Ópera y Teatro musical

Puccini 2024

Dos breves escalas de Giacomo Puccini en Brasil en 1905

Gustavo Gabriel Otero
lunes, 4 de noviembre de 2024
Puccini en la Alameda de Bambus en Río de Janeiro. Revista 'Figuras e Figuroes’, 03/09/1905.  © Gentileza de la Biblioteca Nacional de Brasil. Puccini en la Alameda de Bambus en Río de Janeiro. Revista 'Figuras e Figuroes’, 03/09/1905. © Gentileza de la Biblioteca Nacional de Brasil.
0,0030386

Este año del Centenario del fallecimiento de Giacomo Puccini es buena ocasión para retomar y ampliar la información sobre su primer viaje transatlántico que tuvo lugar entre los meses de junio y agosto de 1905, en los que conoció la República Argentina y la ciudad de Montevideo (República Oriental del Uruguay) y visitó brevemente tanto Santos como Río de Janeiro en la República Federativa de Brasil.

Si bien el propósito principal de este primer acercamiento al continente americano fue presenciar sus óperas y asistir al estreno mundial de la versión revisada de Edgar en Buenos Aires, las desinteligencias entre la compañía invitante original, Nardi & Bonetti, con el Maestro hicieron que se presentara en Uruguay con otra compañía (Bernabei).

A su regreso pudo conocer brevemente dos ciudades brasileñas, tal como en los cruceros de estos tiempos cuando se hace una escala, dato que hasta la actualidad era prácticamente desconocido.

El reciente descubrimiento por parte del presidente de la Fundación Biblioteca Nacional de Río, el italo-brasileño Marco Lucchesi, de una revista (Figuras e Figuroes) con las fotos de la escala en Río de Janeiro y la identificación de al menos cuatro imágenes que el Maestro tomó en la ciudad carioca con su Kodak -aún conservada en Torre del Lago- en el proceso de investigación para la muestra ‘Qual occhio al mondo: Puccini fotografo’ -que se presentó en Lucca, Italia, en el Teatro Real de Madrid, en la actualidad en Roma y luego se verá en Malta- que fuera preparada por Gabriella Biagi Ravenni, Paolo Bolpagni y Patrizia Mavilla, y organizada por la Fondazione Ragghianti, la Fondazione Simonetta Puccini per Giacomo Puccini y el Centro studi Giacomo Puccini, con algunas de las fotografías tomadas por Puccini conservadas en los archivos de la Casa de Torre del Lago; fueron el disparador para intentar poner luz sobre este final del viaje a América del Sur del cual había pocas noticias o era directamente desconocido.

Pero para poder llegar a Brasil primero hay que contextualizar este primer viaje transatlántico del Maestro de Lucca.

La invitación a Buenos Aires

La compulsa de los diarios de Buenos Aires de la época, la adecuada interpretación de las cartas y la consulta de las publicaciones de ese momento tanto de Italia como de Brasil, permiten desentrañar la génesis de la invitación al compositor a la Argentina, descrita en forma errónea en la mayoría de los trabajos publicados.

En abril de 1905 la compañía lírica italiana Nardi & Bonetti contactó a Puccini para que participara de la temporada lírica en el Teatro de la Ópera de Buenos Aires. El 26 de abril el Maestro acepta la invitación cursada con la obligación de asistir a las representaciones de sus óperas ya en repertorio (Manon Lescaut, Bohème, Tosca, Butterfly,) y al estreno de Edgar

La compensación sería una función extraordinaria fuera de abono a su total beneficio y los pasajes de ida y vuelta, en camarote especial, para él y para su señora. La función extraordinaria se cumplió el miércoles 19 de julio de 1905 con Madama Butterfly, y el producido fue de cincuenta mil liras según algunas fuentes o de cincuenta mil francos según otras.

El elenco de la Compañía Nardi & Bonetti estaba integrado por Rosina Storchio, Rina Giacchetti, Giannina Russ, Luigia Garibaldi, y Rosa Caravaglia; los tenores Giuseppe Anselmi, José Palet y Giovanni Zenatello, los barítonos Eugenio Giraldoni y Enrico Nani, y los bajos Adamo Didur y Remo Ercolani, entre otros. Como maestro concertador y director de orquesta figuraba Leopoldo Mugnone.

Al llegar la noticia a Buenos Aires el periódico argentino La Prensa, de propiedad de la familia Paz, invitó a Puccini a alojarse en su departamento de huéspedes ilustres. Invitación que el compositor aceptó prontamente. Así el diario publica el 30 de abril de 1905 los detalles de la invitación y la respuesta del Maestro (La Prensa, 30 de abril de 1905, página 8, columna 1).

