Geopolítica y Relaciones internacionales
UcraniaTropas y artillería pesada de Corea del Norte en Rusia
Juan Carlos Tellechea
El despliegue de varios miles de soldados
norcoreanos en Rusia no solo representa una importante escalada y expansión de
la guerra rusa contra
Contraofensiva en Kursk
Corea del Norte suministra también artillería
pesada a Rusia. Casi 50 obuses pesados de producción norcoreana y casi 20
lanzacohetes múltiples habrían llegado a Rusia en las últimas semanas. Según
fuentes de contrainteligencia, la artillería de mayor alcance de Corea del
Norte ha llegado ya cerca de Kursk para apoyar la contraofensiva rusa contra
las unidades ucranianas invasoras.
Los obuses Koksan, que fueron vistos en una
estación de ferrocarril rusa hace unos días, tienen un alcance de hasta 50
kilómetros. Según expertos militares occidentales y ucranianos, Rusia ya ha
reunido a casi 50000 soldados para la contraofensiva cerca de Kursk, entre ellos
más de 10000 combatientes norcoreanos. Recientemente han recibido entrenamiento
adicional en Rusia y han sido equipados con uniformes y armas rusas.
Cerca de Kursk, el ejército ruso quiere
recuperar el territorio que las tropas ucranianas mantienen en su poder desde
el verano, tras un avance por sorpresa a través de la frontera. Rusia lleva 1000 días librando una guerra de agresión contra Ucrania y ocupa casi el
20% del territorio del país vecino. Estas ganancias territoriales se han
producido a costa de pérdidas a veces cuantiosas de soldados y sistemas de
armamento.
Respuesta
Europa debería responder a ello, verbigracia
mediante un mayor apoyo a Ucrania, la intensificación de la cooperación en
materia de inteligencia con Corea del Sur y la mejora de la planificación de
escenarios. A principios de octubre, el servicio secreto ucraniano informó de
que “varios miles” de soldados de infantería norcoreanos podrían ser entrenados
y desplegados para luchar contra Ucrania.
Poco después, el Servicio Nacional de
Inteligencia surcoreano confirmó las informaciones ucranianas y publicó
imágenes por satélite de barcos rusos que transportaban tropas norcoreanas al
extremo oriental ruso. El 23 de octubre, Estados Unidos confirmó la presencia
de al menos 3000 soldados en Rusia. El 28 de octubre, tras una reunión
informativa con una delegación surcoreana de alto rango, el Secretario General
de la OTAN, Mark
Composición
Algunas cuestiones clave siguen sin respuesta
por el momento, como la composición exacta y la misión de las tropas
desplegadas o si Corea del Norte estará dispuesta a proporcionar tropas
adicionales. Por este motivo, todavía no se pueden evaluar con mayor precisión
las implicaciones militares.
El politólogo Dr Eric J.
Ballbach investigador visitante en el Grupo de Investigación sobre
Asia de la Fundación Ciencia y Política (SWP),
gabinete estratégico que asesora al gobierno y al parlamento de Alemania,
afirma en una publicación respaldada asimismo por la Korea Foundation (bajo
licencia CC BY 4.0):
Sin embargo, el hecho es que, al enviar soldados en paralelo con amplias entregas de armas, Corea del Norte está emitiendo ahora la señal definitiva de un compromiso de alianza en el espíritu del renovado acuerdo de defensa mutua de junio de 2024, y se ha convertido así en el partidario más visible y directo de la agresión rusa en Europa.
Pyöngyang y Moscú profundizan cooperación
Desde la visita de Vladimir
Altos funcionarios rusos y norcoreanos se
reúnen ahora con regularidad. La visita de Putin a Pyöngyang en junio de 2024
culminó con la firma de un acuerdo integral de asociación estratégica, que
sugiere que ambas partes se esfuerzan por crear las bases de una cooperación
significativa a largo plazo y a varios niveles en los ámbitos militar,
económico y político. Entre otros aspectos, las partes se comprometieron a
trabajar en pro de la “estabilidad estratégica mundial” y el “establecimiento
de un nuevo orden internacional justo y equitativo” (artículo 2), aumentar los
volúmenes comerciales y crear condiciones favorables para la cooperación
económica (artículo 8) y ampliar la cooperación en los campos de la ciencia y
la tecnología, incluidos el espacio, la inteligencia artificial y la informática
(artículo 10).
Sin precedente
El nuevo tratado también contiene una cláusula
de defensa mutua (artículo 4). Según esta disposición, las partes se prestarán
mutuamente “asistencia militar y de otro tipo por todos los medios a su alcance”
en caso de que una de las partes “se encuentre en estado de guerra”.
