Italia

Notable acierto

Jorge Binaghi
miércoles, 9 de octubre de 2024
Carsen, Orontea © 2024 by Vito Lorusso Carsen, Orontea © 2024 by Vito Lorusso
Milán, sábado, 5 de octubre de 2024. Teatro alla Scala. L’Orontea (Teatro di Sala, Innsbruck, 19 de febrero de 1656), libreto de G. A. Cicognini y G. F. Apolloni, y música de A. Cesti. Puesta en escena: Robert Carsen. Escenografía y vestuario: Gideon Davey. Iluminación: Robert Carsen y Peter Van Praet. Intérpretes: Stéphanie D’Oustrac (Orontea), Carlo Vistoli (Alidoro), Luca Tittoto (Gelone), Francesca Pia Vitale (Silandra), Hugh Cutting (Corindo), Sara Blanch (Tibrino), Mirco Palazzi (Creonte), Marcela Rahal (Aristea), y Maria Nazarova (Giacinta). Orquesta del Teatro con instrumentos antiguos. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini.
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En lo que parece un hábito consolidado (ha superado dos directores generales, veremos con el tercero) a finales de la temporada se ofreció un espectáculo del repertorio ‘barroco’ o ‘temprano’, siempre dirigido por un especialista y con los profesores de la orquesta tocando instrumentos de época.

Esta vez la elección fue probablemente la más rara hasta ahora en cuanto a frecuencia de reposiciones, realmente escasa. Tanto, que el título es un estreno en la Scala, aunque en la desaparecida Piccola Scala había conocido una versión (seguramente diferente, incluso viendo los cantantes que intervinieron) en 1961 dirigida por el gran Bruno Bartoletti y protagonizada por la gran Teresa Berganza.

Por supuesto hoy los criterios son otros aunque aquellos en su momento no sólo fueron buenos sino que tuvieron el mérito de intentar acercar de nuevo esta parte del repertorio lírico a un público para el que la ópera empezaba con Mozart (a lo sumo con Gluck) y concluía en Richard Strauss.

En todo caso, al segundo acto de esta obra pertenece un aria de la protagonista que se hizo famosa por figurar en ‘el Parisotti’ y que se sigue escuchando en programas de conciertos de cámara (aunque menos que antes, cuando era patrimonio de grandes recitalistas), ‘Intorno all’idol mio’.

‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso .‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso .

Con respecto a autores y títulos anteriores (pienso en Cavalli, un contemporáneo) esta Orontea es más ‘amable’ y/o ‘convencional’ con un libreto ya existente pero modificado para la ocasión (algo bien típico). No faltan los ingredientes típicos: lugar improbable (Egipto), personaje femenino travestido de hombre, general guerrero cantado por una soprano, bajo serio que hace de preceptor, y bajo bufo que es el servidor borracho, una anciana que busca amor en jóvenes, dos parejas de amantes en las que uno de los miembros es sumamente volátil, caprichoso u oportunista (hay un guiño en la puesta en escena al final en el que parece que ambos intercambian un gesto de inteligencia).

Para que se tenga una idea, de pluma tan autorizada como Massimo Mila en un artículo que recoge el programa de sala con motivo de aquel primer ‘rescate’ de 1961, cito el comienzo (en traducción mía): “Nos encontramos ... ante una ópera que, aparte de la intervención vulgar de Gelone, donde ya  se aprecia el estilo de la ópera bufa, pertenece a la esfera de ópera seria, con su estilo elevado y áulico, pero al mismo tiempo con la ligereza y falta de compromiso de un divertimento fantástico.” Y también se puede advertir una evolución de ‘arioso’ a ‘aria’si bien ésta aún breve.

¿Qué podía hacer Carsen con esto? Una intervención radical pero que respeta personajes y acontecimientos por lo que todo se sigue perfectamente y los caracteres son lo que tienen que ser. Estamos en una galería de arte contemporáneo en la Milán de hoy llevada por una agente moderna y segura que se ríe del amor hasta que deja de hacerlo por la presencia de un extraño herido que es pintor, quien va ofreciendo sus servicios (de todo tipo) y que termina huyendo de proposiciones demasiado comprometedoras. Su supuesta madre se enloquece por un joven guerrero que es una mujer. El secretario-consejero de la agente da consejos siempre inútiles, mientras que el servidor borracho la lía, y el jefe de la guardia defiende a capa y espada al extranjero. Pero éste irrumpe también en una segunda pareja de tortolitos, ayudantes calificados de la agente, y como ‘la donna è mobile’ se enamora frenéticamente del pintor. La agente no está dispuesta a soportar la afrenta, etc., hasta llegar al final feliz (el pintor es de tan buena familia como ella y nada se opone a sus nupcias).

‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso .‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso .

Si Carsen exhibe siempre su ingenio, su gusto por el detalle y la iluminación, ayudado por su equipo de decorados y vestuario extraordinarios, esta vez es en las escenas cómicas o que terminan siendo tales donde destaca particularmente, y sobre todo en el derroche de imaginación en las escenas de amor no correspondido entre mujer madura y guerrero joven (que además es mujer).

El teatro estaba lleno y en los intervalos hubo pocas bajas, las de aquellos que o bien sólo quieren ver óperas más bien breves y poder lucirse para luego ir a cenar a un buen restaurante (los turistas a la caza de una foto en la Scala abundan siempre) o las de quienes (más bien locales) sólo desean ver y oír (que no escuchar) ‘lo de siempre’.

En lo musical hay que destacar no sólo el excelente desempeño de los profesores orquestales en general, acostumbrados a muy otros períodos musicales, sino la labor que con ellos realizó Antonini, verdaderamente deslumbrante por coordinación con el escenario, por tiempos y dinámicas ideales, por su sabiduría y entusiasmo por las obras de este momento.

La protagonista de D’Oustrac fue buena o muy buena (por volumen -que ha desarrollado por frecuentar un tipo de repertorio que le desaconsejaríamos- la más poderosa, si bien esa misma experiencia ha dejado alguna aspereza en el timbre y un agudo muchas veces metálico, pero la intérprete es excelente).

Sin duda el mayor elogio vocal corresponde a un Vistoli que sigue siendo uno de esos pocos contratenores que pueden ofrecer -y dan- todo.

‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso / Teatro alla Scala.‘L’Orontea’ de Cesti. Dirección de orquesta: Giovanni Antonini. Puesta en escena: Robert Carsen. Milán, Teatro alla Scala, octubre de 2024. © 2024 by Vito Lorusso / Teatro alla Scala.

Su rival en amores, Corindo o sea Cutting, pertenece a la escuela de contratenores ‘ingleses’, donde se prefiere un timbre más blanquecino y enfocado hacia un sonido claro y luminoso algo monótono, pero que en este papel va como anillo al dedo.

Vitale estuvo muy bien en su Silandra o coprotagonista femenina aunque en algún momento me pareció notar alguna tensión en zona aguda que no recordaba de ocasiones anteriores. El Gelone de Tittoto obtuvo un éxito merecidísimo (siempre lo había visto en partes serias), no sólo por su excelente actuación sino por su voz y el uso que hace de ello.

Algo más descolorido, empezando por el tipo de papel y siguiendo también por alguna rigidez en el agudo, Palazzi. Si Nazarova estuvo bien (voz clara y precisa), la Asteria de Rahal reveló a una mezzo de buenos medios y mejor vis cómica. Una lástima que Blanch haya tenido el personaje más avaro en lucimiento e intervenciones, pero las aprovechó todas y su Tibrino resultó muy simpático.

Los aplausos al final de la velada fueron prolongados y generosos para el conjunto de artistas y también en particular.

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