Durante la estadía se produjeron desinteligencias entre Puccini y la Empresa Nardi & Bonetti sobre la cuestión si el Maestro había venido como invitado o contratado y, también, referentes a la exclusividad de las presentaciones y sobre las compensaciones económicas.* Ello motivó que en Uruguay se presentara con la compañía Bernabei, que en Buenos Aires ofrecía sus espectáculos en el Teatro Politeama, y que contaba, entre otros, con las sopranos María Barrientos, Eugenia Burzio e Ida Gobatto, con los tenores Giuseppe Armanini y Manuel Izquierdo, el barítono Alesandro Arcangeli y el bajo Andrés Perelló de Segurola, y con el maestro Ettore Perosio en la batuta. Artistas de gran nivel que no iban a la zaga de los presentados por la compañía rival.

Viaje Transatlántico

Puccini a bordo del Savoia. Fuente: Diario La Nación del 14/06/1905 (página 7 – columnas 3 a 5). © by Archivo del Diario La Nación.Puccini a bordo del Savoia. Fuente: Diario La Nación del 14/06/1905 (página 7 – columnas 3 a 5). © by Archivo del Diario La Nación.

El primero de junio de 1905 el matrimonio Puccini pone proa hacia América en Génova, en el buque ‘Savoia’, utilizan las cabinas de lujo números 15 y 16.

La escala prevista en Barcelona (España) se cumple el viernes 2 de junio entrada la tarde, con partida el sábado 3. Puccini envía diversas cartas y postales, entre ellas a Giuseppe Razzi, Tomaide Puccini y Fosca Geminiani.

En la noche del 6 de ese mes el buque se aproxima a las Islas Canarias, la parada se realizó el miércoles 7 de junio en Las Palmas de Gran Canaria (España). Puccini recibe correspondencia y franquea diversas cartas y postales, entre ellas a Fosca Geminiani, Ida Bonturi, Cesare Riccinoni, Alfredo Vandini, Giulio Ricordi, Riccardo Redaelli, Giuseppe Razzi, Tonaide Puccini, Doria Manfredi, y Antonio Bettolacci.

Puccini, su señora y el Dr. Figari en El Ateneo de Montevideo. Fuente: Revista PBT del 01/07/1905 (página 75). © 2024 by  Colección Gustavo G. Otero.Puccini, su señora y el Dr. Figari en El Ateneo de Montevideo. Fuente: Revista PBT del 01/07/1905 (página 75). © 2024 by Colección Gustavo G. Otero.

Luego de una larga travesía, más lenta que lo habitual aparentemente por la mala calidad del carbón o por desperfectos en la máquina, el 21 de junio a las 22 la nave llega a Montevideo (república Oriental del Uruguay) donde hace una breve escala. Durante la mañana del 22 de junio Puccini recibe al periodismo, recorre brevemente la ciudad y es agasajado en el Ateneo y en el Circulo Italiano, para luego, en horas de la tarde, embarcar hacia Buenos Aires.

Del mediodía del 23 de junio a la tarde del 8 de agosto de 1905 permanece en Buenos Aires, alojado en el departamento de huéspedes del Diario La Prensa, asistiendo a sus óperas en el Teatro de la Ópera con la compañía invitante (Nardi & Bonetti), realizando visitas sociales, agasajado por un público fervoroso, y con tiempo para realizar cuatro excursiones de caza que en total suman nueve días de su estadía (una breve al Talar de Pacheco, propiedad de José Pacheco y Anchorena, dos en las cuales pernoctó en estancias de la Familia Keen, una en la localidad de 25 de mayo y otra en la estación Ernestina, y la más importante de varios días a la estancia El Dorado de la familia Villanueva).

Entre los días 9 y 17 de agosto de 1905 Puccini y su esposa, hacen una estada en Montevideo (República Oriental del Uruguay), en donde se alojan en el Gran Hotel Lanata. Entre sus actividades públicas podemos destacar las siguientes: el 9 de agosto el empresario Antonio Bernabei ofrece una cena de bienvenida; el jueves 10 recorre la ciudad y visita al Cónsul de Italia, señor Massa; el viernes 11 es recibido por el Presidente de la República Oriental del Uruguay, don José Batlle y Ordóñez; el lunes 14 participa de un banquete ofrecido por el Círculo Italiano y de un concierto organizado por el Conservatorio La Lira, que lo nombra socio honorario, mientras que el 16 se hace un lugar para visitar el Conservatorio Musical Montevideo que dirigía el maestro Virgilio Scarabelli. Asiste y supervisa la puesta de sus óperas en el Teatro Solis por la compañía Benabei, así el maestro luqués asiste a la Función de Gala en su honor el 11 de agosto en la cual se representa Tosca, y el 16 de agosto a Manon Lescaut.

