Discos

Puccini 2024

Giacomo Puccini: Messa di Gloria

Juan Carlos Tellechea
viernes, 30 de agosto de 2024
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CD Giacomo Puccini: Messa di Gloria. Tomislav Mužek (tenor), George Petean (barítono). Chor des Bayerischen Rundfunks, preparado por Hyunju Kwon. Münchener Rundfunkorchester. Director Ivan Repušić. Messa di Gloria. Preludio sinfónico. Crisantemi (arreglo para orquesta de cuerda Lucas Drew). Tiempo total 60:28. Grabación en vivo (Messa di Gloria) en la Iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, Múnich, 26 y 27 de junio de 2024. Ingeniero de sonido Thomas Schinko. Grabación en estudio (Preludio sinfónico y Crisantemi), estudio nº 1 de la Bayerische Rundfunk, Múnich, 6-10 de febrero de 2023. Ingeniero de sonido Winfried Meßmer. P & C 2024 Brmedia Service Gmbh. Sello BR Klassik.
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En este año de conmemoración del centenario de la muerte de Giacomo Puccini (el 29 de noviembre de 1924) comienzan a abundar los conciertos y puestas en escena de sus obras. Entre ellas, la Messa a quattro voci o Misa a cuatro voces (conocida también con el nombre apócrifo de Messa di Gloria), que la Münchener Rundfunkorchester, bajo la égida de su director principal, Ivan Repušić, ha grabado con gran sensibilidad en este CD del sello BR Klassik.

Es esta una misa para orquesta y coro a cuatro voces, con solistas tenor (Tomislav Mužek) y barítono (George Petean), escrita entre 1878 y 1880, y una de las composiciones populares de la liturgia en latín, que también se podrá encontrar en muchos programas alusivos en estos meses.

La Radio de Baviera lanzará el próximo 4 de octubre un CD con la grabación en vivo de esta obra sacra en la Iglesia del Corazón de Jesús de Múnich, que incluye además el Preludio sinfónico y Crisantemi, en un arreglo para orquesta de cuerda, grabadas en el estudio número 1 de la emisora.

La calidad musical, el brío y la frescura de la Messa di Gloria, obra juvenil de Puccini, aseguraron su creciente popularidad, tras su redescubrimiento a principios de la década de 1950. Puccini tenía 18 años cuando inició los primeros trabajos preparatorios. Compuso la Messa como ejercicio de graduación en el Istituto Musicale Luigi Boccherini de Lucca, donde la estrenó el 12 de julio de 1880, con 21 de edad.

Originalidad

Sin embargo, el Credo ya había sido escrito e interpretado en 1878 y fue concebido inicialmente por el compositor como una obra autónoma. La pieza fue muy apreciada en aquel entonces por la belleza de su melodía, su notable estructura y su originalidad.

Puccini nunca publicó el manuscrito completo de la Misa y, aunque fue bien recibida en su momento, no volvió a interpretarse hasta 1952 (primero en Chicago y después en Nápoles). Sin embargo, reutilizó algunos de los temas musicales de la Misa en otras obras, como el Kyrie de Edgar y el Agnus Dei de la ópera Manon Lescaut, en el acto II con el madrigal Sulla vetta tu del monte.

Al final de la Segunda Guerra Mundial, el sacerdote Dante Del Fiorentino compró una vieja copia del manuscrito de la Misa a la familia Vandini de Lucca, pensando que se trataba de la partitura original. En realidad, ésta se encontraba en posesión de la familia de Puccini y fue entregada por su nuera a la Casa Ricordi, la editorial del músico. Surgió entonces una disputa legal que se resolvió con el reparto de los derechos de autor entre Ricordi y Mills Music, editor del manuscrito de Dante Del Fiorentino.

Coro y solistas

En la Messa di Gloria, el Coro de la Radio de Baviera, preparado por la directora Hyunju Kwon, toma el protagonismo con bellezas melódicas siempre nuevas; las partes solistas son interpretadas con esplendor por el tenor Tomislav Mužek, con voz firme, austera y en excelentes condiciones, y el barítono George Petean, siempre fiable, dejando fluir su registro sin esfuerzo a través de su parte. 

La obra de aproximadamente 45 minutos se complementa en este CD con las obras orquestales de Puccini Preludio sinfónico y Crisantemi, esta última en el arreglo para orquesta de cuerda de Lucas Drew.

Estas primeras obras de Puccini son creaciones profundamente personales de un joven músico, cuya posterior carrera operística ya se está prefigurando. El Preludio sinfónico, escrito para el Conservatorio de Milán, rinde ferviente culto a Richard Wagner, con su tranquilo y flotante comienzo en el registro agudo que evoca al preludio de Lohengrin.

Fúnebre

La música fúnebre de Crisantemi, concebida inicialmente como un cuarteto de cuerda, fue escrita por Puccini en memoria del duque Amedeo de Saboya, fallecido el 18 de enero de 1890. El mórbido aroma de las flores del cementerio impregna este movimiento Andante en tres partes. Algunos pasajes de la obra se incorporaron tres años más tarde en su primer gran éxito en el género lírico, Manon Lescaut.

Así aparece el primer tema, que se retoma al final, allí al principio del IV acto, cuando la heroína del título exhala su último aliento en la inmensidad de las llanuras americanas. El segundo tema de Crisantemi también aparece en la ópera como una especie de lamento o música de luto, plañidera, concretamente cuando Des Grieux permanece desesperado frente a la ventana de la prisión de Manon.

Quizás sea significativo que Puccini también retome una idea de su Messa di Gloria una vez más en Manon Lescaut. La melodía del Agnus Dei vuelve allí, en el II acto, en forma de madrigal barroco, interpretado por una cantante en los aposentos del personaje del título. El Kyrie también aparece en Edgar. En fin, Puccini era absolutamente consciente de las cualidades operísticas de su misa.

Genuino y sincero

Esa muestra de talento, que realizó a los 21 años, al final de sus estudios en el conservatorio de Lucca, poco antes de partir para Milán, contiene todavía una buena dosis de oficio académicamente aprendido, pero al mismo tiempo una exuberancia juvenil, así como un sentimiento melódico y una emoción genuina y sincera.

Por un lado, recuerda más a la música sacra antigua, más estricta, el tratamiento contrapuntístico de algunos temas se contrapone a una religiosidad a veces teatral, como se encontraría más tarde en I acto de Tosca o en Suor Angelica. También los solos del tenor y del barítono tienen a menudo el sabor de un aria de ópera.

Grabación

Pronto se haría evidente que Puccini no iba a continuar la tradición familiar como músico de iglesia; ya había encontrado su verdadera vocación como compositor para la escena operística.

Tanto la grabación en vivo, a cargo del ingeniero de sonido Thomas Schinko, como el registro en estudio, a cargo de Winfried Meßmer, son irreprochables. La acústica maravillosamente resonante de la iglesia del Sagrado Corazón de Jesús, en Múnich, es perfectamente atmosférica. Todos los maravillosos colores instrumentales se captan de forma óptima asimismo en el estudio nº 1 de la Radio de Baviera.

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