Discos
Guitarra Galega Vol. 1
Juan Carlos Tellechea
En este CD Guitarra Galega Vol. 1 (sello Air Classical),
la concertista e investigadora Dra Isabel Rei
Samartim, una música de imaginación desbordante, reune en 19 pistas
algunas de las más preciadas joyas de la Colección de Guitarra Clásica Gallega,
que atesora cerca de 500 composiciones impresas y manuscritas catalogadas
durante sus más recientes trabajos académicos. La grabación de estas obras en
la presente forma tiene carácter de primicia mundial.
Son piezas de una excelencia y variedad sin
igual, interpretadas con gran sensibilidad por la Dra Rei Samartim, gran
especialista en el género, quien promete un volumen 2, y tal vez un tercero,
aguardados ahora con expectación, dentro y fuera de las fronteras de Galicia y
de España.
La artista propone aquí una inmersión
irresistible en un universo en el que se siente muy de cerca el incomparable
aliento melódico y rítmico de la región noroccidental de la península ibérica.
La música gallega es la única de habla no castellana que tiene un público
significativo más allá de los límites políticos del país, y la de este álbum
responde a las tradiciones características de la Galicia de siempre.
El fascinante enfoque que sugiere Rei Samartim
evidencia además un don innato muy especial para cautivar al oyente con el
refinamiento del toque de su guitarra (Gernot Wagner,
2004), de timbre generoso, que hace aún más transparentes sus bellos sonidos.
Sería un eufemismo decir que la concentrada interpretación es a la vez de brío,
diafanidad, equilibrio, claridad y refinamiento.
Algo de historia
La nómina de compositores, más allá de los
anónimos, abarca desde los siglos XVIII, XIX y XX hasta el presente (tres de
ellos vivos: Concepción
Plantón, Manuel
Herminio Iglesias y Paco Barreiro). El orden
elegido para presentarlos en este disco es asimismo un éxito.
El primero de los surcos anima el espíritu con Quatro moinheiras (Cuatro muñeiras), una
danza tradicional bailada originalmente por las gentes de Galicia, después de
la dura jornada laboral en los molinos y aceñas, que se acompaña de la gaita
solo o también con instrumentos de percusión. En este caso con guitarra solista,
para la cual fueron escritas.
Las cuatro aquí reunidas, de autor anónimo, compuestas
en la mayor, pertenecen a sendos fondos
de música gallega diferentes (Cuaderno del Francés, Valladares,
Torres Adalid y Pintos Fonseca). Verbigracia, la segunda de esta serie fue
anotada en el denominado Cuaderno del Francés (de la época de la Guerra de la
independencia de España, en el contexto de los conflictos bélicos
napoleónicos) y más tarde como muñeira de Pontevedra (cancionero de Casto
Sampedro, 1942, póstumo), según el folleto
que acompaña al CD, minuciosamente elaborado por la Dra Rei Samartim.
Documentos
La música gallega se ha plasmado a lo largo del
tiempo en obras para guitarra/vihuela como puede apreciarse en el manuscrito de
Antonio de
Santa Cruz del siglo XVII, titulado Livro donde se veran pazacalles de los ocho
tonos i de los trasportados. Otro tanto ocurrió a comienzos del siglo XVIII
en los manuscritos de Santiago de
Murcia (1673-1739), recogidos en el Códice
Saldívar nº 4 (1995), que sirvieron de inspiración para las Folías gallegas del mismo autor.
El presente disco compacto fue precedido de un
muy interesante libro titulado Guitarra
Galega. Breve História da viola (violão) na Galiza [Guitarra gallega. Breve
historia de la vihuela (guitarra) en Galicia], publicado por Através Editora de
Santiago de Compostela y dirigido a lectores legos en la materia, a los que
sitúa en el ingente mundo de documentos que revelan el uso de la guitarra a
partir del siglo XII y hasta el XIX, con un breve adelanto del XX.
Evocando el estilo de los teclistas
La concertista e investigadora saca el máximo
partido de estas páginas contrastadas y a menudo memorables. Sus dedos pulsan
las cuerdas casi bailando al compás de la respiración de sus temas, organizando
y apoyando la vivacidad de los intercambios entre la poesía y el sonido de la
guitarra, así en el melancólico Fado (pista 13) y en Trémolo a Conchita (pista 15) de Eugenio
Santos o en Minha lira nº
1 op 8 (pista 11) de João Parga,
como en otras piezas anónimas Sonata (pistas 4, 5 y 6), Alvorada, Rigodões (Rigodones) y Sonata em Ré M (pistas 8, 9 y 10).
Cabe agregar que la primera Sonata anónima mencionada, copiada
asimismo en el Cuaderno del Francés, tiene tres tiempos y el carácter de la
música para tecla de final del siglo XVIII. La obra evoca el estilo de los
teclistas barrocos y clásicos, como Carlos Seixas, Domenico Scarlatti,
o más bien Domenico
Cimarosa, Antonio Soler
o Gaspar Schmidt (Esmit).
La Dra Isabel Rei Samartim afirma en el
referido folleto que:
Algunos de estos autores, como Cimarosa y Soler, tienen presencia confirmada en los fondos gallegos para guitarra. La Sonata desarrolla la melodía sobre todo en el ámbito agudo, empleando las notas graves para marcar la harmonía. Como algunas harmonías faltan, especialmente en la segunda parte (Adagio), donde parece haber sido copiada tan solo la mano izquierda de una obra para tecla, para su interpretación ha sido necesario añadir algunas notas graves en el bajo. Por eso, es muy posible que el desconocido original haya sido escrito para tecla. La partitura anotada en el Cuaderno del Francés, que es un álbum guitarrístico, podría ser un arreglo histórico para guitarra de esa obra para tecla.
Éxito
Hay una frescura constante en este Volumen I de Guitarra Gallega que se
renueva siempre. No hay sensación alguna de tedio o monotonía, tan variadas son
las piezas en lo que respecta a clima, ritmo e intensidad. El oyente queda
asombrado de cómo Rei Samartim hace sonar la popular Negra sombra (pista 16) de João Montes, inspirada en
el infinito y
abisal poema de Rosalía de Castro, con sus
colores resplandecientes, un verdadero festín para el alma y los oídos, así
como Fantasía sobre o alalá das
Marinhas (pista 17) de Manuel Herminio Iglesias, que rinde homenaje a una de
las formas musicales más ancestrales del folclore gallego (canto interpretado
sin acompañamiento de instrumentos y con ritmo libre en el que suelen repetirse
las sílabas “a-la-lá“, en su
estribillo).
El disco concluye con Chuva de abril (pista 19), escrita por Paco
Barreiro alrededor de 1994. Barreiro es un artista multidisciplinar: cuentista,
poeta, compositor, letrista de canciones y, si se tercia, regueifeiro (intérprete de canto
improvisado en verso).
Rayos y truenos
En esta pieza el autor abre ante el escucha el
paisaje gallego en plena primavera, con tibias nubes deslizándose por sus
cielos; el incesante gotear de la lluvia, al comienzo muy suavemente, después
con chubascos de mayor intensidad, incluso tormentosos y con alguna que otra súbita,
centelleante y atronadora descarga eléctrica. La escena es más que
fascinante y Barreiro, a través del lirismo de Isabel Rei Samartim, cumple aquí
el doble oficio de trovador y juglar, guitarra en mano.
La grabación en el Air Classical
Recording Studio de Santiago de Compostela, a cargo del ingeniero de
sonido José Manuel Dapena
(también concertista y profesor de guitarra), es todo un acierto en cuanto al
equilibrio y al relieve del sonido.
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