Paraíso, memento mori, muerte: Manfred Trojahn envía a su Osbert Brydon al intersticio de las posibilidades cuando se enfrenta a sí mismo en los oscuros pasillos del pasado.
Que realmente sobreviva parece tan abierto como cualquier tipo de futuro junto a Ellice en la escena final. El libretista Trojahn deja a los dos y a los espectadores con las enigmáticas y ambiguas palabras de Rainer Maria Rilke Weil ich niemals dich anhielt, halt ich dich fest (Porque nunca te detuve, te retengo).
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