España - Cataluña

Gran Teatre del Liceu

Una nueva-vieja Carmen

Jorge Binaghi
martes, 9 de enero de 2024
Bieito, Carmen © 2024 by David Ruano Bieito, Carmen © 2024 by David Ruano
Barcelona, jueves, 4 de enero de 2024. Gran Teatre del Liceu. Carmen (París, Opéra Comique, 3 de marzo de 1875). Libreto de H. Meilhac y L. Halévy y música de G. Bizet sobre la novela de P. Merimée. Dirección escénica: Calixto Bieito. Vestuario: Mercè Paloma. Escenografía: Alfons Flores. Intérpretes: Clémentine Margaine (Carmen), Michael Spyres (Don José), Simón Orfila (Escamillo), Adriana González (Micaela), Jasmine Habersham (Frasquita), Laura Vila (Mercedes), Jan Antem (El Dancairo), Carlos Cosías (El Remendado), Toni Marsol (Morales), Felipe Bou (Zúñiga), y otros.Coro infantil – Veus Amics de la Unió (director: Josep Vila i Jover) Orquesta y coro del Teatro (maestro de coro: Pablo Assante). Director: Josep Pons.
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Nueva por el aspecto musical, vieja por el escénico. Nadie diría eso de una producción de Bieito, pero fue la primera en la que se probó en ópera, pero como aquí todo es ‘mítico’ y ‘legendario’ (sea la producción fastuosa y ‘tradicional’ de la precedente Turandot de Núria Espert, o sea esta) parece que ahora hay que alabarla mucho más que en el momento de su estreno o primera reposición.

Indudablemente se trata de un hombre de teatro que antepone sus ideas a las de la música y el texto, y en este caso, incluso así hay momentos muy felices (el aprendiz de torero que baila desnudo con la música del preludio del tercer acto aunque seguramente ni a Bizet ni a sus libretistas se les hubiera pasado por la cabeza) y otros que hoy parecen tan arqueológicos como la cabina telefónica desde la que Carmen hace su entrada o el enorme toro de Osborne que preside el acto tercero.

En cuanto a los diversos usos de la bandera española, el machismo exacerbado de los soldados (no hay otros civiles que los contrabandistas y, fugazmente, el pueblo del cuarto acto) con una buena cantidad de comparsas y bailarines que hacen toda clase de gestos obscenos mientras las cigarreras cantan, nos dicen mucho del ‘pensamiento’ de Bieito (y hasta se podría estar de acuerdo), pero no agregan mucho y sí desvían de la ópera llamada Carmen.

Como de costumbre los movimientos (esta vez del coro de niños y de las cigarreras -fuma una sola aunque cantan que lo hacen todas-) penalizan a los cantantes hasta que logran sortear los obstáculos -los soldados- que se interponen entre el fondo de la escena y el borde anterior del escenario desde donde terminan cantando sentados.

‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.

Los personajes están bien trabajados en general, y Micaela se beneficia, mientras con Escamillo parece que se ha renunciado a hacer algo. La presencia de Lillas Pastia desde el principio murmurando durante el preludio o la de la niña gitana en los actos centrales (condenada a repetir el destino de las mayores, una de las cuales finalmente se la lleva a la fuerza cuando intenta no seguir a los contrabandistas) no parece agregar mucho, y el personaje de Morales adolece tanto de ese machismo militar que incide en la prestación vocal de Marsol que cantó a todo trapo sus frases (no debería aparecer luego del primer acto, pero aquí lo hace en el segundo básicamente para obligar a Mercedes a hacerle una felación).

Al menos se ham amortizado con creces los gastos que en su origen haya podido ocasionar, también por la coproducción con tres teatros de Italia (Palermo, Venecia y Turín). No sugiero que la jubilen porque a saber qué nos asestan.

Pons dirigió bien, mejor que en sus intentos en el repertorio italiano, pero no tanto como en el alemán o centroeuropeo. Hubo pocos tiempos vertiginosos: el inicio del preludio, la introducción y coro del cuarto acto (en la hojita impresa que se reparte ahora cuando se había prometido que volvían los programas de papel, que en cambio se encuentran en Internet parece que no hay cuarto acto porque tras la pausa se anuncia el tercero, de casi una hora de duración, pero sí hay un cuarto), algún desequilibrio con el escenario en favor del foso en los finales segundo y tercero y, menos, en el final de la obra, pero la orquesta sonó muy bien y acompañó. No hubo mucha personalidad o expresividad, pero cumplió crecidamente.

Muy bien el coro de niños y mejor aún el del Teatro, que decididamente ha mejorado con Assante (una prórroga de contrato de la que alegrarse).

‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.

Los actores se movieron, como he dicho, muy bien, incluso demasiado. Los cantantes, salvo quizá Bou, que trazó un Zúñiga bueno en lo escénico pero pobre en lo vocal, lo hicieron entre correcto y bien o incluso muy bien según sus responsabilidades. Excelentes jefes de los contrabandistas Antem y Cosías, buenas las amigas de Carmen: una Frasquita un tanto ácida en el agudo (Habersham) y una Mercedes bien cantada y mejor actuada (Vila).

Como se eligió la versión ‘original’ (o sea, prácticamente una sucesión de números cantados interrumpidos por un par de frases o de palabras) no importó mucho que sólo la protagonista fuera francesa de lengua materna, y ya se sabe que Spyres tiene facilidad con los idiomas y una afinidad con el francés notable.

Margaine estuvo bien (alguien en los saludos finales protestó, cosa que resulta increíble en un público y teatro que ha aplaudido y aplaude prestaciones realmente peores y de lejos). Mejor incluso que en Florencia, y con algún grito injertado en la ‘Seguidilla’ y algún grave abierto y de pecho más algún momento áspero, pero tiene un instrumento opulento -que además pareció aumentar en los últimos actos- y bonito. Que no sea una gran actriz y que en cierto modo su fraseo ‘desperdicie’ algunas frases no quita que sea hoy una de las protagonistas más solicitadas -y con razón- de esta obra.

‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.‘Carmen’ de Bizet. Director musical: Josep Pons. Director escénico: Calixto Bieito. Barcelona, Gran Teatre del Liceu, enero de 2024. © 2024 by David Ruano.

Seguramente Spyres fue mucho más variado, estilístico y elegante en su canto, que sólo pareció carecer de algo de fuerza en el final del tercer acto y en algunas frases del cuarto, y su timbre (ideal para los baritenores rossinianos y los tenores franceses de la primera parte del siglo XIX) no es bello, pero logró una buena caracterización y especialmente como actor fue más que persuasivo en el dúo final. No sé cuántas veces ha cantado la parte (el programa no dice nada al respecto), pero creo que le sentará mejor que algunos papeles wagnerianos que pronto abordará por primera vez.

Como siempre es Micaela la que se lleva el gato al agua con su aria, y González mereció los aplausos sobre todo gracias a sus magníficas notas filadas. En el resto se mostró segura pero con un color más oscuro que la habitual soprano lírica que aborda el personaje, y marcó bien que no era la tonta de capirote en que casi siempre se transforma al personaje.

Orfila estuvo correcto, mejor en su entrada con el aria del toreador (si no hubiera intentado prolongar el agudo final habría resultado más satisfactorio) que en los actos siguientes donde la voz sonaba totalmente opaca.

El público (que ‘naturalmente’ aplaudió a mitad del preludio del primer acto, y eso que se supone que conoce bien la obra) aplaudió con cordialidad aunque sin demasiado entusiasmo hasta los saludos finales. La sala estaba colmada.

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