El jueves 17 de agosto de 1905 Giacomo Puccini pone proa de regreso en el buque ‘Umbria’.

Dos paradas en Brasil

A pesar de sus deseos manifestados varias veces de visitar Brasil y de hasta buscar los restos de su hermano fallecido el 12 de marzo de 1891 en Río de Janeiro de fiebre amarilla, Giacomo Puccini sólo pudo concretar dos tardes en dos ciudades diferentes aprovechando las horas de atraco del ‘Umbria’ en viaje de regreso a Europa.

Los datos de estas dos visitas eran confusos y sólo había vagas referencias de la estada en Santos, pero, la compulsa de los diarios de la época consultados en la magnífica Biblioteca Nacional de Brasil permitió desentrañar, justo en el año del centenario de su fallecimiento, estos dos días del maestro.

Es importante señalar que los periódicos del Brasil publican entre junio y agosto de 1905 noticias sobre la estadía de Puccini en Buenos Aires y Montevideo, crónicas sobre las funciones de las óperas, las intenciones de Puccini de visitar Brasil, y hasta las desinteligencias entre el Maestro y la Compañía Nardi & Bonetti. Algunos periodistas de medios brasileños se trasladaron expresamente a Buenos Aires para realizar la cobertura del viaje de Puccini y conocerlo personalmente.

El 14 de julio de 1905 el periódico Jornal Do Brasil publica la promesa de Puccini, realizada en Buenos Aires al periodista Viteliano Rotellini director del periódico de la comunidad italiana ‘Fanfulla’ de San Pablo, de visitar San Pablo y Rio a su regreso a Europa (Jornal Do Brasil - año XV – nro. 195 - página 3 - columna 8).

En el mismo sentido el periódico Il Bersagliere de Río de Janeiro publica el 15 de julio de 1905 la noticia de una posible visita de Puccini a Brasil, exultante augura el posible huésped la mejor de las bienvenidas y anuncia la espera ansiosa de la colonia italiana de San Pablo (Il Bersagliere - año VI -nro. 311 - página 2 -columna 7).

Recién el 5 de agosto Il Bersagliere confirma la visita a Río de Janeiro prevista para el 21 de agosto. Si en julio el periódico hablaba del ansia de la comunidad italiana en San Pablo por conocer y reconocer al ilustre compositor, en este caso indica que espera que la comunidad italiana de Río, generalmente apática, organice una digna recepción a esta gloria italiana (Il Bersagliere - año VI -nro. 317 - página 2 -columna 4).

Mientras que el Correio da Manhã de Río de Janeiro anuncia el 20 de agosto que Puccini pasará por Santos ese día (Correio da Manhã - año V – nro. 1501 página 2 – columna 1)

Puccini en Santos. Fuente: «Puccini Mínimo» de Aldo Valleroni. Priuli & Verlucca, Torino, 1983 (página 52). © 1983 by Aldo Valleroni.Puccini en Santos. Fuente: «Puccini Mínimo» de Aldo Valleroni. Priuli & Verlucca, Torino, 1983 (página 52). © 1983 by Aldo Valleroni.

Finalmente, el domingo 20 de agosto de 1905 se produce la escala en el puerto de Santos (Brasil). La nave llegó a las 13 horas. Luego del desembarco Puccini y Elvira fueron agasajados por miembros de la comunidad italiana de Santos y de la cercana San Pablo, que se trasladaron expresamente. Compartieron un brindis, ofrecido por el cav. F. Matarazzo, en el Hotel del Parque Balneario propiedad de la señora Elisa Poli, que obsequió a Elvira Puccini un bouquet de flores. Desde el puerto hasta el Hotel, tanto de ida como de regreso, usaron el tranvía. Entre los acompañantes se encontraba el periodista Vitaliano Rotellini, director del periódico de la comunidad italiana ‘Fanfulla’ de San Pablo.

La crónica que está inserta en Jornal Do Comnercio indica que en las galerías del hotel se tomaron diversas fotografías y que Elvira manifestó interés por las begonias que había en el jardín y que entonces se le obsequiaron dos plantas para llevar a Torre del Lago (Jornal Do Comnercio - 24 de agosto de 1905 - año 85 – nro. 253 - página 3 - columna 1).

Luego del atardecer retornaron al 'Umbria' para continuar el viaje. El buque partió a las 18.

