España - Cataluña

De más a menos

Eloi Fuguet
miércoles, 27 de octubre de 2004
Harry Christophers. © OCG Harry Christophers. © OCG
Brcelona, jueves, 21 de octubre de 2004. Palau de la Música Catalana . The Sixteen. Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana. Susan Bickley, mezzosoprano. Lucy Crowe, soprano. Elisabeth Cragg, soprano. Benjamin Davies, tenor. Richard Suart, barítono. Harry Christophers, dirección. Repertorio: Purcell, Henry: “Escena del Drunken Poet” (de “The Fairy Queen”), “Fairest Isle” (de “King Arthur”), “The Frost Scene” (de “King Arthur”), “Dido y Eneas”. Ciclo Palau 100. Ocupación: 65%
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El regreso de “The Sixteen” a Barcelona era esperado con cierto escepticismo por parte del público objetivo de música antigua después de una Pasión según San Mateo de J. S. Bach en el pasado 31 de Abril que cubrió el expediente. Para el nuevo compromiso musical en la ciudad condal, el conjunto vocal que dirige el deslumbrante y reputado director Harry Christophers preparó un repertorio monográfico en homenaje a Henry Purcell con el Dido y Eneas como plato fuerte.

Durante la primera parte, la conexión emocional con el público fue completa. Esto, que puede ser poco o nada demostrable con hechos, tiene una prueba fehaciente de su autenticidad: durante la primera parte no se escuchó a nadie toser. La sutileza y claridad de la dirección de Christophers obligó al público a corresponderle con un silencio sobrecogedor. La verdad es que es muy difícil toser cuando se tiene un nudo en la gola y “The Sixteen” lo creó. Uno tiene que reconocer el miedo que tenía en rememorar la desafortunada interpretación que el primer oboísta hizo del aria “Ich will bei meinem Jesu wachen” en la Pasión el pasado abril, pero el mismo oboísta y sus compañeros de la “Symphony of Harmony and Invention” nos sorprendieron gratamente con una buena afinación y con unas voces magníficamente equilibradas contestando al porqué de la sorpresiva inclusión de dos clavicémbalos y de dos guitarras y teorbas en el contínuo.

En la “Escena del Drunken Poet” de The Fairy Queen, Richard Suart (disfrazado como si de un turista de la Costa Brava se tratase) empezó su serie de personajes pintorescos conectando muy bien con un público que soltó alguna que otra carcajada. Además, Suart no perdió la proyección y afinación correctas a pesar de sus movimientos casi histriónicos. Suart regresó para interpretar (ahora sin camisa de palmeras) un “Gold Genius” en “The Frost Scene” quizás un tanto patoso para el hielo parcialmente resquebrajado que describían los preciosos armónicos de la cuerda. Mientras tanto Elisabeth Cragg, en el papel de Venus en “Fairest Isle”, y Lucy Crowe en el de Cupido en “The Frost Scene” mostraron un comportamiento muy profesional y resolvieron bien sus papeletas.

En la segunda parte ya hubo más tos. Aunque la interpretación de la orquestra fue muy digna y brillante en un principio, perdió el equilibrio y la afinación tan brillantemente conseguidos en la primera parte, además de algunos problemas en la indicación del compás en la dirección de Christophers. Como viene siendo habitual en las versiones modernas del Dido y Eneas, se incluyeron un par de interludios de guitarra en forma de “chaconne” con ciertos ritmos sincopados que quedaban fuera de estilo.

El “Cor de Cambra del Palau de la Música Catalana” estuvo en su línea habitual, muy regular. Además, correspondieron al carácter pintoreso del Suart brujo con una pronunciación teatral y con unos disfraces quizás más cerca de una noche de Halloween que de los secuaces de Beldam pero que conseguían su cometido. Susan Bickley en el papel de “Dido” destacó por su gran proyección de voz e hizo una brillante “When I am laid”, con algún que otro lapsus. Benjamin Davies (Eneas) se desmelenó poco pero mostró grandes recursos de color. Tanto Maite Estrada como Montserrat Trias (brujas) y Toni Gubau (espíritu), miembros del “Cor de Cambra”, cumplieron con creces sus interiorizados pequeños papeles.

El público agradeció la interpretación de los músicos y cantantes con largos aplausos, especialmente dirigidos a Susan Bickley y al “Cor de Cambra” en un concierto que fue de más a menos.

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