El despliegue de tropas supone una
materialización directa de esta obligación de asistencia y demuestra que la
cooperación entre ambos Estados ha alcanzado un nuevo nivel. Aunque Corea del
Norte ya ha participado en conflictos con terceras partes en el pasado, por
ejemplo apoyando a Vietnam del Norte con pilotos norcoreanos en la década de
1960,
Motivos centrales de Rusia y Corea del Norte
El despliegue de tropas norcoreanas en Rusia
subraya el hecho de que Putin, en lugar de comprometerse con una movilización
social más amplia, aparentemente sigue confiando en formas alternativas de
generar fuerzas armadas para apoyar el esfuerzo bélico. Además de las llamadas
movilizaciones encubiertas, esto incluye también la participación de tropas
norcoreanas.
Según el comandante en jefe ucraniano Oleksander Syrskyi,
Rusia transfirió casi 50.000 soldados de otras zonas del teatro de guerra a la
región de Kursk entre agosto y principios de octubre. Esto significó que la
cúpula militar rusa tuvo que debilitar otras secciones del frente. El presunto
traslado del grueso de los soldados norcoreanos a la región de Kursk permite a
Moscú desplegar soldados rusos en las operaciones ofensivas en el este de
Ucrania y mantener la defensa en el norte y el sur.
Esto también permitiría a Moscú evitar la
retirada de contingentes rusos adicionales de las ofensivas en curso en
Ucrania. La decisión de Corea del Norte de enviar tropas parece obedecer a
varios motivos: en primer lugar, la guerra de Ucrania ya no es solo existencial
para Putin; Kim Jong-un también ha invertido un enorme capital político. El
apoyo de Corea del Norte a Rusia quedó claro inmediatamente después del
estallido de la guerra, cuando Pyöngyang fue uno de los cinco únicos países que
votaron en contra de la Resolución ES-11/1 de la Asamblea General de la ONU en
marzo de 2022.
Alivio
La guerra de Putin llegó en un momento
favorable para Kim, ya que Corea del Norte emprendió una revisión fundamental
de su estrategia de política exterior tras la fallida cumbre con Estados Unidos
en Hanói en 2019. Esta se caracterizó por el abandono (al menos temporal) del
objetivo de normalizar las relaciones con los Estados Unidos mediante
conversaciones de desnuclearización y el aprovechamiento de las oportunidades
económicas asociadas, como el alivio de las sanciones.
En lugar de ello, Pyongyang puso fin a su
moratoria de 17 meses para las pruebas de misiles, puso en marcha la actual
espiral de escalada con Corea del Sur y, desde entonces, se ha centrado en la
cooperación con Rusia. Si bien el fracaso de la diplomacia de cumbres con
Estados Unidos y Corea del Sur entre 2018 y 2019 impulsó este replanteamiento,
la guerra de agresión de Rusia en Ucrania (además del recrudecimiento del
conflicto entre Estados Unidos y China) ofreció condiciones contextuales
favorables para el giro estratégico.
Para Kim Jong-un, el apoyo de Moscú fue sin
duda rentable desde el punto de vista político. Por ejemplo, el veto de Rusia
en el Consejo de Seguridad de la ONU contra la prórroga del mandato del Grupo
de Expertos supuso un duro golpe para el régimen internacional de sanciones
contra Pyöngyang. Además, Corea del Norte pudo abastecerse urgentemente de
alimentos, combustible y otros materiales mediante la venta de armas. Esto, a
su vez, ha reducido su dependencia económica unilateral de China, al menos hasta
cierto punto.
Exigencia
En septiembre de 2024, el ministro de Asuntos
Exteriores ruso, Serguei Lavrov, describió el estatus de Corea del Norte como
potencia nuclear como una “cuestión cerrada” y la desnuclearización de Corea
del Norte quedó finalmente “fuera de la mesa”. En segundo lugar, al apoyar la
guerra rusa, Corea del Norte puede obtener información valiosa sobre la
eficacia práctica de sus sistemas de armamento. El despliegue de tropas también
proporcionará al ejército norcoreano experiencia directa en combate.
En tercer lugar, cabe suponer que Kim Jong-un
intentará exigir a Putin el precio más alto posible por el despliegue de
tropas. Por tanto, cabe esperar que Corea del Norte no solo presione para que
se le sigan suministrando alimentos, capital y combustible, sino también para
que se le permita acceder a tecnología militar de alto nivel y a los
conocimientos tecnológicos correspondientes. Las posibles áreas de cooperación
podrían incluir el perfeccionamiento de la tecnología de reentrada de los
misiles intercontinentales norcoreanos, la construcción de una flota de
submarinos nucleares tácticos y el desarrollo de sistemas de misiles capaces de
superar las defensas antimisiles estadounidenses.