Esta parada en Santos se podía inferir por la fotografía publicada en ‘Puccini Minimo’ de Aldo Valleroni (página 52) y por un artículo publicado en el periódico ‘Il progresso’ de Lucca (año XXX – número 38, del 23 de septiembre de 1905) donde bajo el título Lettere dal Brasile. Puccini a Santos. Sosta di Puccini a Santos’ se mencionaba, sin fecha, esta visita.

Podemos confirmar esa visita y su fecha que es mencionada en diversos periódicos del Brasil, así encontramos la noticia en Correio Paulistano (21 de agosto de 1905 - edición 15097 - página 1 – columna 4), O Paiz (21 de agosto de 1905 - año XXI – nro. 7622 - página 1 - columna 3) y Jornal Do Comnercio (24 de agosto de 1905 - año 85 – nro. 253 - página 3 - columna 1).

Luego de una noche más de travesía, el lunes 21 de agosto de 1905 se produce una breve parada en Río de Janeiro (Brasil). El barco arribó a las 11 de la mañana.

Puccini en el Jardín Botánico de Río de Janeiro con sus acompañantes. Fuente: Revista 'Figuras e Figuroes’, 03/09/1905. © 2024 by Biblioteca Nacional de Brasil.Puccini en el Jardín Botánico de Río de Janeiro con sus acompañantes. Fuente: Revista 'Figuras e Figuroes’, 03/09/1905. © 2024 by Biblioteca Nacional de Brasil.

Al bajar del Umbria Giacomo Puccini vestía en esa ocasión traje de tres piezas gris, sombrero Borsalino blanco de alas anchas y zapatos o botas amarillas. En las pocas horas que duró la escala la comitiva de unas quince personas, integrada por su esposa, la soprano María Barrientos, el tenor Manuel Izquierdo, el bajo Andrés Perelló de Segurola (los tres de la compañía Bernabei), periodistas y miembros de la comunidad italiana, entre ellos el Cónsul italiano doctor V. A. Tattara, visitó brevemente la ciudad y logró conocer el Jardín Botánico carioca. Puccini con su aparato Kodak tomó algunas fotografías, en especial en el Jardín Botánico y en el Largo de Machado, lo cual fue expresamente informado en los periódicos.

Nuevamente el tranvía fue su medio de locomoción entre la Plaza República y las distintas calles que pudo recorrer junto a la comitiva. Atravesaron la Avenida Central, la playa Flamengo, la Plaza Río Branco, el Largo do Machado, la calle Catete y la de Flamengo, entre otras. Recorriendo el Largo da Carioca, decidieron conocer el Jardín Botánico.

Puccini quedó extasiado por la exuberante naturaleza y por la variedad de la vegetación, y le hubiese gustado conocer el Corcovado y el Pan de Azúcar, pero solo el tiempo dio para verlos de lejos, hasta sugirió que podría quedarse un tiempo más y conocer con mayor profundidad la flora local. 

Pudo ver la Bahía y Playa de Botafogo, los trabajos de mejoramiento de la salubridad, de construcción de la Avenida Beira-Mar -a la que auguró ser una de las avenidas más bellas del mundo cuanto esté terminada- y de sistematización de diversas calles. Algunos tramos a pie por la avenida Gonҫalves Diaz y la calle du Ouvidor que termina en el antiguo puerto, fueron el momento de mayor fervor donde fue ovacionado por el público que lo reconoció.

Fotografiado por la Revista 'Figuras e Figuroes’, tanto en el barco como en el Jardín Botánico como en la Alameda de Bambús, ésta publica el 3 de septiembre de 1905 cuatro páginas dedicadas a la visita con el título 'Algumas horas de Puccini no Rio de Janeiro’, con la crónica del periplo, breve entrevista, cinco fotografías y dos caricaturas, una de Puccini y otra del bajo Andrés Perelló de Segurola (Valencia, 27 de marzo de 1874 - Barcelona, 23 de enero de 1953).

Nuevamente los periodistas lo hicieron hablar de su proyecto de ópera María Antonieta y reiteró que la obra que más estima le tenía era su Madama Butterfly, tal como ya lo había declarado tanto en Buenos Aires como en Montevideo. Mencionó los grandes agasajos recibidos en Buenos Aires y el periódico O Paiz destaca que Puccini no tuvo temor de desembarcar en Río a pesar de haber perdido un hermano allí de fiebre amarilla y sin tener ‘el temor supersticioso que tienen los extranjeros a ese flagelo’.

