Argentina

Laetatus sum

Hugo A. Di Leonardo
martes, 21 de febrero de 2006
Buenos Aires, sábado, 17 de diciembre de 2005. Iglesia del Salvador. La Cetra, Ensamble Vocal (Marisú Pavón y Silvia Pérez Monsalve, sopranos. Adriano D´Alchimio, Miguel Maidana y Walter Eichenberger, contratenores. Walter Burela y Juan Pablo Vercesi, tenores. Marcelo Dutto, Roberto Ochova y Luciano Vaccaro, barítonos). Orquesta Barroca (Martha Cosattini (1er violín), Alicia Morán y Marcela Olivieri, violines. Carlos Cosattini, viola. Marín D´Elía (1er cello) y Carolina Garbero, violoncellos). Sergio Antonini, órgano, clave y dirección. Programa: Tomaso Albinoni: Introdutione seconda. Domenico Zipoli: Deus in adiutorium y Dixit Dominus. Antonio Vivaldi. Concerto per Archi RV 110, Laetatus sum, RV 607 y Sonata a tre ‘La Follia’ RV 63. Antonio Caldara: Laudate Pueri
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El último concierto del año de la Cetra, nos deparó un variado programa, tanto en lo musical como en la elección de los compositores. Es evidente que Sergio Antonini, está dispuesto a rescatar del olvido en la Argentina, a los maestros del barroco italiano.

Tomaso Albinoni de apertura

El programa se inició con la Introdutione Seconda, de Tomaso Giovanni Albinoni, obra en cuatro movimientos que sigue el lineamiento de los conciertos da chiesa. Breve concierto que sirvió para adentrarse en el programa.

El Hermano Jesuita Zipoli

A continuación se hizo presente Domenico Zipoli con dos obras: Deus in adiutorium (versículo) y el Dixit Dominus (salmo 109/110), obras que se encuentran en el Archivo Musical de Chiquitos en Bolivia y que son patrimonio cultural del barroco latinoamericano. Nacido en Prato, en la Toscana, Domenico Zipoli, luego de estudiar en Roma con Bernardo Pasquini, pasó a Sevilla, se enroló en la Compañía de Jesús y embarcó hacía América. El Hermano Zipoli vivió en Córdoba, en la Estancia Jesuítica de Santa Catalina. La mayoría de su música se encuentra hoy en los Archivos de Chiquitos en Bolivia y es guardada como un verdadero patrimonio del mundo, junto a la de otros compositores en América. Excelente la interpretación de La Cetra en el Dixit Dominus, con la voz de Silvia Pérez Monsalve y el Ensamble vocal.

Don Antonio Vivaldi

A continuación se pudo escuchar el Concerto per archi in Do Maggiore, RV 110, de Antonio Vivaldi, obra breve de tres movimientos, con una muy buena interpretación, sobre todo en el ‘Allegro di testa’ con que comienza la obra.

Excelente el conjunto, que con autoridad interpretó el Laetatus sum en Fa mayor, RV 607, para coro y orquesta de Antonio Vivaldi. Esta es una obra breve de un solo movimiento ‘Allegro’, y de una duración de algo más de tres minutos. Como dice Michael Talbot, "questa opera giovanile rappresenta uno dei piú mirabili esempi vivaldiani del tipo di salmo descritto come “piccolo e pieno”, nei manoscritti superstiti della Pietá: “Piccolo” perche consta di un unico, lungo movimento, “pieno” poiche e per coro pieno senza voci soliste. L´andamento ostinato dei violín fornisce gran parte dell´interesse melodico mentre le voci declamano il testo nella maniera omofonica gia sottolineata nella trattazione del Credo RV 591".

Seguidamente, los solistas interpretaron la Sonata da camera a tre in re minore, La Follia RV 63, con una gran labor de Martha Cosattini y Alicia Morán y del cellista Martín D´Elía.

Antonio Caldara

Pocas veces debe haber sonado la música de Antonio Caldara en la Argentina. Este veneciano nacido en 1670 o 1671, de una familia de sonadori, en una época en que la vida musical de la ciudad lagunar era dominada por la Basílica de San Marcos, cuya Capella era dirigida por Giovanni Legrenzi y más tarde por su sucesor, el maestro Antonio Loti. En su Venecia natal vive alrededor de 30 años y allí se destaca como contralto y además como instrumentista ejecutante del violín y el cello.

Entre 1701 y 1708, Caldara recalará primero en Mantua, al servicio de Ferdinando Carlos, último duque de la familia Gonzaga y después en Barcelona al servicio del Archiduque Carlos (después Carlos VI) .

En 1709 lo ubicamos en Roma, cubriendo las funciones de Handel, al servicio del Príncipe Ruspoli. En 1717, Caldara es nombrado Vice-Maestro di Capella al servicio del Emperador Carlos VI, en Viena.

Antonio Caldara nos dejó una amplia producción musical que incluye unas 150 obras entre melodramas, oratorios, cantatas escénicas y fiestas teatrales. Una gran cantidad de música sacra, entre ellas unas 50 misas y alrededor de 200 motetes, unos 500 cánones además de 40 madrigales y cerca de 300 cantatas profanas, a voce sola y numerosa música instrumental.

Laudate pueri Dominum

“Alaben, siervos del Señor, alaben el nombre del Señor”. Y debió de ser escuchada esta plegaria puesto que el Laudate pueri de Antonio Caldara, sonó de manera brillante en la voz de la soprano solista Marisú Pavón, en el coro y en la orquesta que ejecutó a pleno la partitura, en las nueve partes de que se compone la obra.

“Su gloria está por encima de los cielos”, por eso el ensamble vocal y la orquesta barroca tomaron la música de Caldara y nos deleitaron con una interpretación que resonó en el ámbito de la Iglesia del Salvador

La Cetra

Un año 2005 verdaderamente fructífero para la Orquesta Barroca La Cetra que dirige Sergio Antonini. Es uno de los conjuntos de cámara que interpreta más acabadamente el barroco italiano y en esa tarea se encuentra Antonini y sus músicos, para devolver el esplendor a la música de ese período. Seguramente este 2006, nos traerá más interpretaciones del ensamble. Las esperamos. Felicitaciones y adelante.

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