Implicaciones para Europa
Aunque todavía no se pueden evaluar con
precisión las implicaciones militares del despliegue de tropas norcoreanas,
este proceso tiene complejas implicaciones para Europa. En primer lugar, la
decisión cambiará permanentemente las relaciones entre Europa y Corea del
Norte. Europa ha sido tradicionalmente la puerta diplomática de Pyöngyang hacia
Occidente y los diplomáticos norcoreanos están destinados en la mayoría de las
capitales europeas.
Los contactos informales entre Europa y Corea
del Norte han desempeñado repetidamente un papel no desdeñable en el pasado,
especialmente en tiempos de crisis. Al enviar varios miles de soldados a Rusia
para su despliegue en la guerra contra Ucrania, Corea del Norte ha cruzado el
Rubicón y ha hecho muy improbable cualquier iniciativa diplomática por parte de
Europa. Por otra parte, Europa se enfrenta a una interdependencia aún mayor de
la dinámica de seguridad en su vecindad con la del Indo-Pacífico, lo que exige
un posicionamiento estratégico claro por parte de la OTAN y la UE.
En particular, las principales partes
interesadas deben adaptarse a la creciente asociación militar entre Corea del
Norte y Rusia. De hecho, las relaciones entre Corea del Sur y la OTAN se han
profundizado aún más desde el inicio de la guerra de agresión rusa. En cuanto a
la Unión Europea, la asociación de seguridad y defensa recientemente acordada
entre la UE y Corea del Sur, que también incluye un diálogo estratégico
celebrado por primera vez a principios de noviembre, proporciona el marco
institucional correspondiente.
Implicaciones para la situación de seguridad en la península coreana
La profundización de la cooperación entre Corea
del Norte y Rusia entraña riesgos directos e indirectos para la estabilidad a
largo plazo de la península coreana y de la región en general. El acercamiento
de Pyöngyang a Moscú se produce en un momento en que la política y la retórica
de Corea del Norte hacia Corea del Sur son cada vez más hostiles. Por ejemplo,
Kim Jong-un anunció en enero una revisión constitucional.
En la nueva versión, Corea del Sur es declarada
el “enemigo principal” y se abandona el antiguo objetivo de la reunificación
pacífica. En octubre, Corea del Norte voló parte de las carreteras y vías
férreas que conectan Corea del Norte con Corea del Sur y comenzó a construir
fortificaciones cerca de la frontera. Más recientemente, Pyöngyang amenazó con
tomar represalias si Seúl enviaba drones al espacio aéreo norcoreano para
lanzar panfletos propagandísticos. Corea del Sur ha condenado claramente la
decisión norcoreana de enviar tropas a Rusia.
Sin embargo, (todavía) no está claro cómo
reaccionará a largo plazo. Es de esperar que aumente la presión sobre Seúl,
especialmente desde Europa, para que intensifique su compromiso con Ucrania en
forma de un apoyo económico y humanitario más amplio o incluso de ayuda militar
directa. En la reacción de Corea del Sur influirán sobre todo tres cuestiones
centrales:
Cuestiones
A cambio del envío de tropas, ¿proporcionará
Rusia a Corea del Norte tecnología militar que Pyöngyang podría utilizar contra
Corea del Sur? ¿La decisión de enviar tropas por parte de Corea del Norte, que
podría adquirir allí experiencia directa en combate, está relacionada con las
consideraciones a más largo plazo de Corea del Norte respecto a una acción
militar contra Corea del Sur? ¿Implica el despliegue de tropas norcoreanas la
implicación de Rusia en un posible conflicto militar en la península coreana?
Independientemente de la política de Corea del
Sur, la situación de seguridad en la península coreana se ha deteriorado aún
más con el acercamiento entre Corea del Norte y Rusia. En Seúl se teme, por
ejemplo, que Pyongyang se vea mejor equipado para realizar provocaciones
militares contra el Sur gracias al apoyo de Rusia y que, por tanto, adopte un
comportamiento más beligerante.
Además, la menor dependencia económica de Corea
del Norte respecto a China hace que disminuya la confianza de Corea del Sur en
la capacidad de Pekín para frenar el comportamiento impulsivo y agresivo de
Corea del Norte.