Antes de subir a la barca que lo llevaría al ‘Umbria’ se acercó a saludarlo Henrique Oswald, director del Instituto Nacional de Música de Río de Janeiro -de ascendencia italiana por parte de madre y que había estudiado en Florencia, dónde se habían conocido- además de críticos musicales y más periodistas.

Es importante destacar que la compañía Lírica dirigida por el maestro Luigi Mancinelli ofreció en ese mes de agosto de 1905 varios títulos del compositor de Lucca (Boheme, Tosca, Manon Lescaut) en el Teatro Lyrico de Río, con el concurso de Maria Farnetti, Fiorello Giraud, Amedeo Bassi, Gaudio Mansueto, y Antonio Pini Corsi, entre otros. Preguntado Puccini sobre el elenco elogió la homogeneidad de este y las bondades tanto del maestro Mancinelli como de la soprano Farnetti, sobre el joven tenor Amedeo Bassi, dijo que ‘promete mucho’.

Finalmente, a las 16.30 de ese lunes 21 de agosto de 1905 embarcaron nuevamente para levar anclas un tiempo después.

Podemos confirmar la visita a Río de Janeiro y su fecha que es mencionada en diversos periódicos del Brasil, así encontramos la información en A Noticia (21 de agosto de 1905 - año XII - nro. 201 - página 1 – columna 5); Jornal Do Brasil (22 de agosto de 1905 - año XV – nro. 234- página 4 -columna 6); Gazeta de Noticias (22 de agosto de 1905 - año XXXI – nro. 234 - -página 2 -columna 8); Correio da Manhã ( 22 de agosto de 1905 - año V – nro. 1503 - página 1 – columnas 3 y 4); O Paiz (22 de agosto de 1905, - año XXI – nro. 7623 - página 2 - columna 7); Correio Paulistano (22 de agosto de 1905 - edición 15098 - página 1 – columna 9) e Il Bersagliere (26 de agosto de 1905 - año VI - nro. 320 - página 2 -columnas 5 y 6).

Final del viaje

El jueves 31 de agosto a última hora el Umbria llega a Las Palmas de Gran Canaria (España), durante esta parada franquea diversas cartas el viernes primero de septiembre, entre ellas a Ferruccio Pagni (escrita a bordo el día anterior); y por la tarde, de ese viernes, continúa el viaje.

No hemos encontrado datos sobre la posible escala en Barcelona que podría haber sido el 4 de septiembre.

Finalmente, el martes 5 de septiembre de 1905 llega al puerto de Génova en horas de la tarde, donde lo reciben artistas, periodistas y amigos. Al día siguiente retorna a su amada Torre del Lago.

Puccini volvería en los veinte años que le quedaban de vida en dos ocasiones a América: en 1907 a Nueva York y en 1910 para el estreno de La Fanciulla del West a la misma ciudad. La guerra mundial impidió el que hubiese sido el cuarto viaje transatlántico para el estreno del Triptico en 1918 en Nueva York, estreno que podría haber ocurrido en Buenos Aires, pero esa es otra historia …

Se agradece especialmente a la Biblioteca Nacional de Brasil por el material facilitado para la presente investigación.
Notas

1. Diversos medios periodísticos publican cartas emanadas de la empresa del Teatro de la Ópera y del maestro Puccini refiriéndose a estos temas. Así la Nación del 4 de agosto de 1905 en su página 7, columna 6, con idénticos términos La Patria degli Italiani de la misma fecha (página 5, columna 4), publica una carta de Nardi y Bonetti, indicando los términos de la invitación, que nunca se adelantó dinero a Puccini, que entendían que no debía presentarse en Uruguay con la compañía Bernabei y que habían cumplido con “el programa trazado de acuerdo con él, presentándolo a un público que lo estimaba, estrenado su ópera Edgar y entregándole el producido de la función dada en su honor.” / La contestación de Giacomo Puccini la publica La Nación del 5 de agosto de 1905, en la página 7, columna 2; mismo texto publican el día 5 de agosto de 1905 tanto el periódico La Prensa (página 8, columna 3), como La Patria degli italiani (página 4, columna 5). En ella Puccini dice que la exclusividad con Nardi y Bonetti se refería solamente a la Argentina; que sus compromisos con la empresa no iban más allá del 6 de agosto; que ha sido siempre su intención la de “visitar el Brasil” y que no fue “contratado por esa empresa, en el sentido mercantil de la palabra”. No sólo por estas cartas los problemas económicos entre la empresa Nardi y Bonetti y Puccini fueron motivo de exposición y de comentarios en diversos periódicos de Buenos Aires y de Brasil.

Comentarios
Para escribir un comentario debes identificarte o registrarte.