El factor China
Aunque China ha apoyado la guerra de Rusia en
Ucrania, es poco probable que Pekín se sienta en absoluto tranquilizado por el
nuevo elemento norcoreano en la dinámica de seguridad transregional. En primer
lugar, la República Popular se enfrenta claramente a la realidad de que está
perdiendo influencia sobre Pyöngyang, mientras que Rusia la está ganando. En
segundo lugar, existe el peligro de que una mayor escalada de la situación de
seguridad en la península coreana se traduzca en una presencia militar aún más
fuerte de Estados Unidos y sus aliados en la región.
No obstante, la reacción de Pekín ante la
implicación activa de Corea del Norte en la guerra de Rusia ha sido hasta ahora
muy comedida. Sin embargo, esto podría cambiar si la cooperación entre Corea
del Norte y Rusia llevara a China a ver amenazado el statu quo en la península
coreana. En ese caso, Pekín podría tomar medidas concretas, como prohibir la
exportación de coque de
petróleo a Corea del Norte y Rusia, que también puede utilizarse en
la fabricación de municiones, entre otras cosas.
Perspectivas
La guerra en Ucrania, la asociación cada vez
más estrecha entre Corea del Norte y Rusia, la amenaza nuclear que representa
el régimen de Kim Jong-un y, sobre todo, el despliegue de tropas norcoreanas en
Rusia representan un desafío inmediato para Europa, Estados Unidos y el
Indo-Pacífico. Aunque las posibilidades de influir en la cooperación militar
entre Moscú y Pyöngyang son limitadas, Europa puede y debe reaccionar ante esta
escalada.
A corto plazo, debería mejorarse aún más la
cooperación en materia de inteligencia con Corea del Sur en particular e
intensificarse el intercambio de información entre la OTAN y los distintos
países europeos, incluida la República Federal de Alemania, y los servicios
secretos surcoreanos. La tardía reacción de la OTAN y la UE ante las primeras
informaciones de inteligencia procedentes de Ucrania y Corea del Sur, que
informaban de un despliegue de tropas norcoreanas en Rusia, apunta a déficits
en este sentido.
Estrechar cooperación
Una cooperación más estrecha es tanto más
importante cuanto que las conclusiones sobre el progreso de la cooperación
militar ruso-norcoreana y, en particular, sobre la misión de los soldados
norcoreanos y cualquier plan de nuevos despliegues son esenciales para el
desarrollo coordinado de contramedidas políticas. Por ello, la visita a
Bruselas a finales de octubre de una delegación surcoreana de alto rango
encabezada por el subdirector del servicio secreto surcoreano, Hong Jang-won, fue un paso importante.
La UE y Corea del Sur deberían sentar las bases
para una profundización y posible ampliación de la asociación estratégica
existente entre la UE y Corea del Sur, que debería centrarse aún más que antes
en los aspectos relacionados con la seguridad. Además, las principales partes
interesadas europeas, como la OTAN, la UE y los gobiernos nacionales, deberían
elaborar planes concretos para estar preparados ante una nueva escalada del
conflicto en la península coreana.
La correspondiente planificación de escenarios
podría abordar, entre otras, las siguientes cuestiones ¿Cómo podría estallar y
escalar un conflicto en el Indo-Pacífico? ¿Cómo podrían reaccionar ante ello la
OTAN, la UE y los distintos Estados europeos, y qué forma podría adoptar el
apoyo a los socios en caso de crisis?
Track 1.5
En cooperación con los socios de la OTAN en el
Indo-Pacífico (Corea del Sur, Japón, Australia y Nueva Zelanda), estas
cuestiones también deberían debatirse en particular en el marco de los diálogos
de la Vía 1.5,
porque, como en el caso de la invasión rusa de Ucrania, los responsables de la
toma de decisiones en Europa y sus socios en el Indo-Pacífico también deben
considerar el fracaso de la disuasión y una mayor escalada en esta región.
Hasta la fecha, los Estados europeos han
llevado a cabo en gran medida estas conversaciones entre ellos y dentro de la
OTAN con Estados Unidos. Un planteamiento multipartito del desarrollo de
escenarios permitirá una mayor complejidad y mejorará la comprensión europea de
las condiciones e implicaciones de un conflicto en el Indo-Pacífico.
Por último, el despliegue de tropas norcoreanas
en Rusia también debería servir de catalizador para seguir profundizando en la
cooperación en materia de seguridad entre la UE y Corea del Sur. El diálogo
estratégico recientemente establecido y la nueva asociación de seguridad y
defensa entre la UE y Corea del Sur (o República de Corea) ofrecen un marco
institucional adecuado para ello.
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